I want to have fun with you (Priv.Dashiell)

Para Ilya esperar el momento en el que Dashiel estuviera libre fue como algo muy largo, pero tuvo el tiempo suficiente para pensar muy bien las cosas, mentalizarse, de por si el lugar siguiente donde quedarían estaba mas que claro, sus planes eran los que eran, pasar el día en el parque de atracciones, por eso en el tiempo en el que no tenían el tiempo de quedar simplemente el Ángel se dedico a repasar que clase de atracciones había, donde habían cosas para comer y que es lo que vendían exactamente, que tipos de atracciones eran las mas concurridas y las tarifas para entrar al parque de atracciones, por supuesto, se había preparado bastante para cuando llegara el momento.

Así que ahí estaba, había llegado el día, el Demonio le había contactado para decirle cuando tenia libre y con esas habían quedado, así de fácil, por lo que se encontraba esperando a unos pocos metros de la entrada, por lo visto habían tenido la suerte de que a aquellas horas y aquel día no había demasiada cola en la taquilla de entrada, por si fuera poco el rubio llego antes que Dashiell, intentando encontrar las formas de calmarse lo suficiente, pues por mucho que se hubiera mentalizado, eso seguía siendo oficialmente una cita ¡Una cita!

Con esos nervios recorriéndole, de vez en cuando no paraba de mirar hacia todos lados, pensando en si el mas alto le sorprendería por un lado, por detrás o aprovecharía un descuido para darle un abrazo, si, ya pensaba en eso, en que lo primero que iba a hacer el chico seria asaltarle directamente al saludar.

"Cuando pase no te pongas a la defensiva Ilya, solo tranquilízate y respóndele el abrazo... no es complicado ¿verdad?"

Pensaba, al tiempo que se miraba a si mismo y apretaba los labios.

"¿Estaré bien? Esta vez Yerik me ayudo con la vestimenta... ¿No es demasiado?"

La verdad es que el ángel se veía bastante lindo, llevaba su típica trenza, hecha esta vez por su hermano y en la propia gomilla tenia una decoración, era como si tuviera cristalitos colgando, resplandeciendo. A parte de aquello el mayor de los gemelos le hizo colocarse una camisa y encima de esta el típico suéter complementario, donde de esta solo se veían el cuello y los bordes en el final , a continuación llevaba unos pantalones negros tirando a gris con unas botas en un tono negro mas oscuro, como dijo Yerik al verlo así completamente "perfecto para una cita"

A Dashiell le costó varios días casi una semana completa conseguir un maldito día libre para poder quedar con Ilya, pero a cambio de jugarse la vida varias veces más de la cuenta hizo que el de orbes  azules incluso estuviese más ocupado que de costumbre para poder tener un maldito día libre para pasarlo con su querido Illya, tomó algo del tiempo al francés arreglarse el pelo pues alguien era demasiado perfeccionista con esas cosas, y más si su cita era con Ilya, tenía que estar mejor que de costumbre, después de todo no podía decepcionar a su adorable chico en su primera cita, así que una vez imprimió las entradas para el parque de atracciones y tomar una bufanda por prevención para el frío y una chaqueta en la que nuevamente guardó tanto sus llaves como el móvil y la cartera.

No tardó mucho más desde entonces en salir de aquel lugar, se tomó unos minutos antes para tomar un refresco mientras llegaba junto al chico de ojos claros, se tomó su tiempo a decir verdad, el que salió unos minutos antes llegó a entretenerse tanto que acabó retrasando algo más de lo esperado, sin embargo al llegar allí y ver a aquel lindo e impaciente chico  no contuvo su risa antes de dejar aquella lata vacía en una papelera cercana y lanzarse a abrazar por la espalda a Ilya con una suave carcajada en sus labios dejando en su cuello un fugaz beso en su nuca, tras ello se separó un poco de él  acariciando su mejilla con amabilidad unos segundos.

Tomó su mano con una sonrisa antes de mostrarle las entradas —Aquí están todo en orden, y perdona si me retrasé un poco tuve que terminar de prepararme, tenía que estar más que perfecto para mi dulce Ilya, pero no volveré a llegar tarde, prometido— aseguró cerrando uno de sus ojos de forma amistosa una vez se acercaron al lugar donde se encontraba la taquilla mostró las entradas al chico que había en ese lugar antes de arrastrar consigo mismo a Ilya, alguien estaba deseando entrar al parque de atracciones, aunque era más por su cita con Ilya que por volver a pisar un parque de atracciones en tanto tiempo que llevaba sin tan siquiera acercarse a uno de estos.

Dashiell tomó ambas manos del chico avanzando unos pasos sin dejar de mirar hacia el lugar donde se encontraba Ilya, se acercó a él y apoyó su frente contra la suya durante unos largos minutos —Ilya, ¿alguna petición de a dónde quieres ir en primer lugar?— preguntó cerrando uno de sus ojos de forma amistosa sellando sus propios labios con su dedo índice durante unos momentos —¿Quieres que compitamos con el tiro al blanco? Aunque aviso que juego con ventaja— aseguró depositando un beso en su mejilla, tanto con armas de fuego como con arco o ballesta su puntería era realmente precisa, así que unos rifles de juguetes trucados no iban a ser mayor problema para el francés.

A pesar de haber estado atento, no pudo evitar ser asaltado por la espalda por aquel Frances, al cual hubiera pegado ligeramente de no ser por que ya se sabia de memoria como, al abrazarle, encajaba con el, a demas de aquella caracteristica carcajada digna de el mas alto.

Como prometió ser un poco mas suave e intentar estar tranquilo, la respuesta a aquello no fue el típico "idiota" si no que, aunque le costo, intento responderle el abrazo aunque sea mínimamente, para a continuación sonreírle un poco con la cara roja, no era de piedra, el beso en la nuca le dio un cosquilleo vergonzoso.

V...vaya si lo planeaste, y yo que pensaba que deberiamos esperar cola...

Fue su comentario, por acto reflejo intento apretar la mano de Dashiell, aunque el pobre Ángel se estaba dejando llevar demasiado por esos nervios, en su cabeza su propia consciencia no paraba de gritarle "Cita" y eso parecía ser un mundo muy grande para el, se sentía muy pequeño, mas de lo que su cuerpo ya era.

A pesar de todo, le expreso al Frances que no pasaba nada por el retraso y sin querer esperar mucho mas, se puso en marcha, en compañía de el mas alto para poder de una vez disfrutar de el parque de atracciones, ahora si podía lucirse ¿Verdad? había repasado muy bien que podían o no hacer por allí, hasta se vio los planos de el parque para señalar la ubicación exacta de las atracciones, aunque la sugerencia de Dashiell le pareció bastante buena.

¿Una competición de tiro al blanco? Bueno... claro por que no, hagamos eso, luego podemos ir a...hmm... ¿Las barcas?

Pregunto riendo un poco, aun se le notaba nervioso, pero intentaba nuevamente respirar y tomarse todo con calma, allí habían ido a divertirse, ambos, así que estaba bien simplemente dejarse llevar, decir que si a todo y hacer de aquello una gran experiencia que recordar con alegría.

Apretando con mas firmeza y confianza la mano de su acompañante, paso a básicamente tomar la delantera, solo quería comenzar, reírse un poco de sus torpezas al dar al blanco, tenia claro que esa clase de cosas pocas veces se podían ganar, a no ser que te supieras bien el truco, pero ver si podía sacarse de casualidad un peluche de premio o algo así le motivaba, así que fue el quien guio a Dashiel hasta el sitio de el tiro al blanco y se paro justo enfrente.

¿A la vez o quieres que lo haga uno y después otro? Aunque digas que juegas con ventaja, daré lo mejor de mi.

Soltándole se cruzo de brazos, dejando ver a el castaño una pose segura y tranquila, tenia ganas de apostar, pero sabia que eso solo seria hacer tonterias, pues seguro que perdería y acabaría avergonzado por a saber que cosas.

Sólo había una palabra para que Dashiell pudiese describir a Ilya, esa era adorable, para él siempre se mostró como una criatura adorable y suave sus ojos eran de un hermoso ámbar pero aquellas mejillas algo rojas era como una especie de declaración de intenciones para él. Suavemente elevó unos centímetros la mirada del contrario para ser observado por esos ojos “Esa definitivamente es una buena mirada.” Era definitivo, a Dashiell le gustaba esa mirada y poseía un particular gusto por el rubio, y la verdad, no ocultaba sus intenciones con el rubio, de hecho ni siquiera lo había intentado nunca, pero con la actitud tan despreocupada que solía tener Dashiell nadie en su sano juicio creería que iba en serio.

—¿Esperabas otra cosa?— con suavidad apoyó su mano en aquella mejilla sonrosada acariciándola por unos segundos —Quiero disfrutar de ti Ilya, no hacerte esperar una fila kilométrica y que entres tan cansado de hacer cola que no te apetezca subir a nada— inclinó su cuerpo sobre el contrario provocando que sus rostros se quedasen a apenas unos centímetros el uno del otro —Respira no me voy a sobrepasar contigo— sí, Dashiell había llegado a ir con segundas intenciones a un parque de atracciones, pero esta no era esa ocasión, su primer objetivo era hacer que Ilya parase de pensar y darle vueltas a la cabeza, no era del todo consciente de que una de las cosas que le hacía darle más vueltas a la cabeza era él mismo.

Dashiell rió con suavidad, asintió con energía y tomó una de las manos de Ilya acercándose a él, estaba claro que el chico de ojos claros llamaba su atención, aunque el de ojos azules llegaba a ser tan misterioso que nunca sabías si su interés era únicamente como algo ocasional o si era algo más, aunque a favor de Ilya, desde que ese chico se metió en su vida habría dejado de ser tan ¿conquistador? No había dudas de que Dashiell había mostrado bastante interés por el de ojos ámbar y no era cosa de únicamente un día, sino más bien alguien que deseaba conservar, en esos momentos cuando Ilya desconocía la verdad tras el trabajo de Dashiell ni él mismo había pensado en cómo decir algo como eso, más allá de su raza, Dashiell no era precisamente lo que calificariamos como una buena persona, estamos hablando de un asesino después de todo.

—¿Las barcas? Claro, me parece bien, vamos sígueme— tomó la mano del rubio guiándolo hasta el puesto de tiro al blanco con aquella sonrisa dibujada en sus labios, lentamente al llegar al puesto frenó en seco, definitivamente no era por cosa de dinero que su paso se detuvo, el precio de una vida se pagaba alto, siempre había sido de ese modo. —Dime si hay algo que quieras, tengo buena puntería y no me molesta tratar de conseguirlo para ti Ilya— el de ojos azules le dejó al del puesto el dinero para que le cediese a ambos una escopeta cargada con ese artefacto y dió un paso atrás —Tú primero así no hay problemas de que no nos podamos mover bien— cedió al rubio el primer turno de disparos, aunque el de ojos azules estaría orgulloso de él lo hiciese bien o no-

Besó su mejilla con el descaro que solía mostrar siempre antes de cerrar uno de sus ojos apoyando esa pequeña escopeta en uno de sus ojos —Buena suerte Ilya, gasta tus tiros lo mejor que puedas— después era su turno y eso iba a ser bastante rápido, estamos hablando de Dashiell después de todo.

Los motivos de Dashiell conmovían al mas bajo, que se sintió mucho mas especial al escucharle decir aquello, disfrutar a el, evitarle la cola de las entradas y que disfrutase de las atracciones con toda la energía intacta, era un buen plan, era listo y parecía que pensaba perfectamente en todo, a pesar de que no respetara su espacio personal y le pusiera así de nervioso, algo que tenia seguro que pasaría todo el día, sin duda Ilya estaba encantado con el Frances, demasiado encantado.

Todo acercamiento hacia que el rubio pusiese todo tipo de caras, que se sonrojase, desviase la mirada y apretase los labios, pero a pesar de todo eso no quiso separarse de el, no hizo amago de apartarse o apartarlo con sus manos, al contrario, el quería mantenerse, demostrarle a Dashiell que estaba cómodo con el, que era mas que caras molestas o insultos avergonzados.

Cuando estaban en el puesto de tiro al blanco, esbozo una sonrisa justo al momento de escuchar lo de conseguirle algo, hasta le arranco una adorable risa que le libero un poco de su nerviosismo, tanto, que le dijo que le encantaría que le consiguiera uno de los peluches de delfín que había, en el caso de que el no pudiera conseguirlo, dejándole claro que confiaba en su habilidad en ese juego también para conseguírselo si o si, para a continuación tomar la escopeta que le apoyo tras el beso en la mejilla.

Gracias, voy a hacer eso, lo mejor posible..

Contesto y tomando aire intento concentrarse en el objetivo, el quizás no había manejado un arma de verdad, pero si que había jugado con aquellos artefactos típicos en los videojuegos, sobre todo en las recreativas, a pesar de que cuando fue con Dashiell ni si quiera cataron aquel tipo de juego.

"Esto si que se me da bien, da igual que Dashiell sea mejor que yo, no es realmente una competencia ahora..."

Pensó para si y seriamente aprovecho los consejos guardados en su memoria, a demás de la practica con los videojuegos, para hacer los mejores disparos que podía en el tiro al blanco. No fue algo perfecto en realidad, de hecho solo fallo un par de tiros, mientras los otros si que habían acertado, en todo caso sus puntos al fallar no eran suficientes para el delfín y bien pensativo, eligió otra de las cosas de por allí, una bufanda con los colores de el parque de atracciones.

No es tan malo... ¿No? Es algo útil, y de lo que podía tomar, es lo que mas me gustaba...

Le comento a Dashiel mientras se giraba y le miraba con una sonrisa, esta vez fue el quien le dio suerte al otro, aunque sabia que no la necesitaba quiso hacerlo, por eso le dio un beso en la mejilla algo fugaz y desviando la mirada se lo dijo, en un murmullo suave, pero le dio buena suerte.

Consígueme ese peluche...

Fue lo ultimo que dijo, atendiendo todo lo que podía a los movimientos de el mas alto, quería fijarse bien en lo que lograba en el juego, en su puntaje, en como apuntaba y disparaba, en resumen, quería hacerlo por que necesitaba guardarse esa imagen genial de Dashiell en la cabeza.

Dashiell saltaba a la vista que tenía una gran facilidad para mostrar esa engañosa personalidad que era capaz de mostrarse justo como uno deseaba verle; ¿deseabas un chico alegre, misterioso, o tal vez que comprenda y muestre interés por las cosas que te gustan? Fuera de ser por amabilidad este joven podía encontrarse en todos esos lugares después de todo cosas como mentir o actuar eran ya cosa de formación profesional para Dashiell. A menudo ocultaba su verdadera personalidad, habían pocas personas que habían visto en primera  mano la personalidad total y completa de Dashiell. Pero admitamos una cosa, Dashiell era capaz de mostrar un interés real por Ilya, eso no era ningún tipo de falsas caras o de imitación que Dashiell se mostrase interesado por Illya.

“Adorable, realmente adorable” esa era la explicación de Dashiell para describir a Ilya, desde su rubor hasta cuando avergonzado comenzaba a protestar de los actos de Dashiell, pero la verdad es… adoraba avergonzar a Ilya. Aunque la verdad es que Dashiell parecía algo sorprendido de lo receptivo que se mostraba Ilya ante sus actos, no era común verle actuar de ese modo tan lindo, y adorable, tenía hasta ganas de llevárselo a casa. Pero pensaba contener sus instintos un poco, después de todo él era la razón por la que el francés insistió tanto con tener un día libre.

En cualquier otra ocasión la palabra cita solía sonar algo frívola, pero en esta ocasión Dashiell fue el primero que usó esa palabra para dirigirse a esa salida, cosa que nunca hacía con las pseudo-citas que acababa teniendo por trabajo para que su infiltración fuese completa. Aquí no había ningún objetivo o asesinato al cual el de ojos azules tuviese que estar atento, de lo único que tenía que estar atento era de que tanto él como Ilya acabasen por pasarlo bien divirtiéndose mucho en el camino. —Ánimo, y recuerda, mantén una posición firme para que se desvíe lo  mínimo posible— acabó aconsejando un poco, pero de sus palabras a saber hacerlo eran cosa totalmente distintas.

Cuando el más joven acabó posó su mano sobre la cabeza del propio Ilya esbozando una sonrisa, desordenó con suavidad sus cabellos dorados antes de bajar su rostro hasta quedarse a poco más de unos centímetros del rostro de Ilya —Lo has hecho bien, ha sido un buen trabajo, he visto tanto mejores como peores, pero con la poca estabilidad que tienen estas armas de juguete no está mal, hay que ser muy preciso— tanto como él lo era.

Esas eran las únicas palabras que necesitaba Dashiell, asintió y esbozó una sonrisa, ¿qué más podía pedir? No solo le había deseado suerte, sino que el chico que le atraía le había regalado un beso, eso era más que motivación suficiente para él. Midiendo con cuidado  sus tiros disparó tomándose varias veces unos segundos para realizar  el disparo. Incluso contenía la respiración en el momento definitivo que apretaba el gatillo para que ni tan siquiera el leve movimiento de su respiración se pudiese en medio; por algún motivo extraño para toda persona que desconocía su trabajo se veía como si estuviera acostumbrado, como todo un profesional.

No falló, de hecho le sobraron tiros y llevó  esa escopeta hasta su hombro dejándola apoyada unos segundos —Ya lo ha oído, el peluche— Sus ojos se encontraron con los de Ilya antes de coger el peluche entre sus brazos y cederselo al rubio —Aquí tienes— estaba acostumbrado a usar cualquier tipo de armas, era obvio que las armas de fuego no serían algo distinto. Hay que decir que un buen asesino se cataloga también por las armas que es capaz de usar. —Dijiste las barcas ahora, ¿verdad? Demos una vuelta para buscarlas— expresó sin borrar de su rostro aquella sonrisa únicamente dedicada a Ilya.

A medida que pasaban los segundos el propio Ilya se preguntaba, como fue posible que reuniera el valor para darle un beso en la mejilla, pues de el simple hecho de acordarse se iba avergonzando por momentos, la bufanda que pudo sacar con lo que acertó al menos si era útil, para el frio y para taparse con "Disimulo" la cara, manteniendo su boca tapada por la tela ¿Cómo iba a conseguir su objetivo de esa forma? Se había prometido ser mas calmado, pero cuando se avergonzaba tenia ganas de sacar ese tsunderismo que ni el entendía del todo, quería a Dashiell cerca, pero cuando lo tenia cerca los nervios le impulsaban a apartarle, suerte que se contenía en esa cita, ya lo habría empujado unas cuantas veces.

Aun pensaba en el alago que le dijo tan cercano a su rostro, como alabo su trabajo al disparar, estaba orgulloso de hacer que dijera esas palabras, pero mucho mas lo estuvo de el propio Frances, al que vio básicamente en acción, daba tanta la impresión de que era un experto en el disparo ¿Quizás era de esos a los que les gustaba el paintball o el Airsoft? Que mas daba, a sus ojos se veía tan genial, tan profesional, que se quedo algo embobado y al terminar andaba con las manos juntas de la impresión.

"Es... tan genial..."

Pensó y parpadeo en el justo momento que sus ojos se cruzaron con los azules, estirando sus manos para tomar el peluche que abrazo contra si de forma inmediata, le gustaba, pero ahora mismo su atención estaba demasiado centrada en el propio Dashiell, hasta le sonrió suavemente en agradecimiento.

Gracias por conseguírmelo... eres muy bueno, tengo que admitirlo, tienes hm... habilidad supongo ¿Juegas mucho a cosas con armas?

Su pregunta llego mientras se ponían rumbo a las barcas, algo que el propio ángel aseguro que sabia donde se encontraban, después de todo se había como estudiado el típico mapa de los parques de atracciones, solo un imprevisto en el camino podrían retrasarlos, pues perderse no se iba a perder, los caminos estaban demasiado grabados en su memoria.

A pesar de saberse el camino, Ilya opto por tomárselo todo con calma, por lo que junto a Dashiell prefirió disfrutar de el camino hacia el sitio de las barcas, dando lo que en toda regla se trataba de un paseo, esperaba que el contrario no se aburriera en esa atracción, era la típica que si bien a veces tenia sube y baja no es que fuera algo como la atracción de los rápidos, esa donde se sentaban tres personas y tanto la subida como la bajada eran realmente altas y rápidas.

Si quieres, luego puedes elegir una tu, cualquiera esta bien... estoy preparado para las emociones.

La fortuna es que Ilya no era de los que sentían miedo de montarse en montañas rusas, norias y esas cosas, aunque si le ponía los pelos de punta las cosas de terror.

Dashiell podía comportarse como una bestia o como todo un caballero, pero con Ilya parecía estar dejándose llevar más que de costumbre, sin tener que actuar o sin tener que mostrar caras y sonrisas falsas que no iba nada con él, solo podía ser él mismo en parte con el chico de ojos azules. Dashiell reía con ganas ante las expresiones del chico, podemos asegurar que el francés de ojos azules de verdad era capaz de divertirse y de pasarlo bien cuando la ecuación incluía a Ilya; sin lugar a dudas era su chico preferido. Es cierto tenía un carácter difícil, y por su parte Yerik era un encanto pero donde se posaron sus ojos era en el gemelo más complicado de los dos. Ilya era único, estaba algo incomprendido así que en su cabeza lo más importante era esperar que el más joven conociese los sentimientos que era capaz de despertar una cita; y la verdad, ¡el propio Dashiell lo estaba pasando bien!

Hacer prácticas de tiro para el era común ya fuese con armas de fuego o con arcos y ballestas se había acostumbrado a usar todo tipo de armas, aunque lo mas común era ver dagas cuando debía encargarse de un asesinato, eso no lo cerraba a un solo tipo de armas, tenía una gran variedad. No hacía trampas solo es que… estaba demasiado acostumbrado a usar armas de todo tipo. Lentamente esa mirada cristalina no paraba de mirar a Ilya, no podía contarle la verdad, eso pondría en peligro lo que era la vida para Ilya e incluso para Yerik.

—Bueno… podemos decir que algo así, además siempre he tenido buena puntería para estas cosas, o quizás cuando hacía tiro al blanco cuando era un crío es más útil de lo que esperaba— mintió, pero no podía decir abiertamente que era un asesino, y menos si era Ilya la otra persona, deseaba protegerle de esa parte oscura de su vida era malo que se viese metido en ello, es por eso que nunca había dejado que Ilya viese más allá de lo que él dejaba ver.

Entrelazó su mano con la del contrario dando varios pasos hasta la cola de la atracción tras pagar las fichas, aunque tuviesen un tiempo de cola podían usar ese tiempo solo para ellos, sujetó los hombros de Ilya sonriendo de medio lado —Dime ¿has pensado cómo llamarle?— preguntó refiriéndose al peluche antes de emitir una suave risa momentos antes de pasar a acariciar sus cabellos estrechando al de cabellos dorados entre sus brazos —Eres adorable Ilya, ¿seguro que no quieres que te devore?— preguntó con ese tono bromista cerrando uno de sus ojos con ese tono carismático y bromista en él, le encantaba ese chico al completo, tanto que había dejado de salir con otras personas desde que coincidió con él.

Besó su mejilla y le dejó su ticket a Ilya acompañándolo hasta que apenas estaban a un par de personas de su turno —Hm~ emociones fuertes ¿eh? Oído cocina~ intentaré que sea algo realmente sorprendente, para ambos de ser posible— sí, ambos pasarían un buen día, de eso no había ninguna duda. Miró hacia el de ojos ámbar antes de frotarse la nuca —Podemos dejar mientras tanto al pequeño como se llame con el guardia ¿sí? Que sino nos va a ser difícil montarnos juntos en la atracción— su tono nuevamente se mostró insinuante con esa sonrisa dibujada en su rostro, era realmente alguien muy especial para él.

Con su peluche bien agarrado, emprendía el camino hasta la cola de las barcas y allí espero con Dashiel, le había escuchado contestarle antes que su puntería se podría deber a habilidad nata o a lo que hacia de pequeño, algo que al rubio le pareció convincente, no indagando mas en el tema y dejándolo pasar como una cosa bastante normal, poco imaginaba de la verdad, pero por ahora no era importante. Por otra parte mantenía su mano agarrada a la de el contrario y dentro de lo que cabe se decía en su cabeza que estaba bien, que debía acostumbrarse, que era normal, que no debía exaltarse por que esa ocasión era especial para el, quien nunca tuvo una cita con nadie de forma oficial.

O-oh bueno... creo que estaría bien "Chi" tiene....tiene cara de "Chi"

Por algún motivo se le metió eso en la cabeza y de veras le veía cara al peluche de llamarse así, pero aun de aquella forma sonaba como si se tratara de algo improvisado, algo que era en parte verdad y en parte mentira, simplemente le vino de repente, le preocupaba que Dashiell se riera de el e iba a justificar un poco mejor, pero las palabras de este le hicieron perder el hilo para solo acallar y sonrojarse, en definitiva era claro que la diferencia con su hermano se debía mucho a eso, se avergonzaba demasiado y eso le hacia saltar a la defensiva para compensarlo, de todas formas siguió comportándose a pesar de haberle dado un golpecito de nada, como si dijera que diablos estaba preguntando y a que se refería, con algo tan simple, incluso en un gesto adorable se quito la bufanda y se la enrollo a lo rápido en la cabeza tapándole medio ojo y la boca en el proceso por la vergüenza.

Bueno, espero... que así sea, pero de veras sorprendente para los dos, no vayas a....a hacer de las tuyas o algo así hmm.

No le había estado mirando, pero le observo de reojo en el justo momento que froto su nuca, a sus ojos ese gesto de el Frances le pareció ¿Fruto de los nervios? Esa clase de cosas solían significar nerviosismo o timidez y sinceramente, veía mas a Dashiell poniéndose nervioso que tímido.

Curiosamente fue ese el motivo por el que Ilya se relajo un poco, tomándose muchísimo mas en serio todo el asunto de la cita de lo que ya se lo tomaba, era mas real, como algo mas mutuo, pensar en que el castaño estaba igual de nervioso que el le tranquilizaba, le daba fuerzas, le hacia tomar su palabra sin ningún rechiste. Su cabeza se movió afirmativamente poco antes de mover el peluche hasta el guardia, no era extraño que guardaran los objetos de los que entraban a las atracciones por lo que sin problemas de ningún tipo pudo al final avanzar lo que quedaba al estar ya de los primeros, decidiéndose a "arrastrar" a Dashiell tras el, entrando primero el a la barca y luego tirando a este de el brazo para que se sentara a su lado.

Ahora...a esperar un poquito a que, en fin...se ponga en marcha

Estando allí solo tenían que esperar a que las barras bajasen hasta la cintura, no es que fuera a ser muy brusco el camino, pero la seguridad era la seguridad, había que tener precaución sobre todo con el asunto de caerse hacia un lado sin querer, aunque era mas asunto para gente mas pequeña que para ellos.

“Tan lindo” eso era demasiado adorable, esa escena de Ilya con aquel peluche en sus brazos era tan adorable que con una carcajada se acercó a él y se tomó la libertad de señalar hacia su móvil antes de hacer una foto de recuerdo con Ilya. Ese chico a sus ojos era un auténtico encanto, estaba lejos de ser esa bestia insoportable que solía intentar definir tan a menudo el de ojos ámbar. Cerró uno de sus ojos antes de hacer la foto con aquel tono travieso que mostraba Dashiell tan a menudo. Su mirada bajó un poco hasta el peluche antes de que riese con suavidad. El de ojos azules apoyó una de sus manos en Ilya, guardó su móvil y colocó la otra sobre el peluche —Pues bienvenido a la familia Chi, ahora te toca estar al cuidado de mi lindo Ilya— ese joven descuidado que le encantaba al propio Dashiell.

Realmente era adorable ver a Ilya en una situación como esa, era lo que le ponía de mejor humor en todo momento fue estar al lado de Ilya y que por primera vez no se mostraba reacio a las muestras de cariño, o al menos no tanto, parecía estar tomando bastante en serio el tema de su cita, pese a que el de ojos azules se estaba guardando un gran final para el cual no iba a estirar su lengua más de lo necesario. Con ese gesto travieso apoyó una de sus manos en su hombro mientras caminaba junto a él. —¿Sabes que eres demasiado adorable cuando te sonrojas? Me costará contenerme como sigas así— fue un instante pero con aquellas palabras acercó sus labios al oído de Ilya, amaba ponerlo nervioso de ese modo. “Literalmente no vas a tener escapatoria” era lo mejor de Dashiell, nunca advertía en falso. —Lo prometo, te encantará lo que tengo preparado para ti— afirmó cerrando uno de sus ojos.

Se moría de ganas por llegar hasta el final, pero ni él mismo era consciente de hasta dónde les iba a llevar esa sensación que los unía uno al otro. Es decir, Dashiell estaba ocultando muchas cosas a Ilya, es decir, ni su trabajo ni nada más personal de él, sino que era alguien que desde fuera intentaba que nadie se acercase más de la cuenta, ponía una especie de barrera a su alrededor, ni él mismo sabía cómo llegaría a actuar cuando viese la parte más oscura del propio Dashiell, era consciente de que no era precisamente una buena influencia, pero no era de esos que se dejaba llevar por la negatividad.

Acarició la mejilla de Ilya mientras aquella atracción se ponía en marcha lentamente —Ilya, no estés nervioso— sostuvo su mano oculta en aquellos asientos antes de que dirigiese su mirada hasta él. y poco antes de que aquella atracción comenzase la parte divertida rió con suavidad, lo cierto es que últimamente siempre que había pisado ese lugar había sido por razones oscuras, no para divertirse —¿Sabes? No está tan mal tener un día contigo como este de vez en cuando— por desgracia iba a tardar en poder volver a tener un día como ese nuevamente.

A penas le dio tiempo en el momento que Dashiel hizo la foto, por lo que seguramente apareció sorprendido o bien con una cara placida y adorable con el muñeco, cualquiera de las dos, seria una buena estampa que el mayor iba a poder conservar para si y, el simple hecho de pensar en eso le hacia enrojecer "Dashiell con una foto suya" ¡Oh dios! Podría mirarle cuando quisiera, aunque no imaginaba que de por si alguna vez Yerik, su propio hermano, le proporciono al francés un buen repertorio sin problema, si aun no sabia, es por que el secreto se guardaba bien o el rubio menor mataría a su hermano.

Estando en el barquito aquel no hizo mas que darle vueltas a lo que le susurro al oído ¿A que se refería exactamente con no tener escapatoria? Pero lo que se había robado completamente su cabeza entera fue lo de contenerse ¿En serio tanta cercanía era contenerse? Eso quería decir que si dejaba de hacerlo seria algo mas vergonzoso lo que pasaría.

Para cuando se quiso dar cuenta la atracción ya se empezó a mover y su cabeza se giro a mirar a Dashiell, algo tan simple aun le ponía nervioso y eso que la atracción era muy light.

M...me alegra que pienses que no esta tan mal pasar el día así ...yo... admito que lo estoy disfrutando, de veras, n-no te miento.

Sinceramente lo admitió, a pesar de la vergüenza lo andaba disfrutando, pero era también cosa de que de veras lo quería disfrutar, pues después de lo de el cine se había propuesto que no desaprovecharía el tiempo preciado que pasaba con el mayor, aquel día se sintió algo triste, vacío y decepcionado, no por el contrario que solo fue a atender su trabajo, si no consigo mismo por ser tan estúpido de dejarse llevar por su tsunderismo, ahora lo contenía un poco, lo hacia para que no se repitiera y ¿Seria egoísta admitir que quería usar las atracciones que les mantenían así para que no desapareciera de repente? Eso, es lo que hacia, consciente o no, quería forzarle a mantenerse en el lugar por si a caso.

Iba a decir algo cuando el barquito hizo un giro algo brusco y su delgado cuerpo se deslizo justo hasta quedar pegado al de Dashiell, literalmente la barrita no le mantenía en el sitio, aunque si evitaba que quizás se cállese de la atracción de hacer un giro hacia su lado, de cualquier forma se quedo un momento así hasta que se ayudo de sus brazos para volverse a su lugar, con vergüenza.

Ah... Dashiell, por cierto, me ... me gustaría que me pasases la foto que hiciste... como recuerdo ¿Vale? Salgo en ella, así que...también tengo derecho a tenerla ¡Eso es!

Le atacaban los nervios y aquella parte suya salía algo a flote, pero la mantenía a raya y, ahora que lo pensaba... ¿Aquella atracción no tendría también alguna parte donde te hacían una foto de sorpresa? Eso si le hizo tragar saliva ¿Dónde podrían poner la cámara? ¿En una de esas curvas? ¿Al final? Hasta se puso a mirar un poco mas atentamente alrededor.

Como si fuese una melodía la sonora risa de Dashiell fue pronunciada de una forma que únicamente llegaba a los oídos del rubio, Ilya era demasiado dulce y adorable, él era una persona cariñosa y mucho más brillante de lo que se forzaba a ver el propio Ilya, pues a ojos del demonio Ilya era la luz más pura que nunca había llegado a ver con aquellos brillantes ojos azules que enfocaban con frecuencia al rubio, a ese adorable chico era mucho más de lo que intentaba ver desde sus propios ojos, si se viese a través de Dashiell el tema cambiaría mucho, ese ángel de verdad irradiaba luz para él.

Miró la foto durante varios segundos, la expresión de Ilya era adorable, dulce y respiraba inocencia. Pero no solo eso, ambos compartían un gesto muy natural en aquella fotografía, es por eso que Ilya era alguien brillante para Dashiell. El más alto jugueteaba con los mechones de Ilya sin preguntarse siquiera si estaba siendo invasivo con él y con su espacio personal, le gustaba la presencia de aquel ángel; misma razón por la cual si bien nunca ocultó ser un demonio sí que ocultaba su trabajo de él. Dashiell no era un simple recadero, no, nada de eso, él acababa con vidas por enormes cantidades de dinero.

Dirigió su mirada hacia Ilya, amablemente acarició la mejilla del chico sin evitar soltar una pequeña risa —Te creo, no necesitas explicarte más de la cuenta Ilya— aseguró con honestidad, ese chico era demasiado amable pese a que al inicio pudiese verse una personalidad un poco hostil desde fuera el de ojos azules había visto de primera mano que Ilya no era de ese modo —Me alegro que lo estés pasando bien aquí, nos divertiremos mucho hoy, te lo prometo, además tengo todo el día para tí— aseguró con una carcajada.

—Por cierto… siento lo de la última vez, por lo general tengo que atender el trabajo siempre instantáneamente— no le gustaba mentirle a Ilya, pero el de ojos azules tenía una especie de pacto en el que le daban tiempo libre ocasionalmente, pero cuando le solicitaban para un trabajo no podía negarse a no ser que como era ése día pidiese el día libre con antelación. Con cuidado cerró uno de sus ojos sin evitar el contacto visual con el contrario —Hoy te lo compensaré con creces Ilya— estaba claro que tenía preparado un gran final para aquella cita ¿Qué menos que darle un gran regalo de disculpa?

Sorprendido miró a Ilya —Hey, ¿estás bien? ¿Te hiciste daño Ilya?— preguntó con preocupación antes de que aquella divertida atracción hiciese de las suyas, la risa de Dashiell pudo escuchase con claridad sobretodo porque escuchaba los gritos escandalizados de la pareja de atrás —En serio, Ilya solo por los gritos eso me están dando ganas de ir a la casa encantada para reírme un rato— y definitivamente asustar a Dashiell era casi imposible, al menos con cosas así, sólo se preocuparía o asustaría si Ilya sufría algún daño o algún accidente real.

Esa enérgica risa de Dashiell se pronunció negando con suavidad —¿Tantas ganas tienes de verme todo el tiempo? Solo necesitas llamarme y decir ‘quiero verte’ acudiré a dónde sea que estés— su voz se tornó a un tono más bajo con ese algo sensual antes de que simplemente señalase hacia algún punto —Cámara— el de ojos azules sonrió divertido pese a que aún les quedaba un pequeño tramo del trayecto —En cuanto bajemos te la paso Ilya— afirmó con naturalidad.

Era adorable como se avergonzaba por cosas como esas, pero una vez se detuvo la atracción se acercó a tomar a ‘Chi’ dándoselo de nuevo a Ilya poco antes de sacar el móvil para pasarselo a Ilya —Muy bien, ahí la tienes Ilya, ¿quieres que vayamos a ver la foto antes de irnos?— preguntó tomando la la mano del más bajo antes de abrazarse a él —¿Por qué eres tan lindo? Me dan ganas de hacer que te avergüences constantemente— confesó sin cortarse un solo pelo

Eran por cosas así que Ilya irremediablemente sentía debilidad por Dashiell, este podía ser atrevido, con la mano muy larga para abrazar y acariciar, pero tenia sus momentos aparentemente dulces, algo que a el rubio de ojos ámbar le encantaba, incluso diciéndole algo tan simple como que se divertirían de forma prometida y que tendría el día entero para el, no podía imaginar el Demonio como hacia revolotear el corazón de el Ángel, como si este tuviera vida propia, a demás por otra parte las disculpas que le daba le hicieron sentir que de veras lo lamentaba, no le había echado las culpas de todas maneras, en todo momento Ilya se las echaba a si mismo por el simple motivo de ser tan idiota, por andar de indignado en vez de disfrutar como debería de su compañía, ya de eso había aprendido, no iba a volver a repetirlo, menos si al parecer Dashiel tenia un tipo de trabajo tan imprevisible, no sabia cual era, pero definitivamente parecía algo muy espontaneo, inesperado, pensar que estas libre y de repente no.

A-ah estoy bien de veras, no pasa nada solo fue un giro que no me esperaba... te diría quizás que no fuéramos a la casa encantada pero, la verdad, creo que mientras no te alejes esta bien.

Su actitud se volvió algo tímida y en su cabeza esa vocecita tan frecuente que tenia estaba gritando que diablos estaba diciendo, si en serio acababa de acceder a pasar miedo siempre y cuando Dashiell estuviera a su lado ¿Su compañía le hacia ser mas valiente a aquellas atracciones? Puede que no, pero si seria un alivio poder sentirse acompañado, no era lo mismo después de todo ir solo, en pareja o en grupo. Entre eso y lo que escucho decir a el de ojos azules su cara se volvió inesperadamente roja ¿Llamarle y decir quiero verte? A primeras parecía sencillo, pero tratándose de Ilya y su mente tan extraña esa simple palabra sonaba vergonzosa ¿Y por que se imaginaba susurrándolo? Le miro ligeramente y luego miro hacia donde apuntaba, la cámara seguramente iba a volver a plasmar una cara bastante extraña por su parte, pero no le importaba, se llevaría todas las fotos que fuera, todo lo que significara recordar el momento con el Frances.

Queriendo hacerse con la foto, dándole igual como en realidad se viera en ella apretó a Chi en su brazo cuando se lo dio el mas alto y apretando la mano que este un momento dejo que al final le abrazase, Dashiell le hacia sentir lindo, especial a pesar de todo, vulnerable, le hacia querer mejorar su actitud, controlar esa parte tan espontanea que solía alegar a la gente, por que quería hacerse comprender, dejar claro las cosas que sentía. Fue sorprendente, pero al final hasta el acabo rodeándole con su brazo libre y escondió la cabeza, estar avergonzado no le limitaba para intentar demostrarle que el abrazo le gustaba.

I-idiota, que cosas dices de repente...pero...supongo que si eres tu las puedo aceptar, s-sea como sea, vamos... no quiero dar oportunidad a que...hagan que te vayas otra vez o algo así de forma repentina.

Se alejo lentamente dejando de responder el abrazo, cortándolo, para agarrarle la mano por si mismo y tirar de el unos momentos, lo suficiente para hacerle caminar hasta la zona donde se veían las fotos de la atracción, así la verdad es que parecía el típico niño emocionado aunque su cara gritara a los cuatro vientos "Soy un tomate" mucho mas al ver la cara con la que la cámara de la atracción le había pillado, vergonzosa, pero divertida aun así, no estaba mal en realidad.

Cómpralas... no se ven tan mal ¿No? Y luego vamos a donde quieras, no me quejare

Intento comportarse un poco mas de forma valiente y con una sonrisa seguido diciéndole, a pesar que al mencionar "Casa encantada" comenzó a tartamudear.

E-esta bien...si vamos ahí...jaja d-de veras en serio...no es, no es como si t-tuviera miedo o algo.

No había ninguna señal de que lo que decía fuese cierto, de hecho olía a kilómetros que le daba miedo, pero que no lo hacia simplemente por ser valiente o querer quedar a ojos de Dashiell como ello, si no que lo hacia por ir a alguna atracción que le gustase a el, según su hermano, siempre había que sacrificarse un poco si alguien te importaba mucho, no estaban hablando de algo peligroso, solo de una atracción, por eso quería hacerlo, era un sacrificio que pensó que podía hacer, no seria complicado.

¿Qué veíamos desde fuera? Dos amigos en un parque de atracciones, o si no eres cerrado de mente una cita entre dos chicos, uno de ellos tímido con ciertos arranques de ira y puede que con ¿problemas de autoestima? mientras que el más alto estaba alegre, calmado, mostraba seguridad en sí mismo y sobretodo mostraba aquella sonrisa en su rostro, orgulloso y con esa aura atrayente, pero sin lugar a dudas no se veía como un mal tipo sino alguien que mostraba claramente sus intenciones, o al menos era lo que parecía. Aunque sí, era alguien al cual el misterio le envolvía, no hablaba de sí mismo, sino que con frecuencia lo evitaba, pero más allá de esto jamás podrías sacar de sus palabras cosas como la familia, su trabajo e incluso su pasado; solo cosas de lo más triviales como parejas anteriores, e incluso las nombradas no conocían nada más de Dashiell, solo lo que él mismo decidía decir.

Curioso ladeó la cabeza mirando a Ilya, no quería que se diese un mal golpe, era su preciado Ilya después de todo, por eso ocultaba quien era de él, del joven de ojos de color ámbar. Se tomó unos momentos antes de acariciar su mejilla —¿Seguro? Dí la verdad estabas deseando abrazarte a mí— de nuevo ese tono juguetón se pronunció en el francés, rió con suavidad, se divertía de ver a ese pequeño de cabello de color dorado de esa forma que a Dashiell le resultaba tan adorable en momento como aquellos. “Adorable” ¿cómo podía pensar otra cosa viendo esos gestan tan tímidos y lindos a los ojos de Dashiell. Acarició su mejilla sin borrar esa sonrisa picara de su rostro, cerró uno de sus ojos y dejó que su paso avanzase antes de detenerse unos momentos, era visible que jamás dejaría atrás al contrario pero le gustaba ver las distintas expresiones del rubio.

Dashiell volvió hacia Ilya antes de volver a mirar la foto, lo que más le gustaba era la expresión de Ilya, siempre era tan puro e inocente que le costaba resistirse; finalmente acabó comprando el código de descarga para imprimir él mismo y descargar la foto, alguien no parecía tener intenciones de irse sin la foto —Vamos~ luego te paso las fotos, prometido— algo dudoso y sorprendido con suavidad correspondió aquel abrazo acariciando suavemente los cabellos de Ilya antes de esbozar una sonrisa ¿cómo podía ser tan lindo? —Oye… ¿estás buscando que te devore?— preguntó antes de con lentitud alzar la cabeza de Ilya para besar su frente, le costaba un poco contenerse cuando se trataba de Ilya. —¿vamos?— preguntó ofreciendo su mano al contrario, aunque la verdad, no le dio demasiado tiempo para reaccionar.

—Ya...— la sonrisa pícara de Dashiell hablaba por sí misma, era más que consciente de que el contrario estaba atemorizado, arrastró al que era su pareja de ese día hacia la siguiente atracción y apenas alcanzaron la cola de la atracción se escuchó un agudo grito haciendo que varias parejas se alejaran por miedo reduccion su tiempo de espera, esto provocó que Dashiell soltase una carcajada sujetando su propio estómago con fuerza —¿Se puede ser más patético? Darselas de valiente con tu novia para acabar meandose encima porque griten, bueno, gracias por hacerme esperar menos— esos aires, esa confianza en sí mismo y lo que estaba acostumbrado a vivir el de ojos azules, poseían un color tan puro que era imposible adivinar qué clase de persona era el propio Dashiell.

Estaba claro, fue juzgado por los que se quedaban esperando atemorizados —Vamos Ilya, paso al frente— caminó arrastrando al contrario con él hasta que su turno simplemente llegó al final para comenzar su aventura en aquella casa encantada y recibir las advertencias, las pesadas y repetidas advertencias por parte del que se encargaba de advertir sobre los sustos. —Muy bien mamá ¿puedo entrar ya?... Gracias— comentó de mala gana antes de entrar.

El ambiente dentro era oscuro, aunque sus ojos estaban adaptados a la oscuridad, lo suficiente como para ser capaz de ver y percibir a los empleados esconderse en las zonas apropiadas. Puso los ojos en blanco de lo torpe que eran algunos —No me sueltes, dudo que seas capaz de ver que hay frente a tus narices— comentó con suavidad llevando consigo al chico —Permitido abrazar, pero solo por ser tu— cuando le tocaba cita con alguna chica de los socios de su mafia y acababa en ese lugar solía decir más bien todo lo contrario; es decir, distancia de seguridad junto a un ‘no te pegues demasiado a mí’ totalmente opuesto a como era con Ilya, pero él era especial para Dashiell.

Dashiell a veces era tan "El" que a Ilya le costaba no ponerse a protestar, claro que le gustaba así, pero su coquetería y la verdad en sus palabras hacían que el ángel intentase reprochar el 100% de las veces que lo que decía "Era mentira" negando lo obvio claro esta, pues de por si el rubio era demasiado transparente con sus sentimientos e intenciones.

"No lo eches a perder Ilya, prometiste no quejarte para no perder el tiempo...céntrate"

Se le cruzo por la cabeza en los momentos donde el Frances intentaba hacerle cruzar el limite, era duro, pero al mismo tiempo eso provocaba situaciones como aquellas, donde había accedido a ir a aquel pasaje de el terror, da igual lo simple que fuera, si añadías oscuridad, que no veía nada de esa forma y que de sorpresa le pegaban un susto, era suficiente, lo que le asustaba a Ilya no era la caracterización de los empleados de esa atracción, eran los sustos sorpresas cuando no se lo esperaba, de cualquier forma entre las acciones de el mayor y todo lo demás, no lo estaba pensando demasiado, no lo hacia mientras le insinuaba, no lo hacia cuando besaba su frente o tomaba su mano, pero desde luego si que lo hizo al escuchar los gritos.

Sus ojos se abrieron como platos un poco, estuvo a punto de decir algo hasta que escucho la palabra "Patético" por su parte, quizás Dashiell lo dijo refiriéndose a los que se hacían los valientes con sus novias y acababan mas asustados que estas, pero el Ángel lo tomo como que asustarse en algo así era patético, algo que le hizo tragar saliva de forma inmediata, no quería verse patético frente a Dashiell, no quería verse alguien ridículo.

Tomo una gran bocanada de aire, agarrado a aquella mano mas grande que la suya y paso por paso fue entrando con el en la atracción, lo había decidido, iba a aguantar sea como sea los sustos, iba a intentar no mostrar su miedo, no correr, no temblar o abrazarse asustado, su deseo de no parecer alguien patético frente a Dashiell era fuerte y aunque se viera en la obligación de contenerlo, con explotar de alguna forma "Poco sospechosa" después estaría bien.

Si...no veo nada pero, estoy bien, no pasa nada, no voy a asustarme.

Le contesto, apegarse o abrazarse a el no era una opción, se lo había tomado muy a pecho y por mucho que le costara iba a conseguir salir de ahí sin dar muestras de haberse asustado, bueno, esa era su intención, haría lo posible.

Paso a paso, iba dando a entender que estaba tranquilo y bien, mas estaba completamente alerta en la oscuridad, intentando no apretar demasiado la mano de Dashiell para que no notara que estaba inquieto ¿Por donde vendría el susto? Sabia que los empleados no podían tocar a los que pasaban de ninguna manera, pero si podían crear sonidos en el momento preciso, podía escuchar la musiquita siniestra, sonidos de fondo como indicando lejanía, entonces llego el primer susto, cuando pasaban por lo que  parecía una puerta esta fue golpeada de inmediato y se vio una silueta contra una especie de vidrio cercano, como forma de contenerse apretó la mano que no agarraba Dashiell, aguanto un momento la respiración y disimulo el susto con una risa.

Jajajajaja q-que estúpido, esto no da miedo...

Comento después de reírse, su cuerpo aun temblaba un poco y estaba en tensión aunque diera a entender que no, tensión que iba a estar acumulándose susto tras susto, no había necesidad de aguantarse, podía abrazarse a Dashiell por que no había nada de malo en algo así, pero su mala interpretación de sus palabras le hacia aguantar, sufrir en secreto, por que a ojos de este no quería ser patético.

Uno de esos sustos, mas o menos le hizo querer salir de allí rápidamente, estaba a nada de que se le saltaran las lagrimas y como acelero un poco su paso, quedando unos centímetros por delante de Dashiell podían ver los trabajadores que estaba en ese punto, donde un susto mas le haría correr de forma repentina, aguantaba en ese limite y creía poder lograrlo, hasta que frente a si hicieron aparecer una araña de forma repentina, no pensó que en las cosas así también las consideraban aptas para asustar, ese fue su error.

No, en ningún momento pensó que sus palabras pudiesen afectar al rubio de ese mal modo, Dashiell era sincero sobre su opinión sobre aquellos gallitos, pero solo le molestaban ellos, nada más era consciente de que no todos aguantaban el terror del mismo modo que él, alguien que muchas, incontables veces lo tomaba a risa, como poco más que un chiste. Aún así no poseía nada en contra de esa gente, aunque debemos admitir que generalmente no permitía que la gente se le abrazase con esa libertad; repitamos, generalmente; pero, había un cambio, se trataba no de cualquiera, sino de Ilya, y a él parecía permitirle casi todo; y es mejor hacer enfásis en ese ‘casi’ una de las cosas que Dashiell no quería mostrarle a Ilya era esa parte más oscura de sí mismo, la parte en la que el demonio revelaba que era un cruel asesino o sicario si deseamos ponerlo con mejores palabras; nunca le temblaba el pulso para arrebatar una vida. Se negaba a que Ilya viese esa parte de él.

Tenso, así se veía Ilya desde los ojos de Dashiell, ni tan siquiera reparó en que podía ser culpa suya, en lo más mínimo así que desobedeciendo a su instinto comenzó a caminar junto a Ilya, sabía que estaba atemorizado, pero le gustaba esa parte de él que se hacía el valiente, era tan tierno como intentaba parecer todo un hombrecito frente a él, era tan lindo que solo le daban ganas de consentirlo, de avergonzarlo y ver todas esas reacciones en su rostro, era demasiado adorable para él, es por eso que cuidaba tanto de él no quería que se alejase de su lado, no es que creyese que el contrario no podía con eso sino que no quería poner en problemas a Ilya.

Rió y se encogió de hombros antes de mirar hacia él —Nadie ha dicho que estés asustado, ¿o es que quieres demostrar algo?— comentó con aquel tono insolente que solía usar el ojos azules, le gustaba el carácter osado y salvaje que tenía a veces para mostrar que ya no seguía siendo un niño, era divertido, desde fuera su relación era como una simple amistad pero estaba claro que Dashiell apreciaba a Ilya lo suficiente como para tener eso en cuenta, —Si no puedes con esto solo dímelo, ¿de acuerdo?— ladeó la cabeza dudosamente, no parecía estar bien, o al menos no del todo.

Su mano estuvo unida a él durante apenas unos instantes antes de que la apretase, solo acarició el dorso de su mano lentamente con la única intención de mostrar que estaba a su lado, con preocupación acercó su rostro al suyo —Oye Ilya… si quieres parar..— su frase no finalizó, no pudo esos sustos que para él no significaban nada definitivamente pudieron con con Ilya, tanto que se soltó de su lado. Esto provocó que Dashiell cerrase su puno y golpease al responsable —¡Idiota! ¿no ves que estaba al límite e intentaba soportar esto?— no podía con esos imbéciles —Iré a buscarlo, cretinos más os vale vigilar por si sale por aquí— comentó de mala gana.

El demonio por suerte veía con esa oscuridad y esa mínima luz tétrica que casi más que ayudar a ver dificultaban la visión de cualquiera que no estuviese habituado ya que apenas había fugaces luces imitando relámpagos, el paso de Dashiell se aceleró al ver aquella trenza dorada, corrió y no se lo pensó, al alcanzar a Ilya lo tomó de la muñeca acercándolo a él antes de abrazarlo con suavidad ¿asustado? claro que no, era Dashiell, pero sí que estaba preocupado por el pequeño y dulce ángel que tenía entre sus brazos; acarició su cabeza antes de crear una pequeña flecha hace de agua y acabar con el mecanismo que les mostraba aquella araña —Salgamos primero— pero no estaba precisamente contento de que hubiese salido corriendo de ese modo.

No fue mucho más hasta su salida, del susto que había recibido Ilya había hecho casi todo el camino solo, así que el de ojos azules lo dejó en un banco antes de ir a por unos refrescos y algún dulce para Ilya, se los ofreció y se agachó hasta encontrarse a la altura de Ilya —¿Y bien? ¿me vas a decir por qué hiciste eso? Estaba preocupado— con suavidad acarició una de sus mejillas antes de secarlas con amabilidad y dirigir esos orbes azules —Vamos~ no eres un bebé llorón así que cálmate y dime por qué has hecho eso, podría haberte pasado algo Ilya— a su adorable Ilya, al chico que le resultaba fácil poner la cabeza de Dashiell patas arriba hasta el punto de hacer que se comenzase a tomar algunos días libres —No me enfadaré siempre y cuando seas sincero, tienes mi palabra Ilya.

Para el había sido importante aguantar, importante por que se trataba de Dashiell y no quería que le viera de mala forma, era hasta ese punto en el que le importaba el Frances, tanto que había huido asustado tras tanto aguantar ¿Por el mismo miedo o por que no podía mirar a Dashiell a la cara? Para Ilya aquello había terminado por fastidiar la diversión de el mayor, en su mente lo estaba echando a perder y no se lo perdonaba, claro que la araña le había puesto aquella guinda al pastel, le hizo encogerse un poco y llevar sus manos a la cabeza, por mucho que lo intentara no podía con esas cosas, no le gustaban las cosas de terror al igual que no le gustaban las arañas, aquella combinación era horrible ¿Cómo se le ocurrió hacerse el valiente? y lo mas importante ¿Por que simplemente no le dijo a Dashiel que no quería entrar ahí? Era tan simple como lo que actualmente estaba pensando, no quería cortarle la diversión, no quería ser un aguafiestas.

Le faltaba poco para la salida, pero estaba paralizado, no podía avanzar y lo único que hizo fue estar allí quieto intentando no mirar, mientras esa música y la luz  tétrica estaban presentes, los mismos pasos que producía el mayor al acercarse en su busca le hacían eco, hasta ese momento en el que fue tomado y abrazado, no lo ocultaba, temblaba, lloraba en silencio sintiéndose mal por la situación, lidiando aun con el susto y la culpabilidad al mismo tiempo.

No dijo ni una palabra, nada salió de su boca pero pese a todo se dejo guiar hasta la salida, sin soltarse de Dashiell en ningún momento, no hasta que volvió a ver la luz y se sintió reposado en uno de esos bancos, se escuchaban ¿Risas de alguien por como salió? En realidad se lo estaba imaginando, las risas venían de otras atracciones, de gente divirtiéndose en sus cosas y aun así no paraba de imaginar que clase de imagen había dado. Cuando el mayor volvió con el solo tomo esas cosas en absoluto silencio, mirándole muy brevemente al tiempo que sus labios se apretaban, notaba como de nuevo se le agolpaban esas gotas saladas en sus ojos, preocupado por responderle, de veras no quería que se enfadara, su cuerpo se había movido al encontrarse al limite.

...No me gustan los pasajes del terror, no me gustan los sustos...tampoco me gustan las arañas, yo, lo siento por ser alguien tan patético, no quería que pensases eso de mi y lo...intente... h-he intentado aguantar, superar mi miedo pero no puedo, me asuste mucho...

Le miro fijamente tras decir eso, agachando poco después su cabeza.

Iba a intentar ser valiente para que no te avergonzaras de estar conmigo...y al final hice que pasara todo lo contrario, lamento haberte fastidiado la diversión Dashiell, lo siento mucho, por favor... no te enfades conmigo.

Pese a todo, Ilya estaba siendo de lo mas sincero con lo que sentía ahora mismo, lo que le importaba y lo que le perturbaba, estaba dejando claro que le importaba el mayor lo suficiente como para intentar hacerse el valiente, el ángel quería disfrutar, hacer sentir a Dashiell orgulloso de pasar un rato con el, que no se arrepintiera de ello, y por supuesto que quería sus elogios, su atención.

Ligeramente sus dedos apretaron el refresco y con suavidad se lo llevo a los labios para beber, su actitud era algo decaída, visiblemente se encontraba mal con lo sucedido, se sentía culpable.

Con suavidad tomó entre sus manos el rostro de Ilya, secaba sus lágrimas e intentaba calmar al ángel, estaba más que acostumbrado a los llantos a que sobreactuaran… pero era un poco estúpido que intentase hacerse el valiente si no se sentía bien. Dashiell simplemente intentó calmar al contrario, intentó hacer que el ángel respirase un poco, si era él… no podía abandonarlo, además accidentes como ese sucedían en las citas, no era tan extraño que aquello sucediese. Se cruzó de brazos unos momentos para acabar apoyando su otra mano se apoyó en el rodilla del ángel mientras suavemente aquella mirada azul se enfocaba en él. Dejando que el contrario respirase tomó ambas manos de Ilya y con suavidad acarició su cabeza emitiendo una risa antes de tomarse la libertad de abrazarle unos momentos.

Apoyó su cabeza suavemente en el contrario —Tranquilo Ilya, simplemente tenías que decirlo, no soy ningún monstruo como para que no quieras decirme que no quieres ir, hay más atracciones, lo prefiero antes a que hagas una escapada como ésa— no quería que se fuese de su lado y menos sin saber hacia dónde iba, si no sabía donde guiaban sus pies solo iba a acabar perdido, y no quería ver eso. Suavemente negó —No creo que seas patético, pero no te hagas el valiente si no puedes, avisame y nos vamos a cualquier otro lugar aún es temprano, así que no te fuerces ¿entendido?— apoyo la punta de uno de sus dedos en la nariz del contrario y sonrió antes de cerrar uno de sus ojos —Primero cálmate y luego seguimos, dame un momento que voy a por algo ¿quieres refresco, algo de comer o ambos?— preguntó antes de cruzarse de brazos.

Tomó unos segundos, acarició su cabeza sin irse de su lado aún y simplemente sonrió —Deja de darle vueltas, demos un paseo ahora y cuando traiga las cosas y tomemoslo con calma, hasta que no te sientas dispuesto no iremos a ninguna atracción más— aunque el de ojos ámbar parecía muy focalizado en algo que Dashiell no le daba más importancia de la adecuada. —Bien, dos minutos y vuelvo— añadió con una sonrisa antes de con un gesto despedirse; por suerte Dashiell no era del tipo de gente que dejaría tirado a otros.

Le tomó unos segundos llegar a pedir tanto lo del rubio como comprar algo para él. Lentamente esto hizo que el joven de mirada azul comenzase a darse prisa en volver con el contrario antes de despedirse del joven que le atendió. Es cierto que no tardó mucho en reunirse con el rubio pero definitivamente fueron más de esos minutos que prometió, pero como de costumbre cuando se trataba de Ilya no se hizo tanto de rogar.

Le dejó tanto algo de comer como de beber mientras el francés disfrutaba de un helado con tranquilidad. Hundió un poco su mejilla antes de besar ésta con amabilidad; sonrió y dejó que su espalda se apoyase en aquel banco —Reponte, luego decides a donde ir, no pondré pegas, solo decidiré nuestra última atracción ¿ok?— ese gran final no iba a fastidiarselo nada ni nadie a Dashiell, de eso estaba más que seguro.

Tenia un momento de fragilidad bastante notorio, entre sus ganas de disfrutar con el, hacer que se divirtiera, hacer de aquello especial y que no quería perder el tiempo, había acabado así, por mucho que ahora Dashiell le dijera que solo debía decirlo, para el no era fácil, el ángel era complicado, de por si le costaba admitir las cosas, aquel día contenía un poco su forma de ser para que no se fuera al traste ¿Cómo podía decirle encima que tenia miedo de volverse a ver solo? El día en el cine aun le marcaba mucho, se había jurado dejar atrás sus miedos e inseguridades para no dejar escapar el tiempo con el Frances, su cabeza era un lio después de lo que había pasado.

E-esta bien Dashiell... solo...si hay algo que no te guste dímelo también, no quiero que te aburras y...

Estaba diciéndole esas cosas cuando de repente le dijo lo de el refresco y algo de comer, parpadeo preguntándose si el mas alto estaba bien o algo ¿O solo era una excusa para apartarse? ¿Quizás quería dejarle respirar o algo así? ¿A lo mejor si pensaba que era patético y lo único que no quiso es herir sus sentimientos?

Pero Dashiell, si aquí tengo lo que me trajiste aun no me lo termino y..

Pero por mucho que alzo aquel refresco y el dulce que le dio, este siguió en sus trece con ir a comprar mas cosas, por lo que no tuvo mas remedio que esperar al final allí, dándole vueltas y vueltas al asunto ¿Quizás seguía malinterpretando? A lo mejor Dashiell solo quería llenarle ahora de caprichos después de todo ese asunto, aunque claro, con lo que ya había bebido y comido, eso de la montaña rusa al final no iba a poder ser, no por ahora.

En su espera, termino el refresco que tenia, mas dejo el dulce a un lado aun en su envoltorio, aquel momento a solas, mirando el parque desde aquel banco le sirvió para tranquilizarse bastante, pensar en donde podían meterse y esas cosas, así que cuando Dashiell volvió tomo ese nuevo refresco en sus manos, mirándolo sin saber si seria capaz de meterse mas liquido en el cuerpo y mirándole esbozo una sonrisa suave.

Ya estoy mejor...tranquilo, he podido pensar un poco, así que, he pensado que podemos ir a el laberinto de espejos, los autos de choques o alguna de esas atracciones donde te dan un cañón de agua, ya sabes, las que vas en un coche y disparas a los objetivos en movimiento.

Le dijo, mirando de nuevo el refresco para darle un sorbo pequeño y después dejarlo ligeramente a un lado, decidiéndose a comer al menos uno de esos dulces que le había traído, al menos el que tuviera menor tamaño.

Y.. prometo que la ultima atracción la eliges tu, no pondré pegas, pero esta vez si no me agrada te lo diré, lo prometo.

Directamente después solo tuvo que esperar a que el se terminase el helado y por su parte beber, a demás de comer al menos, la mayoría de las cosas que le había traído, parando cuando ya sintió que no podía mas, a lo que se levanto con lentitud y le extendió lo que quedaba de su bebida, ofreciéndosela, por si se la quería terminar.

Yo ya no puedo mas, así que si la quieres es tuya... bueno ¿Nos ponemos en marcha de nuevo? Hay que aprovechar el tiempo, no quiero perder demasiado, tenemos que divertirnos ¿O no? Creo que tengo ganas de disparar a algo, así que, busquemos la atracción esa.

Cercanos a ellos paso una madre con su hija, de la niña solo se escucho un comentario que hizo que Ilya se pusiese rojo, solo por que dijo "Esa chico rubio tiene un novio muy guapo"

Admitamoslo, Dashiell se volvía bastante suave cuando en la ecuación metiamos a Ilya. Acarició con suavidad la mejilla del rubio dejando su rostro apenas a unos centímetros del contrario; sonrió con suavidad tomando una de sus manos con amabilidad antes de abrazar con suavidad al pequeño ángel. Hablando en serio ¿él? ¿aburrirse con Ilya? No había oportunidades para hacerlo, ver su rostro avergonzado, poder calmarlo… todo era especial si se trataba de Ilya. Tomó al rubio entre sus brazos con una sonrisa, incluso lo elevo un poco del suelo unos instantes —Ilya, no hay ninguna razón por la que me vaya a aburrir contigo, me gusta pasar tiempo contigo, lo único que volvería esto aburrido sería que no estuvieses a mi lado; por eso a veces trabajar se vuelve aburrido— por el hecho de que era obligado a alejarse de él. Además ni tan siquiera había pensado en la posibilidad de que Ilya se topase con la verdad de su trabajo en algún momento.

Rió con amabilidad antes de tomar su rostro entre sus manos besando su mejilla antes de asentir, entrelazó su mano con la del contrario empezando a caminar lentamente —Menos mal, me habías dejado preocupado con todo esto— admitió frotándose la nuca, rápidamente sonrió dirigiendo su mirada hacia el más joven —Creo que el laberinto de espejos nos pilla cerca .pero podemos pillar atajos para ir al resto, sé más o menos como guiarme por aqui— cualquier cosa estaba bien si iba con Ilya, era al único que era capaz de consentir de ese modo. —¿O quieres que vuelva a presumir así de rápido de mi puntería? Vamos, no te cortes— de hecho, generalmente sus objetivos estaban en movimiento, no estáticos, así que eso le resultaba hasta más usual.

—Buen chico, así me gusta— necesitaba dejar la noria para el final, dijo que iba a ser toda una cita, es por eso que debía darle el mejor final, y si el contrario estuviese acostumbrado a citas imaginaría ese espectacular final. —Bueno no es una atracción demasiado problemática por dar miedo, no debería haber problemas, pero de cualquier forma prefiero que me avises si no te gusta, así que sientete libre ¿de acuerdo?— lo que no deseaba bajo ninguna causa era hacer que Ilya lo volviese a pasar mal, no le molestaba que fuese malo con las cosas de terror, quienes le molestaban eran los gallinas que presumían de valientes delante de sus parejas, no él.

Tomó la bebida con una media sonrisa ¡era imposible para él no molestarlo! —Hey~ si querías un beso indirecto solo tienes que pedirlo, no buscar excusas— comentó simplemente para fastidiar un poco al contrario; terminó con aquella lata y finalmente la dejó en una de esas papeleras. —Giro a la izquierda entonces— señaló rápidamente sin alejarse de él. Rió antes de acariciar de nuevo la mejilla del contrario —Eres adorable… de verdad Ilya.

Empezó a dirigirse a la atracción y aunque tuvo que hacer varios giros acabaron por llegar en cuestión de varios minutos, por desgracia no siempre iban a tener tanta suerte de llegar y entrar, ahora les tocaba esperar un poco. Había un par de parejas delante de ellos y poco a poco fueron llegando más, por suerte solo tenían que esperar tres turnos para que les tocase a los chicos, y por supuesto, Dashiell no ponía en duda de que Ilya era su compañía preferida —Qué lindo~ ¿estás impaciente?— preguntó agachándose un poco, lo justo para dejar su mejilla apoyada en el hombro de Ilya.

A penas comenzaba a ser consciente de que en realidad no estaba fastidiando nada, quizás fueron sus ganas por disfrutar sin parar, sin meditar, lo que le llevaron a aquellos problemas de antes, estaba claro que no podía irse al extremo para todo eso, no necesitaba sobrecargarse con el de cosas divertidas, sin quejas o así para poder disfrutar plenamente, eso era demasiado, también traía problemas, por lo que debía relajarse y encontrar ese punto medio donde igual no desperdiciar el tiempo, pero sin ser imprudente, sinceramente no podía engañarse a si mismo, era su naturaleza, ser espontáneamente vergonzoso y molesto.

Disfrutémoslo en orden o así y...ciertamente no me molesta que presumas, t-tengo que admitir que eres muy bueno con eso de apuntar, así que, por que no aprovecharlo para...fardar un poco.

Le contesto cuando tuvo oportunidad y después de todo aquello solo escucho las demás cosas que tuvo que decirle, claramente ya no iba a forzarse a entrar a algo que no le gustaba, algo bueno era entrar a lo desconocido, probar si le gustaba o no, pero cuando algo directamente era desagradable antes de entrar, tenia que negarse. Esos pensamientos le llevaron a bajar la guardia mientras pensaba en el lugar final, la ultima atracción donde le quería llevar, preguntándose si le gustaría o no, desconociendo las intenciones de Dashiell y de lo que se trataba, algo que sin duda iba a ser especial.

Se sobresalto cuando el francés menciono el beso indirecto, negando con la cabeza frenéticamente como si la vida le fuese en ello.

Y-yo no.. yo ¡Yo no pensaba en esas cosas i-idiota!

Salió de su boca aquello, de una forma natural mientras la cara se le ponía roja y sus mejillas se inflaban, tras lo cual una de esas fue acariciada por Dashiell, era oficial, si bien lo quería así, era desesperante cuando le sorprendía con esa clase de cosas. Su actitud vergonzosa se mantuvo un buen rato, incluso cuando llegaron a la cola para esperar para, en este caso, los autos de choque, pues el laberinto de espejos lo dejaron un poco atrás por ahora.

Hmm...s-solo un poco impaciente nada mas, pero no de forma exagerada...

Murmuro en respuesta a su pregunta y como le tenia tan cerca ni giro la cabeza, solo le miro de reojo en aquella espera que se le hacia eterna, algo que ni si quiera era así.

Nuevamente, se puso a pensar mucho sobre lo de el beso indirecto y trago saliva pues de cierta forma podía considerarse así, la cuestión era que Dashiell no titubeo ni un poco en beber de aquella lata, de haber sido al revés a el le hubiera dado una especie de sobrecarga de vergüenza o incluso por su cabeza se le pasaba la probabilidad de haberse quedado con los labios pegados al frio aluminio demasiado rato, pero, había algo mas que rondaba su cabeza y es que todo eso no le hacia sentir muy satisfecho, le despertaba demasiada curiosidad.

"Nunca ha intentado besarme... ¿Es por respeto o por que debería hacerlo yo? No se como es esto..."

Sus sentimientos habían quedado claros cuando hicieron aquella apuesta ¿Eso significaba que eran pareja o había algún proceso por en medio? Era tan inexperto en esas cosas, al menos en los asuntos reales, que ni si quiera sabia como procedían esas situaciones, no hacia mas que llenarse mas y mas de preguntas, de nervios ¿Era posible que antes de formar una relacion o algo debieran cumplir con un numero estipulado de citas? ¿Dashiell quería enlazarse así con el o en realidad no?

La fila frente a ellos se redujo de repente a cero, nadie mas quedaba antes de ellos y les iba a tocar pronto, la situación eterna que pensaba que era antes se torno a una situación fugaz y se digno a mirarle, curiosamente tranquilo.

Dashiell ¿Quieres que compartamos el auto de choque o prefieres que cada uno vaya individualmente?

La pregunta no tenia nada que ver con lo que estuvo pensando, pero igual era importante pese a la simpleza, como si que le respondiera que quería ir separado significase otra cosa y lo mismo si respondía que juntos, era como si cada uno fuese por su cuenta o llegasen por otra parte a ser un equipo, pese a todo, en realidad no pasaba nada, por que lo único que quería era divertirse junto a el, por ello termino la pregunta con una sonrisa algo adorable y un apretón a su mano.

¿Hacía acaso falta tener un croquis para intuir que Dashiell tenía a Ilya como su pequeño consentido? Generalmente por algo como eso hubiese dejado tirado a la otra persona y hubiese optado por tomar un tiempo para él, sin embargo no lo hizo; después de todo consentía un poco a Ilya en ese término. Además, a Dashiell le gustaba pasar tiempo con Ilya, no le importaba simplemente seguir los deseos del menor respecto a las atracciones, estaban allí para divertirse juntos, y la verdad.. la sonrisa de Ilya era tan brillante y especial para él… quizá esa era la razón por la que se negaba a contarle al contrario algo sobre su trabajo. Decepcionar a Ilya no sonaba como una opción real para él, no quería que estuviese metido en ese mundo ni de forma superficial.

Lentamente con una sonrisa en su rostro rió con suavidad apenas cubriendo sus labios para dejar una de sus manos sobre los dorados cabellos de Ilya. —Vaya~ si es lo que quieres podemos ir, me gusta pasar tiempo contigo, así que para mí no es un problema la atracción, sino al contrario— afirmó jugando un poco con sus cabellos lentamente, besó su flequillo antes de reír —Bueno, si se trata de fardar para conseguirte algo… puedo hacer una excepción— comentó cerrando uno de sus ojos, Ilya era alguien preciado e importante para él.

Con una carcajada tomó entre sus brazos a Ilya antes de dejarlo nuevamente en el suelo dándole un pequeño toque en su nariz. Acto seguido lo abrazó con cariño cerrando uno de sus ojos a modo de guiño, le soltó dejando brevemente que tuviese esa pequeña libertad —¿Te he dicho ya que cuando te avergüenzas eres adorable?— preguntó rodeando la cintura del más joven. Casi le daban ganas de morder la mejilla del contrario en esos momentos que llegaba a verse tan lindo. —Igualmente, prefiero que simplemente me lo pidas, no necesitas ir con indirectas~...— ¿bromeaba? lo cierto es que no del todo.

Ver esos pequeños actos, el como apenas era capaz de contenerse hizo que le acercase un poco más a él —Tranquilo, esta vez no será nada que tenga que ver con el terror, puedes confiar en mí— aseguró con suavidad antes de avanzar junto a él, sin embargo aquellos ojos azules no se apartaban de él, ¿se encontraba bien? Parecía darle demasiadas vueltas a algo, y no sabía la razón de ello, intentó ignorar eso, pero solo fue bien al inicio.

Dió un pequeño toque a la frente del contrario con su dedo índice, amablemente se aclaró la voz —¿Estás seguro de que todo va bien Ilya?— preguntó, su voz fue suave, incluso parecía comprensivo, sin embargo no es algo que fuese a forzar al contrario, y demonios, no tenía la capacidad de meterse en su cabeza —Si ocurre algo solo dímelo, ¿de acuerdo?— con eso Dashiell tenía más que suficiente.

—Idiota~ claro que vamos juntos, venga vamos, no pienso dejar que te separes de mí otra vez— selló los labios del rubio con su índice antes de que un pequeño grupo de chicas comenzase a gritar por las palabras del francés. Con pesadez se frotó la nuca y elevó su mirada, estaba claro que esas chicas no le podían interesar menos —Vamos Ilya.

Tomó su mano y lo llevó con él hasta su transporte —¿Te ocupas tú de ese flanco? Avísame si te ves apurado y te echaré una mano— negó rápidamente —No lo digo por qué se te de al, antes lo has hecho bien, solo por si se te agrupan demasiado— Dashiell al fin y al cabo estaba acostumbrado pero sobretodo aquí partíamos de una base —De cualquier forma prefiero que nos divirtamos antes que competir— solo que instintivamente Dashiell estaba acostumbrado a las armas.

Cada vez que le besaba alguna parte o le tocaba con su mano el cabello, jugueteaba o abrazaba, Ilya sentía que le subía el calor a las mejillas y a veces las inflaba con sutileza, iba aun controlando sus emociones, seguía sin querer se agresivo, no quería que saliera ese impulso de apartarlo por que en realidad quería que siguiese abrazándole o acariciándole el cabello, seguía queriendo esas muestras de afecto que le emocionaban a pesar de su actitud.

Y-yo no...qu...que estas diciendo yo no me... yo no mando indirectas.

Contesto en un momento, oh si, claro que se avergonzaba y claro que soltaba alguna indirecta a veces, aunque la verdad cuando le escucho decir eso no sabia a cual de todas se refería ¿O había alguna que hizo sin darse cuenta de el todo? La duda estaba ahí, mas no le dio demasiada importancia y se limito a seguir disfrutando de aquel tiempo con el, confiado de que esa atracción a la que el otro le quería llevar mas tarde no seria de terror, le dio su palabra, se la tomaba con confianza.

Pese a todo eso, seguía sin soltar prenda sobre lo que rondaba en su cabeza y le respondía a Dashiel que todo estaba bien, que solo seguía teniendo esa sensación rara de la atracción de terror y que todo estaba bien si ya no se separaban mas, que solo quería olvidar eso y seguir divirtiéndose.

De su mano, al llegar el turno de montarse ambos en ese transporte de la atracción, esbozo una sonrisa sentándose donde debía, riendo un poco solamente.

Esto es un juego de colaboración, así que...no tengo planeado competir por quien saca mas puntos, después de todo, se suman los que saques tu y los que saque yo.

Le contesto colocándose bien, mirando aquellas pistolitas ancladas a la misma atracción, como fanático de los juegos, hasta de los que se trataban de disparar, aprovechaba el tiempo en el que no se ponía en marcha para ver las instrucciones en la placa central, donde decía que tipo de enemigos valían mas puntos y cuales menos, que se hacia para recargar y por supuesto, los tiros fuertes y los débiles, esas cosas siempre tenían "trampa" para el que se saltaba todo lo que fuera leer, pero el sabia, leía y visualizaba el arma para poder sacarle buena puntuación a todo.

...Oh aquí es el botón, sabia que te bloqueaban el arma al principio... a mi ahí no me pillan hmm Dashiell, deberías hacer igual, dale a ese botón de abajo en tu arma, o tus primeros tiros no saldrán.

Señala la zona con el dedo, quería creer que el no sabia de eso y que estaba ayudando, aunque quizás estaba quedando como un bobo y el francés ya sabia de aquello ¿estaría quedando de estúpido a caso?

No mucho después de que se asegurasen de que estaban bien sujetos, pues había también subidas y bajadas para los disparos con reflejos y sorpresivos, aquello comenzó a ponerse en marcha, por lo que el rubio tomo su arma, comenzando a mirar a todos lados por el flanco que le correspondía, se lo tomaba en serio, una sonrisa curiosa estaba en su rostro.

Como un pequeño animalillo abandonado, era así cómo se veía ante sus ojos Iya, parecía incluso desear los acercamientos de Dashiell, cosa que sinceramente provocaba que Dashiell esbozase una sonrisa, era lindo verle casi deseoso por los acercamientos de Dashiell. Sus movimientos, sus acciones eran tan únicas que los ojos de Dashiell. Sus pasos solo se detuvieron una vez acariciaron la mejilla de Ilya, sin borrar su sonrisa de sus labios acercó su rostro sin embargo se apartó deprisa, como si buscase tentarlo.

—Oh, vamos Ilya, no te cortes, si quieres un beso solo tienes que decirlo Ilya— cerró uno de sus ojos con cierta picardía. Hundió uno de sus índices en la mejilla de Ilya, sin embargo el de ojos azules parecía divertirse poniendo en apuros a Ilya, era adorable para él ver cada una de esas expresiones en Ilya. Lo cierto es que pese a que siempre podíamos verle con una personalidad abierta, e incluso amistosa, pero, de eso a que fuese tan cariñoso como lo era con Ilya… había una diferencia muy grande. —Anotaré el no llevarte a ver nunca cine de terror, no quiero que escapes de mí, sino que te acerques cada vez más— anotó con un tono ligeramente ronco en su voz.

De forma cariñosa Dashiell abrazó a Ilya con cariño antes de alborotarle el cabello conteniendo una pequeña risa. Acarició su mejilla antes de que sus ojos se enfocasen en el de ojos ámbar. Besó su mejilla con naturalidad. En comparación a las escopetas de aire de antes pesaban un poco más, sin embargo, seguían siendo más ligeras que un arma real. Tomó aire unos instantes previos a que sus ojos se abriesen nuevamente.

Con picardía, el sonido de una risa sensual llegó a reproducirse con lentitud. —Por supuesto~ haremos un buen equipo mi lindo Ilya, no te preocupes me encargaré de que estemos arriba del todo Ilya— cerró uno de sus ojos de forma amistosa antes de que la atracción se pusiese en marcha, estaba más que preparado para hacer que sus números se elevasen al punto más alto. —Jamás permitiría que mi lindo Ilya no saliese en el top de puntuaciones— y maldita sea, jugaba con ventaja sin que el rubio lo supiese.

Obediente Dashiell desactivó el bloqueo dejando que sus ojos se adaptasen al entorno, eran pasadizos oscuros para que los objetivos resaltasen más en un neón de color rojo. Y demonios aquellos ojos azules tenían una capacidad asombrosa para adaptarse a aquella penumbra. Lentamente respiró, como si debiese mantener ese silencio total al que estaba habituado, aunque sí, esas armas, en comparación eran mucho más ligeras que las reales. Cada disparo que efectuaba daba en el blanco.

Su puntería hasta parecía que se acentuaba en la oscuridad, cosa que hizo que lentamente sus ojos y disparos fuesen cada vez más rápidos y certeros hasta que la puntuación que obtuvieron al final de aquella partida fue casi perfecta. Una vez se detuvo tomó aire y dejó aquella pistola en su lugar antes de que esa sonrisa volviese a su rostro de nuevo. —Oye Ilya, ¿crees que nos darán algún premio por esta puntuación?— preguntó poco antes de comenzar a reír. No fue mucho tiempo más antes de que se pusiese en pie y le ofreciera su diestra. —Vamos, arriba Ilya— puso un poco de fuerza para ayudarlo a ponerse en pie dejandolo cerca de su propio cuerpo, por suerte el día sucedía con rapidez pero tenía claro como deseaba acabarlo con él, aunque no iba a hacer nada que pudiese ser censurado para menores de edad.

Con Ilya era mejor que las cosas fluyesen con lentitud.

Como cabía de esperar, Dashiell era provocador y le picaba demasiado, no podría decir en voz alta que casi se preparo en aquel momento para ser quizás besado, aunque por suerte disimulo sus ansias y nervios, carraspeando, continuando con lo que iban a hacer. Ciertamente ¿Cómo podía decir que solo tenia que decírselo? A Ilya no es que le resultara difícil tomar uno por su cuenta o incluso pedírselo, si, quizás se avergonzara, pero ¿A caso Dashiell no entendía lo que surcaba en su mente? Tantas cosas confusas como que ni si quiera sabia si estaban saliendo... ¡Por eso no iba a caer en pedirle nada! Ante sus dudas, el tenia su orgullo, no quería ser visto como un facilón, esa era su conclusión.

Pese a todo, seguía disfrutando de sus tonterias y sus ánimos, su sonrisa, su risa, su forma de mirarle, esas ganas de apuntar a lo mas alto ¿Volvería a sorprenderle? Le daba la sensación que si, por eso acabo riéndose con el, tomando todo ese animo para empezar a disparar al ponerse en marcha, el estaba menos adaptado a la poca luz, pero con la luz roja indicando donde estaba el objetivo, dio a muchas, unas de lleno, otras por los pelos, intentando no dejarse llevar por la buena puntería que tenia el Frances en movimiento, seguía siendo sorprendente y tan extraño al mismo tiempo.

Creo que...la mayoría la conseguiste tu, si no ganamos mas puede que haya sido por mis fallos pero... es sorprendente Dashiell, en serio ¿Eres adicto a los juegos de puntería a caso?

Riendo le pregunto, añadiendo que no sabia si les darían algo, pero que deberían, mientras su mano tomaba la de este para salir de su asiento, apoyando su otra mano ligeramente en su pecho antes de alzar la cabeza y mirarle.

...Tu...¿Ahora que...donde vamos?

Puso una distancia prudente, pero aun cercana entre el y Dashiell, sin ni si quiera soltar la mano de el mayor, era como si le diera pequeños gestos de confianza o le indicara simplemente con esas cosas que estaba bien con ello, pero aun se avergonzaba y sentía esas ganas de salir corriendo, no de miedo, si no de esa misma vergüenza que le daba, era su naturaleza tan especial.

Miro alrededor, tirando de la mano de el Frances hasta donde estaban bien expuestas las puntuaciones, las de ellos la mas alta por ahora, parecía tan difícil de superar en realidad y mirando al encargado allí señalo la puntuación, preguntando con autoridad.

¿Nos van a dar algo por eso no? Hemos sacado una puntuación muy grande... ¿Qué va a ser? Lo que sea esta bien siempre que no sea un ticket de comida gratis...

Su expresión parecía reclamar recompensa por eso, tenia un delfín bajo su brazo, de el primer juego, pero Ilya reclamaba en aquel otra cosa, sin importarle tamaño, mirando directamente a los ojos a aquel tipo, en momentos como aquel, Ilya parecía imponer bastante con aquellos dorados ojos de ser celestial, pero con una vibra tan especial, tanto que a según quienes daba escalofríos.

Quiero recompensa...

Era como un niño caprichoso, aunque lo de Dashiell era una pregunta al aire sin saber si podía ser cierto, Ilya quería algo, para que el mayor se lo quedase por tan maravillosa puntuación, era por el, mas que para el.