¿Padre e Hija? - Privado: con Camilla Wolff

por **Valdemar Wolff** Miér Mar 31, 2021 1:52 am

¿Padre e Hija?

Había un silencio tal que chirriaba los nervios, el cual se había impuesto desde el momento que le abrieron la puerta. Aquella mujer lo recibió ocultando una sonrisa tan rápido como uno guarda algún objeto que no quieres que el otro vea, ocultándola tras una mirada fría, que apenas ocultaba la sorpresa. Por un momento él creyó que no lo iba a dejar pasar, por lo que no pudo evitar sentirse extrañado cuando ella le cedió el paso, extrañado y quizás contrariado. Ella lo hizo pasar al recibidor, una habitación muy bien amueblada con un mobiliario que demostraba que su condición económica no le iba mal, cosa que no le sorprendió. Ella siempre había sido buena con las finanzas.

Ella le hizo sentarse en una butaca con un gesto silencioso y ella tomó asiento en el sofá, el cual estaba separado cinco pasos de él. En medio de el silencio, él se preguntó en qué momento pasaron a esa clase de situación. Quiso recordar un tiempo mejor en el que ambos compartían la casa, donde ella lo esperaba preparando la cena y él la saludaba con un beso en la mejilla, entonces Camilla estaba pequeña y él la cargaba en brazos, jugaba mucho con ella, pasaba horas y horas pasando ese tan hermoso tiempo mientras la cena era servida. Durante años deseó que esos momentos de felicidad entre los tres duraran para siempre, pero no fue así.

Karin, la mujer con la que alguna vez estuvo casado, se acomodó sus blancos cabellos antes de dirigir la mirada hacia Valdemar, quién no le quitaba los ojos de encima. A pesar del tiempo, todavía se veía muy atractiva, era una mujer que todavía era capaz de atraer a un hombre. Pero sin embargo no había admiración, ni siquiera un resquicio del amor que alguna vez los dos habían sentido, lo único que había ahora era indiferencia, tan fría en ella como triste en él.

-¿Qué quieres? - Rompió ella el silencio, aunque suavemente Valdemar sintió que le espetaba.

-Creo que ya lo sabes - le respondió él, suavemente - quiero ver a Camilla

-Pudiste venir cuando no tiene que ir a la universidad - le dijo ella, con fría ironía.

-Lo haría si me dijeras cuando va - le soltó él, tras lo cual ella giró la cabeza para mirar hacia una ventana - no he venido aquí a pelear contigo, Karin. Sólo quiero ver a Camilla

-Ya... - fue la respuesta de Karin, acomodándose de nuevo el cabello - después de tanto tiempo, la quieres ver ahora

-Karin, eso no fue mi decisión...

-¡No me vengas con eso! ¡Claro que tenías una opción, sólo que nunca la tomaste!

No hubo respuesta por parte de Valdemar, por más que le hubiese gustado decir algo no habría podido. Al final sabía exactamente a qué se refería, era algo que muchas no le dejaba dormir. Pudo haber salvado su matrimonio, pudo haber seguido junto a su hija y ser un padre como cualquier otro. Pero para ello debía hacer un sacrificio que nunca habría aceptado ni en mil años: tendría que dejar la policía. Y ahora estaba ante el resultado de aquella decisión, le había dolido muchísimo tener que actuar de esa manera.

-De cualquier manera, quiero verla de nuevo - dijo él después de un breve silencio - sé lo que piensas de mi, pero Camilla es mi hija y yo soy su padre, aún creo que tengo el derecho de preocuparme por ella, de recuperar lo perdido ¿Acaso no lo merezco, Karin? - Había un tono de ruego en la voz de Valdemar, se sentía en ese momento a merced de Karin.

-¿Crees que ella va a querer eso, Valdemar? - Le preguntó, por primera vez refiriéndose con el nombre de pila de él.

-¿Tengo que vivir el resto de mi vida sin saberlo? - Preguntó él de vuelta.

Dos horas después

Valdemar Wolff se encontraba ante las puertas de la Universidad de Bucarest, vestido con su traje rojo y con una bufanda cubriéndole el cuello. Revisó su reloj para ver cuánto faltaba, después de la conversación con Karin habían acordado que él la iría a recoger una vez saliera, por lo que él aparcó su coche cerca y se sentó en un banco para recibir a Camilla. Su ex también le había dicho que por "una pequeña consideración" iba a llamar primero a su hija para decirle que la iría a buscar.

Él tenía miedo de cómo iría a reaccionar Camilla al verlo...

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por **Camilla Wolff** Miér Mar 31, 2021 11:40 pm

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¿Padre e hija?

Tan sola no me has dejado, que estoy conmigo y me basta, igual que siempre lo he estado..

Un año desde que se había mudado a Bucarest tras la separación de sus padre. Trescientos sesenta y cinco días sin ver a su padre ¿lo extrañaba? Sí y no. La tristeza y la rabia luchaban constantemente. Su deseo de verlo, era eclipsado por el odio, y viceversa. Acabó asimilando que quizás él había renunciado finalmente a ella ¿un año y no había ido a verla? Ni una llamada, nada. Silencio.

Había renunciado a la idea de verlo de nuevo ¿ya no le quería? Que más daba, no lo necesitaba. Él siempre había preferido el trabajo, antes que a su familia ¿Entonces por qué debería extrañarle? Ridículo.

Con el tiempo esa sensación de soledad debería haber desaparecido pero entonces lo veía. El viejo conejo de peluche que su padre le había regalo años atrás. Ese estúpido muñeco siempre le recordaba los días felices, cuando eran una familia. Y le extrañaba, al borde de las lágrimas.

Estaba cansada, tenía los ojos hinchados. La noche anterior había tenido una pesadilla relacionada con su padre. Recuerdos alegres, se mezclaron con una terrible pesadilla. Él moría a manos de un asesino, en acto ser servicio. Se despertó llorando, desconsolada, como una niña pequeña, rogando por su padre. Una hora antes de que su despertador sonara.

Un día como otro cualquiera. Desayunó, se despidió de su madre y se marchó a la universidad. Era su primer año, estaba nerviosa y emocionada, era una nueva etapa en su vida. Allí había hecho amistad con algunos compañeros de clase, algunos con mala reputación. Entonces recibió la llamada ¿su padre la recogería? Después de un año. La emoción se entremezcló con el resentimiento, y esa sensación aumentó con el paso de las horas, cuando se acercaba el momento.

Y allí estaba él, sentado en un banco, esperando. Se despidió de sus amigos, alegando que tenía que ir a la biblioteca, no quería que le vieran. Caminó hacía él, en un principio con una sonrisa pero cuando estuvo frente a frente, la sonrisa había desaparecido, en su lugar una mueca de desdén.

— Hola papá.— Sus palabras denotaba frialdad.— Vaya, sólo has tardado un año en venir a buscarme, pensé que no te vería hasta mi graduación.— La primera de muchas puyas.

Camilla tenía mucha rabia y tristeza contenidas, un veneno que necesitaba escupir.

—¿Qué quieres?

Valdemar Wolff Universidad
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por **Valdemar Wolff** Lun Abr 26, 2021 10:08 pm

¿Padre e Hija?

Era algo que temía, que lo aterraba muchísimo. Puede que por fuera tratara de mantenerse firme y estoico, como solía hacer cuando la situación lo sobrepasaba, pero esta era una de esas situaciones con las que le iba a resultar afrontar, sobre todo por no saber exactamente qué se suponía tenía que hacer. Valdemar Wolff, un policía que había enfrentado a criminales peligrosos, que había interrogado a verdaderos monstruos, que tuvo que lidiar con asesinos en serie y otras cosas tan o más espeluznantes que esa. Pero tenía miedo de que su hija lo rechazara.

Finalmente la vio aparecer en la distancia, llegó a preocuparle que no fuera capaz de reconocer a su propia niña. Se equivocó, la reconocía perfectamente. Aunque ya no era esa niña que él cargaba en brazos y la levantaba sobre el suelo sin mucho esfuerzo, aunque era imposible que lo fuese tras dieciséis años. El cabello largo de un blanco cual plata, delgada y esbelta, los ojos de un color miel. Cada vez se parecía más a Karin, su madre, de hecho no encontraba casi nada en ella que fuese de él, salvo quizás esa mirada enérgica. Podía reconocer su misma tozudez reflejada en Camilla.

Su tozudez y ese talento extraño para saber matar con la mirada, si estaba sonriendo, ahora no se notaba. La mirada de ella se sentía como un cuchillo traspasando todas sus defensas para clavarse en su corazón. Cuando habló fue como si encima lo retorciese para que la herida se abriera y le doliese más. Y lo peor es que lo estaba logrando. Él hacía un enorme esfuerzo por no demostrar cuánto ella lo estaba lastimando, sabía que él había sido responsable de ese resentimiento y era él quién debía de resolver eso. Pero no lo podría hacer perdiendo los estribos, tenía que aguantar.

-Has crecido mucho, Camilla - fue lo primero que dijo mientras trataba de dedicarle una sonrisa, no pudo - no sé si tu madre ya te dijo, he venido a recogerte. Tengo el coche aparcado cerca de aquí - le dijo mientras se acomodaba la bufanda.

Lo que más quería en ese momento era poder volver a abrazar a su hija, pero él tenía que ordenarle a sus brazos que se quedaran quietos en donde estaban. No creía que ella fuese a aceptar el gesto, no aún, Valdemar. No aún, pensaba para darse esperanzas. Se levantó del asiento y se acomodó la chaqueta, su cara era una máscara estoica que trataba de ocultar todas las emociones que afloraban dentro de él.

-Si quieres volver de inmediato, te llevaré sin problemas. Pero si necesitas ir a otro lugar, dímelo y te llevaré también ¿De acuerdo? - Igualmente quería tener tiempo con ella, tiempo para poder aclarar un poco las cosas y (ojalá que si) pudieran reconciliarse.

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