Camille A. Birdwhistle ID

Debido a sus circunstancias familiares, una parte de esta chica siempre se esconde dentro de ella siendo esta la parte renuente a salir a flote, esto hace que Camille crea que esta no es su verdadera forma de ser y se apegue a lo que si bien no le da una satisfacción personal, si le forja una “reputación” dentro de la sociedad.

Por dentro, Camille es una niña normal y delicada que gusta de pasar tiempo tranquila sin mucho movimiento, que gusta de salir de compras, pasar tiempo con amigos, la lectura, los juegos de mesa y las tardes soleadas, que prefiere el diálogo antes que la violencia y que si bien no trata de encajar o hacer que otras personas gusten de ella, no le gusta sentir odio hacia su persona a pesar de que es imposible agradar a todos.
Sin embargo, la Camille que se muestra por fuera es realmente capaz de romper varios platos y aplastar moscas intencionalmente, sobre todo si esas moscas la molestan o molestan a alguien cercano a ella (generalmente sus "amigos"), una Camille poco paciente que no soporta las malas miradas y los comentarios fuera de lugar.
Esta niña no se deja amedrentar fácilmente, sobre todo si quien la agrede o pretende molestarla es considerado inferior a ella (generalmente juzgado por ella misma), aunque la mayor parte de su seriedad comentarios sarcásticos y reacciones son una fachada muy bien fundada y sedimentada.

Todo el tiempo busca atención, aprobación, que volteen a verla; este deseo ella lo niega rotundamente con respuestas como "no me importa lo que pienses" o "no es de tu incumbencia" y salen a flote cuando es castigada o le llaman la atención.
Esta parte tambaleante de ella que buscar atención, también busca amor del tipo que sea, una necesidad afectiva que viene del hecho de que su madre nunca le prestó la atención que necesitaba y rara vez la abrazaba realmente; debido a esto es muy mal influenciable, ingenua (aunque ella crea lo contrario) y sin bases de pensamiento sólido (de ahí el que no tener que moverse y pensar le sea tan cómodo), lo que la ha llevado a seguir malos pasos y cometer algunos delitos de los que realmente se arrepiente.

Interiormente en ocasiones Camille se siente fragmentada, llevándola a tener varios episodios de insomnio realmente largos que no se van hasta el momento en el que cae dormida del cansancio, desmayada. La chica oculta inconscientemente la depresión que no sabe que tiene (pues la niega) bajo una fachada de desinterés.



Producto de una sola noche entre dos desconocidos donde la responsabilidad no era una palabra que estuviera en el vocabulario de sus dos progenitores. ¿El padre?, no se enteró jamás de que la mesera con la que estuvo en esa aventura quedó en cinta, incluso ella misma no se dio cuenta sino hasta que ya era evidente que estaba embarazada; sin poder tener la opción de un aborto, la mujer finalmente dio a luz, importándole poco que sucediera con su hija después de ello.

Su crecimiento no tuvo amor en lo absoluto, después del primer año con algunos meses en los que la madre se encargaba de amamantarla, fue enviada directo a un jardín de niños de tiempo completo, en el que mientras la madre trabajaba para poder pagar los gastos y sus propios problemas, alguien más cuidaba de la niña. Su paso por la primaria no fue diferente, su relación con su madre simplemente se redujo a “vives en mi techo y mientras vivas aquí tendrás que hacer lo que yo digo, ni se te ocurra pedirme algo porque no te lo daré”, ni un beso ni un abrazo ni palabras de consolación. Siempre había estado al cuidado de alguien más que no era su madre, quien a duras penas la vestía y calzaba incluso aunque dinero no faltaba.

En cuanto llegó a la secundaria un mundo nuevo se abrió ante ella cuando el sexo y las drogas se mostraron como una realidad y no un tabú entre chistes de niños inmaduros - que aún lo eran -; las adicciones se hicieron presentes también como un fuerte golpe en la cara que llegarían para quedarse. Lo hacía simplemente para poder pertenecer a un lugar, poder tener algo qué hablar y con quien hablar sin darse cuenta de que su ambiente familiar no era lo que se viviría normalmente en otras casas.
Para poder tener amigas, subió su falda, comenzó a aprender de maquillaje y de moda; las burlas de otros chicos siempre le molestaron, pero lo minimizó, lo normalizó, diciendo que ese era el costo que debía pagar para poder tener atención, fingiendo que le gustaban esos gritos.

Para terminar de pertenecer a aquel grupo de chicas bajo el comando de la líder, las nuevas debían pasar por “una serie de pruebas” para afianzar la confianza y la amistad; lo primero era algo fácil, tomar “prestado” algo de las tiendas y salir sin ser descubierta, su tarea fue robar varios pintalabios, esmaltes de uñas y algunos accesorios que según la líder no podía costearse y que serían para todas; Camille lo hizo, aunque su robo no fue perfecto, el dueño de la tienda lo descubrió cuando iba saliendo y fue gracias a su suéter que no le vio la cara, pudiendo escapar. Camille quemó el suéter que usó aquella vez ese mismo día.

Lo siguiente fue una noche en la que el alcohol y el cigarro no faltaron, el spray de colores, las groserías en las paredes de un falso sentimiento anárquico y los golpes a vidrios de tiendas y autos se hicieron presentes. Ese fue su primer encuentro con la policía. La primera advertencia por parte de la escuela, pero ¡hey!, ya era una más del grupo de chicas, siempre juntas, todas se respaldan.
Camille no avisó a su madre de lo que había hecho, tuvo suerte de que quien vio por ella en su primer encuentro con la policía fue una profesora y que su madre no estuviera en casa para atender las llamadas de la comisaría.
La bebida, faltar a clases, el cigarro y el vandalismo no se detuvieron, la líder del grupo una tarde sugirió otro préstamo no autorizado, esta vez de lo que había en la caja recibidora de una tienda.
Todo salió mal, el asalto fue de mal a peor, su vida iba de mal a peor; la chica terminó sosteniendo el arma e hiriendo al cajero en turno por miedo, la líder del grupo y su novio huyeron mientras que ella fue dejada atrás y alcanzada por la policía. No hubo salvación, la profesora que antes había dado la cara por ella la consideró un caso perdido y la mirada de decepción de su madre al verla allí con un pie en el reclusorio solo hizo que el brillo en su mirada se volviera inexistente.
Todo era gris, el sol no daba en su cara, no soportaba la música, no escuchaba nada de lo que le decían, se sumergió en una ola de desesperación con el pensamiento recurrente de que su madre la tiraría a la basura sin más.

Sin embargo, para su sorpresa le dijo que preparara sus maletas — Comienza a aprender Rumano — dijo ella, tirando un diccionario del nuevo idioma en la cama y una foto de su su padre. Un año después la chica partió con el idioma semi dominado y una matriculación en uno de los institutos del país.


Gustos:
— Le gustan las cosas dulces y tiernas, pero si le preguntan suele negarlo y evitar preguntas al respecto.
— Le gusta la comida picante, ya que suele comer sopas instantáneas a menudo, es de echar mucha salsa en esta mientras se cocina.
— Le gusta mucho la música y la danza. Suele salir a bailar cuando puede (sin importar si está sola), aunque también le gusta más bailar sin que nadie la vea.
— Su olor favorito es el del cigarrillo con colonia masculina (para ella esta mezcla huele dulce). Aunque también le gusta el césped recién podado y el olor de los libros viejos.
— Su paisaje favorito son los claros de bosque con cielos abiertos y soleados.
— La música urbana, aunque también prefiere en ocasiones sonidos menos comerciales, incluso llega a escuchar música clásica en ocasiones.

Disgustos:
— Sentirse sola y vacía, suele negar estos pensamientos y tratar de suprimirlos.
— Los tumultos de gente en los que no hay espacio para moverse.
— Estar encerrada durante mucho tiempo.
— No tolera la discriminación en ningún tipo de sentido.
— El olor a pescado, en general el pescado.
— Ser ignorada.


— En el ámbito estudiantil la chica no es estúpida, tiene una buena capacidad de entendimiento, lógica y habilidades matemáticas siendo sorprendente en esta área y en las áreas biológicas, aunque no es buena para aprender de memoria nombre fechas y lugares, tampoco es buena dibujando.  
— Antes de mudarse, vivía en LA, Estados Unidos.
— Es bastante sensible, suele llorar en las películas dramáticas.
— No le cuesta hablar con otras personas, pero no es extrovertida, tiene un medidor de cuanto puede hablar e interactuar al día con una misma persona.
— Ha fumado marihuana en más de una ocasión, aunque ella nunca la consigue, sus “amigos” son quienes la llaman para “acompañarlos”.
— Suele fumar cuando puede. Fuma desde los 16 años.
— Su madre estuvo en contacto con su padre luego del incidente de Camille; al tener ya 17 años esta simplemente fue abandonada a la suerte de un hombre al que no conoce.
— No tiene mucha información del hombre que se supone va a cuidar de ella hasta que termine la universidad, salvo que es un empresario con yacimientos petroleros.

Con respecto a su raza: