[Priv. Kiara Von Schoeder] Encuentro entre estrellas

Estaba un poco perdida, no sabía donde estaba y tampoco sabía donde se había metido Cassian. Por alguna razón se habían separado mientras caminaban por las calles comerciales. Habían ido los dos a comprar algunas cosas que se le habían antojado a la chica y ahora de repente se encontraba perdida. Suspira un poco nerviosa, no le gustaba ir sola por la calle o más bien sabía que si alguien terminaba encontrándola o descubriéndola iban a rodearla rápidamente buscando autógrafos y cosas así y para un vampiro eso podía ser terriblemente problemático. No quería ningún escandalo por que no pudiera controlar su sed de sangre, no sería la primera vez que tiene que excusarse y salir de un lugar para evitar algún desastre.

De repente escucho una voz masculina y sintió como algo la tapaba. Al mirar de reojo al chico juraría que lo había visto en alguna parte. Lo medito por un momento y entonces se dio cuenta de que se había ido y ni si quiera le había dado las gracias. Suspirando fue tras él intentando darle alcance hasta que lo vio en una cafetería. Entró y se acercó al lugar donde se encontraba tras pedir un zumo de frambuesa — eres Yoshio ¿verdad? el bailarín — le dedico una bonita sonrisa mostrando un poquito esos colmillos que tenía de vampiresa. Esperaba no molestar, miro de reojo al gran perro esperando ver si no se enfadaba por que se acercase una desconocida a su dueño.

— Muchas gracias por lo de antes...por alguna razón acabe un poco perdida.. — de nuevo le dedico una leve sonrisa, Kiara poseía una voz bastante dulce en todo momento, cuando hablaba, cuando reía, incluso cuando cantaba aunque dependía mucho de que canción estuviera entonando en aquel momento. Por un momento puso una cara entre sorpresa y lastimera — lo siento, ¿te estoy molestando? solo quería darte las gracias, te fuiste tan rápido que no me dio tiempo jeje, perdona — miro a su alrededor mientras pensaba en que podía hacer ahora. Tal vez si se quedaba en esa cafetería y llamaba a Cassian podría encontrarla más fácilmente. Era una buena idea desde luego, saco su teléfono e intento llamarle o mandarle un mensaje. Seguramente su guardaespaldas estaría preocupado por ella y enfadado, muy enfadado.

Kiara le dedico una dulce sonrisa mientras se encontraba sentada frente a él. La verdad es que parecía un chico bastante amable y agradable aunque su comentario sobre la fama la hizo sonrojar un poco. — Oh por favor, no digas eso, me gustan mucho tus actuaciones, eres un gran bailarín — era completamente sincera con eso, Kiara disfrutaba mucho con el ballet o con el patinaje sobre hielo. Eran disciplinas que se le hacían realmente hermosas y magnificas pero que ella jamás había podido llevar a la práctica ya que le resultaban complicadas por su condición como vampiresa. Sobretodo el patinaje sobre hielo pues el frío era bastante perjudicial para los vampiros al ser seres de sangre fría.

— La verdad es que creo que me quedare contigo a tomar algo, seguramente Cassian no tarde en venir a buscarme cuando le diga donde estoy — le había enviado la localización a su guardaespaldas usando su teléfono y diciendole que no se preocupase que estaba bien. Esperaba que el licántropo o se enfadase demasiado con ella por haberse perdido. No sabía como había sucedido pero la verdad es que le daba un poco de vergüenza admitirlo. Seguramente el momento en que se perdió sería cuando se quedo parada mirando un escaparate en vez de continuar caminando al lado de su guardían.

Pero ahora tenía que relajarse un poco y dejar de pensar que estaba perdida y pensar en que podría pedir para comer. La verdad es que tenía bastante hambre pero tampoco quería comer demasiado o Cassian la regañaría porque luego tenían una comida de negocios y tenía que comportarse y comer allí también. — De nuevo te agradezco mucho la ayuda que me diste, la verdad es que no sabía que habría podido hacer si no llegas a aparecer — le dedico una dulce sonrisa mientras pedía a la camarera que le trajera un sándwich de rosbif y una ensalada americana con mucha salsita además de unas patatas con queso y beicon. Desde luego se estaba saltando la dieta pero por una vez no pasaba nada ¿verda?

Si de todas maneras Cassian la iba a regañar al menos que lo hiciera con más motivos y así se le haría menos pesada la regañina. Además tenía hambre y una vampiresa con hambre no era para nada bueno. No quería tener que morder a nadie por estar totalmente muertita de hambre, al menos cuando comía algo de comida aunque no fuera sangre solía aguantar mejor la necesidad de beber de otra persona. Podría aguantar hasta llegar a casa y tomar la que tenía de reserva en la nevera o la que tenía de reserva en la guantera del coche.