Un dia normal como cualquier...otro? o sera acaso normal?[libre]

Importante Leer:

Era un día como cualquier otro en el campus de la universidad del cual se encontraban los alumnos en sus aulas mientras que otros salían por el cambio de aula para recibir otras clases del cual los profesores esperaban con paciencia a sus alumnos. Entre ellos me encontraba yo justamente esperando a mis alumnos que llegaran a clases. Estaba trabajando tanto como maestro de la carrera como maestro independiente del cual la institución me daba el permiso de enseñar clases aquí siempre y cuando pagara cierta cuota para ocupar uno de los salones. Era obvio que las clases del cual me tocaba ahora era para cualquier estudiante que quisiera aprender el idioma tanto de Frances como de ingles por el momento por lo que solo espere el momento de que empezaran a llegar los alumnos e ingresaran.

El tiempo transcurrio y ya notaba que ya no faltaba ninguno dentro por lo que decidí cerrar el aula y empezar acomodarme mis lentes mientras que empezaba a anotar cosas en el pizarron

"Bienvenu aux cours de français. Je suis le professeur Likulau. Nous allons apprendrons la langue."

Despues de anotar el idioma francés, hable lo que decía en el pizarron. Luego de esto empeze a mencionar lo siguiente:

Espero que puedan entenderme y escucharme, no será fácil ni sencillo, pero tampoco será difícil si son constantes al idioma. Entenderán que el francés puede parecerse al español al escribirse, peeeero, no será igual a como se habla, así que tiene ciertos detalles que tal vez podamos tener problemas al escribirlo, hablarlo tal vez será sencillo cuando se acostumbren pero no al escribir, Alors(entonces).

Empiezo a escribir de nuevo en el pizarron poniendo lo siguiente:

Je m’appelle …
Je suis -pay-…
J’étudie…-l’école, université-/je travaille…
J’ai -numéro d’âge-….âge
J’habite à…-Où habite votre-

Luego de terminar miraba a los demas poniendo mis manos en las cadera.

Muy bien. Vamos con las presentaciones, van a decir lo que yo voy a decir y me copian lo que digo no importa que salga mal.

ye mapel, ye suis, yetudi, ye ash, ye habit a. Cada uno dice, yo me llamo ye mapel, yo soy ye sui, yo estudio yetudie, ye tengo, ye habit a yo vivo en.

Empeze a decir esto y señalando a uno de mis alumnos.

Comienzas sin miedo, que no muerdo ni rasguño-decia en tono de broma-.

Hace seis meses que había llegado a Rumanía para aceptar un papel del cual no conocía ni el idioma. Necesitó ayuda de varias personas para aprender a pronunciar los textos, y le notaban en su idioma natal las emociones del personaje. Un auténtico coñazo, sobretodo cuando le tocaban inútiles. La opción más obvio, y la que más detestaba, era acudir a clases de rumano para principiantes. Uno de los trabajadores de allí le recomendó ir a la universidad, ya que muchas veces daban clases de idioma a gente sin ser estudiantes del propio edificio. Dicho y hecho, consiguió contactar con el profesor de rumano, y este aceptó que Ash participara a cambio de la cuota.

Los buenos recuerdos invadieron a Ash cuando llegó al campus. Recordó sus días de estudiante y deportistas, las amistades, las fiestas, las noches locas... Una de sus épocas más queridas, y que le lanzaron al estrellato. Creía en ello como un buen presagio, ya que fue en su época universitaria que inició su carrera como actor. Además, rodeado de tantos jóvenes, el sentía rejuvener también. Tenía veinte años de nuevo, y con ganas de marcha.

Se encontraba junto al resto de sus "compañeros", cómo él, de distintas nacionalidades que buscaban aprender el dichoso idioma. Quedaba poco para el inicio de la clase. Sus compañeros fueron entrando pero él se quedó el último. Justo en ese momento, divisó a una chica, tendría unos veinte años. Le recordó a una animadora de su joventud, y quizás eso, junto que era una preciosidad, decidió por instinto ir tras de ella. La siguió hasta otra puerta, y más adelante un aula. Se sentó justamente detrás de ella, sonriendo,ajeno a su alrededor.

— Hola preciosa, dime ¿te dolió la caída? La de cuando te caíste del cielo, porque eres un ángel.— El piropo rancio de Ash no fue bien recibido. La chica le devolvió una mirada asqueada e intentó ignorarle.— Venga guapa, sólo trato de ser amable. Una pequeña broma, no me rompas el corazón.

La muchacha le ignoró nuevamente , como era de esperar. Todos los alumnos alzaron la vista con la llegada del profesor. Ash por fin reaccionó cuando escuchó al hombre hablar en francés, un idioma que tampoco dominaba, y supo que la había cagada en el momento en que fue señalado.

— Bueno... Yi mipel Ash. — Respondió con una horrenda pronunciación.— Oye, dicen que el francés es el idioma del amor, y yo sé mucho sobre eso.— Un comentario que iba dirigido directamente a la muchacha, que nuevamente le respondió con una nueca de asco.

Observando aquel señor que literalmente parecía no hacer tanto caso a lo que mencionaba tan solo arqueaba la ceja para entonces mirarlo como si realmente no entendiera pero no importaba mucho haciendo que le dijera lo siguiente

Ye mapel ash, otra vez repítelo

Decia para entonces esperar a que lo dijera bien, pero si no le hacia ya no importaba por lo que me dirigi hacia otro compañero haciendo que le dijera y le señalara.

E toa?

Le decía al otro alumno que apuntaba, luego de esto empezaba a cada uno a intercalar aunque si no lo hacían bien a la primera los hacia repetir por segunda vez, si no lo hacían bien les saltaba. Terminando de hacer esto. Empezaba entonces a explicar otra cosa.
Bueno bueno, bienvenidos sean a las clases de francés, yo soy Likulau Ocelocoatl espero llevarnos bien y que trabajemos juntos, para por desgracia de ustedes voy a empezarles hablarles en francés ya que las clases son del idioma como tal. Pero ustedes como están empezando no tendrán problemas, pero conforme vayamos avanzando poco a poco a poco van a ir aprendiendo el idioma. Bien. Aquí les voy a mostrar otra cosita.

Empezaba a escribir lo siguiente

Un, deux, trois, quatre, cinq, six, sept, huit, neuf, dix, onze, douze, treize, quatorze, quinze, seize, dix-sept, dix-huit, dix-neuf, vingt.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Bueno, aqui repiten conmigo
On,du, troa, catr, sanc, sis, sept, uit, neuf, dis, ons, douss, treiss, catorss, kans ses, dis sept, dis uit, dis neuf, vang.

Seguia explicando mientras que unos ciertos alumnos empezaban a platicar en el salón a susurros de la nada.

— Ye mapel Ash.— Repitió sin mucha gana. Acto seguido recostó el cuerpo sobre la silla y levantó las piernas para apoyarlas sobre la mesa. Colocó los brazos tras la cabeza, y miró al techo aburrido. Se había metido en la clase equivocada, y ahora tenía que soportar a un tipo que probablemente tuviera el sentido del humor de un atún.

— Oye nena ¿por qué no nos vamos de aquí? Yo puedo enseñarte un buen beso francés. — Ahí iba de nuevo, dispuesto a seguir conquistando a la pobre muchacha frente a ella. No prestaba atención a la lección del profesor, el estaba ocupado disfrutando de las curvas de su compañera de clase. Algunos alumnos comenzaron a cuchichear al ver el comportamiento de Ash, aunque el lo interpretó de otra forma.— Sí, soy yo, Ash Campbell, el gran actor de cine y televisión ¿queréis un autógrafo? — Una de las alumnas, una señora que rondaba ya los cincuenta años, pareció sorprenderse a diferencia del resto.

— ¡Eres tú de verdad! Dios santo, sabía que esa cara me sonaba. Mis amigos no van creerlo cuando se lo cuente. — Sin vergüenza alguna la señora de levantó del pupitre para ir directa hacia Ash.— ¿Podemos sacarnos una foto?

— Por supuesto pero no me toque ningún sitio privado.— Hubiera preferido que le pidiera foto una de las chicas guapas de la clase, sin embargo no podía defraudar a sus fans, aunque fueran unas viejas gordas. Ash posó junto a la mujer, buscando ser el centro de atención de la fotografía. Puso una de sus sonrisas más pícaras para salir más interesante.

— ¡No me puedo creer! Tengo una foto con Ash Campbell ¡eres mucho más guapo en persona!

— La cámara engorda señora ¿no lo sabía usted? — Como le hubiera gustado llamarla vieja de mierda en ese momento, pero se mordió la lengua, necesitaba conservar a sus pocos fans.