— Smile on th twilight | Priv.Hiro

La presencia de Hiro de algún modo parecía que ayudaba a Alesya, estar junto a él no es que simplemente fuese una sensación agradable, sino que sin darse cuenta el de origen griego se volvía un tanto dependiente del japonés, Sya mostraba un gran interés en Hiro, no era raro para él no tener consciencia del espacio personal apoyando hasta su rostro en el hombro del más bajo solo para preguntar un ‘¿qué estás haciendo hoy?’ A Hiro parecía costarle controlar sus rasgos felinos con el rápido e inesperado contacto que comúnmente Alesya le regalaba a Hiro. Sinceramente con estas semanas que habían pasado el uno con la presencia del otro no era rara para Alesya, aunque debemos admitir que incluso intentando no mostrar esos rasgos felinos, ante los ojos de Sya, Hiro era extremadamente adorable, tanto que le costaba contener las ganas de provocarle un rubor al japonés.

Yuuki había cumplido su palabra y a casa de Hiro habían llegado varios paquetes llenos de ropa y otros accesorios como gorras o gafas entre otros varios para que pudiese ocultar su rostro ante la vista de cualquier persona que pudiese reconocerlo. Es cierto, Sya en Bucarest no era muy conocido, pero siempre podía haber alguien como Hiro el cual pudiese reconocer a “Lesya” por ser fan de él en alguno de los países en los cuales había triunfado. Por cosas como esa le convenía a Sya haber recibido parte de su ropa tan rápido.

Ahora, Alesya se veía algo mejor, no solo no poseía los ojos hinchados, sino que su color de piel y todo en él parecía estar mejor, ¿era Hiro literalmente su medicina? Probablemente, para el griego realmente era de ese modo, el japonés de forma literal le había salvado, con su presencia, mostrando aquella sonrisa tímida, sincera y adorable. Le encantaba estar acompañado de Hiro, le era fácil acompañar a este chico y el no estar forzado a permanecer encerrado para él era todo un alivio “Gracias Hiro…” él le había ayudado en incontables ocasiones pese a hacer poco que se conocían el simple gesto de sostener su mano en medio de esas horrible pesadillas que para Sya eran tan reales era suficiente para Alesya.

Esa mañana se vistió tras una pequeña ducha tan solo por la idea de salir junto a Hiro a comprar, podría no ser mucho tiempo, pero esas salidas junto a aquel chico para él eran un bien preciado, sobretodo desde hace unos días atrás.

Aún sin ocultar su rostro se apoyó sobre el cuerpo de Hiro con una pequeña sonrisa — ¿Listo entonces? necesito aire ahora que por lo menos ya puedo salir — comentó con una sonrisa en su rostro,con suavidad acarició la mejilla de Hiro, no es como si se encontrase bien en su totalidad, pero, Hiro era ese algo, un apoyo con el cual sabía que podía contar, su relación tan solo era de amistad, pero el chico de ojos claros jamás sería capaz de usar para su propio beneficio a Hiro, había dejado más que claro que cada uno de ellos era libre, libre de tomar su camino y de tener su propia decisión, así, día tras día.

El de ojos dorados rió con suavidad colocando la capucha de aquella sudadera de forma que cubriera su rostro y esas gafas con cristales falsos arrastrando con él a Hiro hasta fuera — Venga~ ignora el desayuno, quiero, no, necesito salir, invito yo — no tenía ningún problema en invitar al chico, pero es cierto que estaba ansioso por poder salir de ese lugar, así que prácticamente arrastraba a Hiro con él hasta llevarle fuera tirando de él — Es raro se siente nostálgico, aunque la última vez no quería sentir nada aquí fuera y hasta el contacto con el viento se nota raro tras haber estado tanto sin poder salir. — Sya dió unos pasos hacia delante arrastrando al chico antes de volver su rostro hacia él con esa suave sonrisa dibujada en su rostro — Por cierto Hiro, ¿qué es lo que quieres comprar hoy?

Las diferencias y los cambios pudieron notarse tras aquellas semanas de convivencia, no sabia si se paso lento, rápido o algo así, pero el caso es que el proceso hasta ese día fue sorprendente para el Japonés, el cual tuvo que acostumbrarse a la confiada cercanía de Alesya, paso de hacer su propio contacto con el, de tomarle la mano para calmarle y esas cosas, a sentir día tras día como el Griego no tenia problemas con invadir su espacio personal ¿Pero a caso el se quejaba? Por supuesto que no y lo de sus rasgos ya a esas alturas no era un secreto, cada vez que le pillaba desprevenido y hacia alguna clase de acercamiento que le pusiera nervioso, solo salían sus orejas y su cola, guardarlas de nuevo era ya una perdida de tiempo pues le costaba, por eso sin reparos dejaba estar la cosa, hasta que su cuerpo se relajara solo, para el lo mas importante era ayudar a Alesya y estaba orgulloso de lo que por ahora había conseguido, volviéndose hasta algo mas cercanos.

Como era de esperar aquella mañana no planeo nada especial, aunque si que menciono en alguna ocasión que debía ir a comprar algunas cosas para la comida y la cena, o mas bien para reabastecerse de cosas, que se habían estado acabando, por supuesto que se lo comento al moreno, siendo una buena oportunidad para este de salir. Como siempre, solo dejo que se aseara y vistiera, mientras el terminaba de prepararse a demás de hacer una pequeña lista de lo mas necesario, eso era lo que tendría que comprar si o si, algo que no significaba que fuera a comprar menos, pues solía improvisar a veces sobre la marcha.

Al sentir como se apoyaba en el, ya acostumbrado un poco a aquello, pero sin dejar de sentir que le ardía la cara por momentos, le correspondió la sonrisa y dejo que hablara, el gesto aquel que tuvo, acariciar su mejilla, sinceramente se guardaba para si esa pequeña emoción que sentía cuando lo hacia y a veces se preguntaba como es que le trataba de forma tan tierna, era muy difícil resistirse a el cuando hacia esas cosas, pero se mantenía en su posición sin querer traspasar aquella linea que podía ser peligrosa para su buen trato, lo menos que quería era crearle incomodidades a Alesya.

Yo estoy listo, termine de escribir la lista de lo necesario así que... podemos irnos ya, vayamos a tomar ese aire que necesitas.

Contesto, doblando con sus dedos el papel y metiéndoselo al bolsillo del pantalón, no iba vestido demasiado especial, solo llevaba unos pantalones típicos vaqueros y una camiseta de manga larga, con cuello terminado en pico, el color era simple, un rojizo apagado que le quedaba bien en realidad, a demás para no dejar su cuello tan vacío se coloco hasta un collar para adornar y seguidamente una chaqueta encima, de color negro, la cual ni se abrocho.

Ah si bien bien, esta bien vamos jaja dejare esta vez que invites, solo por que me faltan ingredientes para algo simple incluso, y por que pareces bastante ansioso, no quiero hacerte esperar.

Se reía mientras era arrastrado, desde luego aun era sorprendente la confianza que le había tomado y lo que había cambiado un poco, nunca se hubiera imaginado que Alesya era el tipo de persona que anda arrastrando a la gente. Con pasos largos para no tener algún tipo de tropezón, al cruzar la puerta tuvo que decirle que esperara un momento o no podría cerrar bien la puerta, aunque su casa no tuviera nada especial, si que habían objetos con valor sentimental para el, no quería que un desgraciado se le colase y le destrozase o algo así.

Después de eso, se movió de nuevo, arrastrado hasta que el se giro y le miro, ah, definitivamente esa sonrisa iba a matarle, pero debía intentar no quedarse como bobo admirándole, o de verdad de la buena iba a comportarse como un tonto.

Bueno, a parte de lo de la lista, he pensado que podría comprar un poco de carne...quizás algunas verduras, también vendría bien algo para picar, para esos hambres repentinos ¡Ah! ¿Te fijaste si queda mucho gel o shampoo?

Se le quedo viendo, pero para no perder tiempo mientras le respondía, esta vez fue el quien se agarro debidamente de Alesya y comenzó a caminar junto a el.

Ya sabes...debo aprovechar a comprar bien las cosas y eso hoy, ya que estoy de descanso... ¿Tu quieres algo en especial Sya? no se, alguna cosa que te guste comer... ¿Quizás alguna especia que te encante notar en la comida?

Iba charlando con el, preguntando mientras iban de camino al supermercado, la verdad es que no estaba muy cerca aquello, pero estaba bien ya que era bueno eso de ir paseando hasta allí, después de todo lo positivo de esa salida era aquello de tomar el aire, esa agradable sensación de dejar de sentirse ambos encerrados entre cuatro paredes, una fortuna que no pidiera las cosas online, ser ahorrador tenia sus ventajas, no gastaba en gasolina ni gastos varios de vehículos, no gastaba dinero extra por que alguien le llevase comida a la casa... no era un agarrado aun así, pero si le gustaba gastar lo mínimo si era posible.

Su cabeza se alzo un poco y se giro para mirar a el moreno con una sonrisa agradable de las suyas, pensaba que ojala no se aburriese demasiado, después de todo las compras no eran algo que fuese muy divertido de hacer, aunque Hiro las disfrutaba por su pasión por la cocina, había hasta pensado que podría hacer de comer aquel día ¡Y eso que aun era por la mañana!

El olor de Hiro de algún modo era capaz de volverle loco, y cuando esas lindas orejas aparecían ante sus ojos para él se trataba de algo casi imposible contenerse, es decir, no es que su olor se potenciase, sino que era tan adorable y tan lindo que le costaba apartar sus ojos ámbar de aquel chico de ojos violetas, debemos admitir que muchas veces esa forma inocente de besar su mejilla ha sido su método de contener sus instintos de íncubo, está más que claro que no deseaba usarlo ni a él ni a nadie, además, hacer eso con alguien por el que no hubiese sentimientos mutuos se sentía vacío y triste para él. Era un poco raro ver un íncubo chafado a la antigua, pero Sya no se sentía ni bien ni cómodo con relaciones esporádicas, casi era tierno de imaginar que alguien de su raza estuviese con dolores constantemente por negarse a tener relaciones físicas sin sentimientos de por medio.

Extrañado parpadeó un segundo sin apartar sus ojos de él dejando que su nariz se acercase un instante al cuello del chico, su olor era ligeramente distinto al usual ¿querría sorprenderle o era alguna crema o producto que alteraba su olor — Hueles distinto que de costumbre, ¿algo que debas confesarme? — últimamente aquel carácter con Hiro era normal en Sya, sin embargo no estaba completamente recuperado de esas secuelas cuando se encontraba solo alguna especie de desorden psicológico le creaba una gran ansiedad al griego, por lo que se encontraba lejos de poder alejarse de Hiro — Ah… no te confundas, me gusta tu olor, y no, no hueles mal ahora mismo — solo era distinto.

Los hombros de Sya parecieron calmarse, realmente lo que provocaba ese efecto en él era Hiro, cuando se encontraba en pleno golpe de ansiedad con oír su voz, notar su olor o verle todo parecía tranquilizarse drásticamente. Sonrió con amabilidad al chico antes de dejar que su voz se pronunciase nuevamente — Desayunar fuera para cambiar de aires no suena tan mal, al menos no si tu vienes conmigo — y obviamente no le dejaba siempre consentirle con ese tipo de cosas; compras algo lujosas o invitarlo a algo, así que intentaba no hacerlo a menudo por la imagen de fragilidad que pudiese crearle eso — Seré bueno y sin derrochar mucho dinero, pero, sabes que solo te lo ofrezco porque ya estás haciendo bastante por mí Hiro — no estaba interesado si había algo que Hiro sacase, pero al menos el Hiro que él conocía podía asegurar que no era falso o algún tipo de estafador.

Sí, Sya podía llegar a ser tan despistado de irse dejando la puerta abierta y no era lo mismo tener algunos empleados en casa como doncellas o cocineros que dejarlo todo expuesto sin nada ni nadie para vigilarlo. — Pues te recomendaría comprar algo queda para el resto de la semana si se apura un poco así que es mejor prevenir — después de todo el íncubo fue el último en ducharse hace media hora aproximadamente, y sus pesadillas a veces le hacían necesitar una ducha para tranquilizarse. — Y de snacks quiero frutos secos, no necesito lo más caro del mundo, cualquiera es suficiente, de verdad, ya sabes, no puedo tomar cosas dulces por tema de trabajo — en lugar de cosas con azúcar estaba habituado a tomar frutos secos, alguien como él estaba obligado a cuidarse, pero, había que destacar que a veces si se podía permitir algún capricho, aunque este mes fue cumplido gracias a un programa en el que intervino antes de empezar a vivir con Hiro.

El moreno acabó riendo, casi parecían una parejita que hace poco vivían juntos por ese tipo de conversaciones que mantenía junto a él. Acercó de golpe su rostro a Hiro, casi podía acariciar su mejilla con la nariz, con una sonrisa en el rostro acarició una de las mejillas del mayor con su mano libre — Tu cocina es perfecta tal y como es, no necesitas cambiar nada Hiro — visto y no visto, con ese tono suave que casi parecía acariciar el oído de Hiro volvió a caminar como si ese suceso no hubiese sido nada.

— Hiro~... — su tono de voz era tranquilo mientras le llamaba aunque su mirada se endureció apenas un instante — ¿Sabes? no deberías sonreír así a otras personas, podría ponerme celoso, eres demasiado lindo — y definitivamente, pese al tono que empleó esas palabras no podrían alejarse más de una broma. Hiro era como su salvación, el ancla que le sujetaba para que no se derrumbase y que era capaz de hacer que Sya mostrase un ‘yo’ menos artificial, esperaba tan solo que tardase mucho tiempo en aparecer los síntomas de que era un íncubo.

Con una sonrisa siguió el paso de Hiro hasta llegar al supermercado donde Sya se ofreció a llevar el carrito de la compra, se sentía casi nostálgico, de pequeño adoraba jugar con ellos le habían regañado varias veces en ese entonces, sus padres y los trabajadores de ese supermercado — Cierto, cierto te quería proponer algo — Sya caminaba y llevaba el carro mientras dejaba que Hiro pusiese lo que necesitaba, presionó con suavidad la mejilla de Hiro — Hey, mírame cuando te hablo, se siente raro si no lo haces, no quiero hablar solo Hiro.

Era casi un cachorrito cuando la otra persona era Hiro, aunque este cachorrito iba más a que tenía cierto déficit de atención con él, era presumido y le gustaba que Hiro le dijera las cosas que hacía bien, era como alimentaba su ego inconscientemente — La semana que viene hay una pelicula de estreno que quiero ver, quiero que vengas conmigo — y bueno, tampoco es como si tuviese oportunidad de decirle que no por el acuerdo con Yuuki así que se corrigió rápido — Bueno, mejor dicho, dejame poner las cosas bien, no quiero que sea por tu ‘trabajo’ de cuidarme, quiero que solo en el caso de que te apetezca salgamos el sábado de la semana que viene — solucionado, por supuesto, ahora sonaba a una cita.

Tenia que admitirlo, salió de la casa un poco preocupado aunque no lo exteriorizo, solo le dijo a Alesya que no sabia a que se refería con el olor, por que no uso nada diferente y que quizás simplemente cambio por algo que comió o algo, pero en realidad Hiro no paraba de darle vueltas al asunto, era algo que le preocupaba, casi al mismo grado en lo que le preocupaba a el moreno su momento de incubo ¿Qué iba a hacer cuando llegase el celo? Pensarlo era vergonzoso y en su imaginación las situaciones eran complicadas, sabia lo poco que se controlaba cuando sucedía ¿A caso Alesya estaba notando aquellos indicios de forma anticipada? Ni si quiera le pregunto si era mas o menos agradable que el normal, solo se quedo con que no olía mal.

Con algo de esfuerzo intento no pensar demasiado y su camino a la tienda prosiguió, entre charlas de comida, entre vergüenza por lo alagado que se sentía, las caricias que le daba cuando se acercaba demasiado, se acabaría volviendo loco pero ya tenia asimilado todo ¿Su comida era perfecta así? No sabia cuanto le alegraba que dijera eso, pero lo que luego escucho de su parte le dejo definitivamente perplejo, fue algo que le hizo taparse las orejas que recientemente habían salido.

¿P-pero que cosas dices Sya? No...hay motivos para estar celoso, creo... c-como sea no nos entretengamos ¿Esta bien?

Con algo de prisa se adelanto, sus pasos fueron marcados y rápidos, dejando que una vez llegados al supermercado el tomara el carrito mientras, por su parte, sacaba de su bolsillo aquel papel con la mayoría de las cosas apuntadas. Centrado en leer, andar y tomar, podría decirse que se volvió a distraer.

¿Propuesta? Ah si, lo siento jaja estaba muy concentrado en tomar las cosas y eso... dime.

Sus ojos se clavaron en el, prestándole toda la atención que parecía querer, era inevitable, aunque se esforzara por distraerse o algo, las peticiones de Alesya siempre acababan igual, nunca podría estar ni un día completo sin prestarle atención, hasta si a el griego no le diera por llamarle la atención, el simple hecho de eso provocaría que Hiro lo mirase y se preguntase que ocurría.

La reacción iba a ser bastante normal y típica, ir a el cine a ver una película no era nada malo, divertirse, comer palomitas en ese sitio oscuro, suponía que no había nada de malo y que su deber era acompañarle, pero el nuevo planteamiento le hizo pensar bastante en que no era una salida normal, parecía que Alesya quería salir a ver la película fuera de ese entorno de "Me cuidas y te cuido"

Ah...claro, bueno jajaja claro que si Sya, por mi esta bien, me apetece, hace ya bastante tiempo que no acudo a un cine a ver un estreno, acepto esa salida.

Inesperadamente Hiro le guiño el ojo y con un gesto feliz movió su mano en señal de ello, aunque tenia agarrado un puerro con ella, se vio algo tierno y gracioso, hasta no pareció importarle cuando se acordó que tenia eso en la mano, solo comenzó a reír y dejo con cuidado la verdura en el carrito.

Vamos a buscar tus frutos secos, quizás me compre algo de chocolate también para mi... aprovechando tomare algo de carne, que esa sección esta cerca.

Esta vez no se adelanto o atraso, tampoco se distrajo con las cosas, si no que se coloco a su lado con una mano apoyada en el carrito y camino con el por los pasillos del supermercado, solo alejándose un poco cuando tuvo quien tomar algunas cosas, igual dentro de todo, no es que se fuera muy lejos, si cualquiera estirase la mano podría llegar al otro sin ninguna clase de problema.

Tal como había sugerido el moreno antes, Hiro tomo los productos para el baño por que pasaron justo por ahí, siguiendo con cosas para el lavado de la ropa, pastillas para el lavavajillas, productos de limpieza para la casa y siguió hasta la sección de las carnes, haciéndose con varias piezas para congelar, mas una que iba a hacer aquel día. Después de aquello, fue a tomar los frutos secos, el chocolate y de paso algo de miel natural, aunque esta se la quedo en la mano con indecisión.

Sya ¿Te apetece algo de carne a la miel hoy? La haría con algunas verduras de guarnición, patatas o zanahorias.

Iba mencionando y miraba el contenido de el carro durante un momento, habían muchas cosas, sobre todo se veían verduras, así que las combinaciones a hacer eran bastante variadas. La mirada de Hiro paso de ver todo lo que llevaban a posarse en el contrario, al cual volvió a sonreír mientras sus orejas se movían, se notaba expectante.

Desde casi cualquier perspectiva parecería que Sya sólo jugaba un poco con Hiro, sin embargo, no era de ese modo, para Alesya, Hiro era alguien prácticamente irremplazable, la persona que se había mantenido a su lado para cuidar de él en uno de sus peores momentos, pero más que odiar que hubiese conocido su versión más lamentable lo que odiaba era algo distinto. Odiaba la sensación de que cuidar de él era solo un simple trabajo, definitivamente eso era algo que no le gustaba, no era algo agradable para él pensar de esa forma tan negativa, pero era una posibilidad, y que obviamente él fuese poco más que una molestia que hubiesen puesto en su camino ‘por miedo a que vuelva a intentar arrebatarse la vida’ ¿Y si Hiro de verdad le veía así? “Sinceramente, no me atrevo a preguntarle.”

Acababa de ser tratado como si hubiese hecho algún tipo de broma, pero ¿sabes? Sya era caprichoso al menos con las personas por las que ponía un cierto interés el íncubo, aunque este interés no era algo sexual sino que a ojos de Sya, Hiro era alguien al cual debía tratar delicadamente y con cuidado — Sí, sí; pero tampoco es como si fuesen a cerrar, aún es temprano Hiro, ¿acaso hay algo más que debas hacer? — hoy alguien deseaba pasar el día con Hiro, no podían hacer como si nada yendo a lugares comunes, eso lo sabía pero con poder caminar un rato a su lado y librarse de ese encierro era suficiente para él.

Como si fuese un niño Alesya esbozó una sonrisa apenas conteniendo las ganas de abrazar a Hiro, así que posó una de sus manos sobre su cabeza alborotando esos cabellos de color oscuro — Gracias Hiro~ además por lo normal sería un poco dificil ir sino me acompañas ¿quien sino iba a hacerme el favor de tragarse la cola durante horas para comprar las entradas — su frase acabó en un descarado tono bromista, jamás compraria las entradas de un estreno en la propia taquilla de cine, se agotarían antes de poder entrar los dos. — Tranquilo las comprare en un rato por internet~ no te dejaría tanto tiempo abandonado — y él era quien estaba sirviendo como una especie de apoyo para Sya, acarició su mejilla con tranquilidad mientras sus ojos se detenían en Hiro cuidadosamente.

Asintió con suavidad, Sya no se podía consentir muchos excesos, aunque sí que entendía esa pequeña adicción al chocolate, además al tener rasgos felinos no veía extraño que la adición al lácteo de esos lindos animales se reflejase en él de ese modo. — Entonces, chocolate, carne y algo de frutos secos ¿verdad? será rápido antes de poder invitarte a desayunar — en aquel supermercado se podía ir rápido siempre y cuando no estuviese saturado de gente, pero por suerte para Alesya era temprano y las posibilidades de ser reconocidos disminuían.

Para Alesya quedó algo claro, era demasiado débil con los rasgos felinos de Hiro y cuando veía ese lindo movimiento su cuerpo parecía recordarle que debía alimentarse cada cierto tiempo, fue solo un instante, pero un gran y agudo dolor recorrió su cuerpo hasta el punto de dejarle sin respiración unos momentos, le tomó un poco de tiempo seguir el paso de Hiro — Me parece bien, siempre me encanta todo lo que haces, así que está claro que me fío de ti Hiro — acarició con las puntas de sus dedos aquellas orejas felinas que aparecieron en Hiro sin poder evitar soltar una suave risa — Eres realmente sensible con tus orejas ¿no? — apartó la mano volviendo a colocarla en el carro — Lo siento~ no pretendía incomodarte Hiro.

Alesya sacó rápido su móvil mirando el tema de aquellas entradas y se quedó pensativo unos momentos — ¿Dónde prefieres sentarte en el cine? ¿arriba abajo? ¿por el centro quizá? — estaba claro que iba a coger asientos juntos pero tampoco deseaba coger una mala zona y que Hiro se sintiese incómodo con eso.— Aún está casi todo libre así que dime donde quieras — afirmó cerrando uno de sus ojos.

Ajeno a la inseguridad que sentía el menor y esa pregunta que no le podía formular, Hiro solo se dedico a proseguir con lo que seria el día y claramente le expreso tras su primera pregunta, que no tenia mas que hacer, que podía disfrutar de el día con el tranquilamente, de veras tenia ganas de desayunar con el en alguna cafeteria, puede que por eso es que se apresuraba sin darse cuenta.

Los ojos de el felino se cerraron al contacto de aquella mano en su cabeza, teniendo que contener un peligroso ronroneo en realidad, a veces su cedía, esa parte suya quería salir y expresar cuanto le gustaba ser mimado, pero era una señal demasiado precisa, concreta, vergonzosa, algo que con suerte evitaba con esfuerzo y que gracias a la broma que siguió se disimulo al inflar la cara.

Hmm ¿Para eso me quieres? Vaya vaya, así que soy el de los recados jajaja.... ya, no dudaba de que las compraras por internet, a demás, dudo que me dejaras abandonado Sya, yo tampoco lo haría.

Con aquellas palabras fue como si le dejara claro, que nunca seria capaz de abandonarlo, algo que era cierto, por que a esas alturas Hiro se veía incapaz de imaginarse alejándose de el otro, por dentro no quería que llegara el día en el que se fuera ¿A caso eso no era como desear que nunca se recuperase del todo? Sonaba tan mal..

Ya tenia la comida planteada y aceptada por Alesya, por lo que sus pasos siguientes fueron en dirección a la caja, donde la cola no era demasiado larga, solo debían esperar a su turno y después de eso podrían ir a desayunar, aunque tuviesen que ir cargados, pero aquella caricia a sus orejas le descoloco mientras estaban ahí, le hizo apretar los labios y encogerse un poco, mientras el calor le invadió la cara. Su cabeza se giro hasta mirarle, fue peligroso, si que era sensible y bastante a demás, pero en realidad no pasaba nada, solo fue sorpresa mas que incomodidad.

Y-ya no pasa nada jeje lo se, se que no querías incomodarme... tampoco es como que este incomodo, es solo, hm... s-suelo sentirme muy extraño con eso, como dices, mis orejas son sensibles, por eso cuando las tengo fuera las suelo tapar pero... bueno a veces se me olvida llevar un gorro encima por si a caso.

Hablaba en la cola con una voz baja, para no hacer escandalo, aunque bueno a veces podía ver miradas encima de ellos y como un tonto se acercaba mas a Alesya, como si fuese capaz de taparle o provocar así que la gente no le mirase. Aprovechando aquello, miro la pantalla de aquel móvil donde miraba los lugares libres, era verdad que casi todo estaba libre, o mas seria correcto decir que estaba relativamente vacío.

Aquí, creo que esta bien ¿No?

Señalo con su dedo las filas de atrás y luego alzo su cabeza para verle, cruzándose de brazos mientras seguía hablando.

La primera fila...bueno la gente siempre piensa que la película se vera mejor, pero lo único que ganas después es que te duela el cuello y hmm si te pones en las centrales, los de enfrente pueden llegar a molestarte visualmente si se levantan, y los de atrás también... en la parte de el fondo es mejor siempre, suele ser un sitio tranquilo, nadie te molesta por detrás y suelen ser lugares algo mas elevados, separados algo mas de los de enfrente...

Tenia al parecer buenas ideas sobre el cine, las cosas bastante claras y de por si parecía extraño, pero tras unos momentos le explico que una temporada estuvo trabajando en un cine, que eran cosas que se iban escuchando de los que entraban y salían, comentarios que se hacían entre amigos y parejas.

Un poco después, dio unos pasos al ver que la cola avanzaba y de nuevo se paro, su cola se movía de lado a lado tras de si, a veces golpeando contra el Griego, pero no era un golpe fuerte, si no que mas bien se notaba como un roce.

Oh, no te pregunte... ¿De que trata la película que quieres ver? Espero que no sea de terror psicológico, no me...hm no me agradan mucho la verdad, mas bien me dan algo de miedo.

Expreso, agarrándole un momento el brazo mientras con atención le observaba

Es cierto que Alesya mostraba con Hiro una personalidad bastante honesta y algo despreocupada, pero ya el primer día había mostrado que en él no todo era felicidad desenfrenada y sin problemas, sino que había ciertos asuntos en su día a día que provocaba que esas emociones negativas para él fuesen más o menos notorias, como por ejemplo, cada vez que ese lindo y dulce Hiro debía ir a comprar de verdad parecía que todo se desmoronaba ante sus pies, por mucho que su cabeza repitiese durante horas las mismas palabras ‘no quiero recordar, no quiero pensar’, al final, lo único cierto es que terminaba encendiendo la tele para que aunque fuese solo unos minutos hiciese algo de ruido mientras él intentaba calmar esos sentimientos que lo abrumaban. Era horrible cuando esos sentimientos le volvían tan loco que le costaba respirar, no quería volver a sentir esa angustia que llevó a Yuuki a dejarle con Hiro.

Con ese toque bromista con su brazo libre atrajo a Hiro para abrazarlo, era demasiado… tan absolutamente adorable que muchas veces era incapaz de retener cosas como esa, besó su mejilla con cariño antes de dejarlo libre, era hasta más lindo con esas lindas orejas asomando en su cabeza — ¿Quién sabe? Quizás en el fondo soy una persona horrible y solo hago esto para conquistarte. Eres demasiado confiado, incluso aunque sea yo deberías estar alerta o podrías terminar cayendo ante mí, Hiro — no, definitivamente eso no era ningún tipo de broma pese al tono de su voz. Tenía claro que ante todo lo que menos deseaba era hacer que Hiro fuese algo como su comida de emergencia, sin embargo no paraba de sentirse atraído por él como si fuese un imán, y definitivamente lo único que deseaba Sya era cuidarlo. — Claro que no pensaría en dejarte tirado, como mucho te molestaría un poco con eso, pero seré un buen chico — además era tan puro y lindo que terminaba dudando en seguir esa especie de juego que compartían.

Muchos por el estado anímico que podía llegar a mostrar podrían creer que estaba casi recuperado, pero era en esas noches oscuras y frías cuando su cerebro llegaba a su límite, justo cuando Hiro no se encontraba a su lado se daban las peores noches, pero habiento tocado fondo con el intento de suicidio necesitaba intentar permanecer fuerte, sin mostrar debilidades y dejar de molestar a Hiro aunque quisiera quedarse a su lado.

“¿Cómo se supone que resisto a esto?... creo que si hubiese visto esta expresión en Hiro estando en casa hubiese sido capaz de lanzarme a por él” por ‘suerte’ estaban en un supermercado, con más gente, y sobre todo, un lugar en el cual Sya estaba obligado a calmar esos impulsos de íncubo que aparecían a veces pese al dolor que podía llegar a sentir en un tiempo, debía aguantar y soportarlo, además, de momento Sya había ocultado su raza y no quería ni saber si Hiro había sido informado por Yuuki. — Hiro, no tienes porque avergonzarte, quizás no se mucho pero a mí personalmente, tus expresiones y esas lindas orejas que a veces no puedes controlar me parecen adorables — y no tenía ningún tipo de prejuicio ni razón para ocultarlo.

El de ojos claro se quedó pensativo un instante para acabar asintiendo y seleccionar dos asientos mostrando su móvil a Hiro con cierta curiosidad en su mirada — ¿Te van bien estos? — terminó de comprar las entradas y las descargó al móvil para imprimirlas más tarde, o incluso pedir a Hiro que una vez las pasase a un pendrive vacío le acompañase a imprimir las entradas a alguna papelería. Se quedó mirando el móvil mientras estaba reclinado sobre el carro de la compra y miró a Hiro — Hm… creo que alguna vez me gustaría participar en el rodaje de una película, solo he participado en programas de variedades y para presentar álbumes, nunca he actuado como tal — es decir, actuaba un poco sobre su carácter frente a las cámaras, pero no para llegar a hacer algún papel, quizás con el tiempo Bucarest le daba una oportunidad.

— Ah, eso — se ajustó la capucha de la sudadera para ayudar a Hiro a poner las cosas sobre la cinta y acabar acariciando su mejilla — Es de terror, pero no psicológico, se centra más que nada en un asesino serial que... bueno, ya le verás — aunque Sya desconocía que esta tercera parte sí se iba a centrar más en el campo de terror psicológico, aunque había visto las dos anteriores de esta solo había visto el cartel, se había negado a leer o a ver el tráiler de la película, bajo ningún concepto — Sé que van a hacer un cambio en la nueva entrega pero no te puedo contar mucho, no por spoilers — se interrumpió para aclararse la voz durante unos instantes para acariciar la mejilla de Hiro con suavidad — Simplemente no he visto ningún trailer para no arruinarme la sorpresa. — aseguró cerrando uno de sus ojos.

Se dejaba, pero realmente el Japonés ni si quiera tenia demasiada experiencia o costumbre mejor dicho, en ser abrazado o besado, acariciado, mimado y alagado, hasta aquella broma que acabo soltando Alesya le hizo sentir extraño y nervioso, no capto que no era realmente una broma, solo se quedo pensando mientras le respondía el abrazo un momento, en que el ya había sido conquistado, muchísimo antes de que quedara a su cuidado ¿Qué pasaría si se enterara? Hasta ahora todo en su opinión quedaba como una broma que poco a poco lograba ponerle mas nervioso, dudaba demasiado de la seriedad respecto a esas palabras, pero en el fondo quería hacerlas verdaderas, creer en ellas como una realidad, algo posible.

Bueno... si se que no debo avergonzarme, pero, es mas bien por que... ah, me ha pasado muchas veces donde voy tan libremente que la gente no tiene reparo en tocarme, sinceramente... soy muy sensible y en cierta manera no quiero que, en fin, me hagan reaccionar raro.

En aquello no entraba que se fuera a excitar o algo por el estilo, se refería mas a ponerse a maullar, ronronear o algo así, esa parte de el siempre resultaba vergonzosa por esa clase de cosas, claro, omitiendo el detalle aquel de que por suerte o desgracia suya, solía tener celo en ocasiones, siempre lo hacia pasar por enfermedad y ante todo se hacia con provisiones necesarias para no abandonar su casa hasta que se pasara y ahora, sin saber como seria, tenia que compartir en algún momento aquella parte de el con Alesya, no se lo perdonaría si una de las noches se encontraba a si mismo refregándose contra el otro descaradamente o que simplemente le descubriera en su futón intentando aliviar la calentura, era vergonzoso, muy vergonzoso.

Su cabeza se sacudió, no era bueno imaginar, pensar demasiado e irse por las ramas, no valía la pena agobiarse por algo que no era seguro, después de todo no sabia si Alesya se quedaría con el en ese momento, no sabia si daba la casualidad de que se encontraría mejor y seguiría con sus cosas de estrella, no sabia si se iría de su casa... aquello ultimo no quería que sucediese, pensando egoístamente.

Jaja si esta bien esos sitios, genial podremos ver la película bien...hmm creo que sinceramente podrías hacer algo de eso, participar en una película... ¿Quizás primero podrías empezar por algo así como una serie? Algunas personas empiezan así.

Opinando sobre aquello, fue dejando cosas junto a el griego en la cinta, poco a poco, intentando calcular cuantas bolsas tendría que pedirle a la cajera para llevar todo ¿Puede que unas tres o cuatro? Si colocaba bien las cosas, de forma ordenada no seria complicado que fuesen las mínimas.

Ah...uh....terror ¿A secas? Bueno creo que esta bien... digo no se, pero supongo que puedo soportarlo, asesinos seriales dudo que sean tan terroríficos en las películas jeje

Era bueno, siempre que no fuera psicológico, mientras que no se escarbase demasiado en el asunto de los miedos y las cosas paranormales, estaba bien ver una película de asesinatos, así que solo acepto el hecho de que así seria la película y debido a que el moreno tampoco miro mucho, pues no indago mas en el tema, solo comenzó a reír y emocionado pensó en lo entretenido que seria esa salida.

En lo que había estado hablando con el, termino de colocar todo y avanzo hasta el final de la caja, donde con una sonrisa le dijo a Alesya que podía ir a dejar el carro mientras tanto y que luego podía ayudarle a guardar las cosas en las bolsas, habiendo pedido al final tres, pues en su cabeza mas o menos peso en como colocarlo todo dentro, de tal forma, que se aprovechase el espacio que ofrecía sin cargar demasiado.

Mirando como la cajera iba pasando y como en el panel se mostraba la suma de las cosas, tomo una bolsa, comenzando a guardar primero en el fondo de esta las cosas que no se rompiesen fácilmente o las cosas blandas que se aplastasen, dejando lo mas solido primero. Casi finalizando, de un momento a otro la chica pareció mirarle mucho, fijamente, pensativa y hasta olisqueando un poco, diciéndole algo por lo que Hiro fijo sus ojos en ella.

Perdón ¿Qué decía?

Le decía que tengo por aquí una oferta que creo le vendrá bien pronto.

Con extrañeza, arqueo una ceja y buscando dinero para usar en lo que compro, dejo escapar mediante una pregunta a que se refería con pronto y que era esa oferta, para a continuación ver a la chica sonreír, sacar un pack indivisible con una caja de condones y lubricante, para comentarle.

Me refiero a su época de Cel-

No.no,no,no jajaja noo..... yo no...no necesito eso...de veras, guárdelo esta bien.

¿De verdad no lo quiere? Esta de oferta, le costara mas barato que de costumbre y es muy bueno, para usar con su pareja en esta época de..

Se puso demasiado nervioso, tanto que le soltó el billete a la chica y con rapidez quiso guardar lo poco que faltaba, no quería escuchar nada mas y tampoco se atrevía a mirar a nadie, ni a Alesya, ni a la chica, ni a los demás de su alrededor, solo tomo las bolsas sin esperar cambio, queriendo salir corriendo

V-vámonos Sya...tengo hambre, no perdamos mucho tiempo.

Con curiosidad Alesya miraba al lindo y adorable gato de ojos violetas, se quedó un momento pensativo antes de aclararse la voz colocando con confianza una de sus manos en el hombro del chico de cabellos oscuros, le gustaba pasar tiempo junto a él, eso estaba claro, pero, ¿hasta qué punto se había vuelto dependiente de Hiro? Ni él mismo era consciente, sólo sabía que le había cogido algo de cariño, y por supuesto, que tendían a llevarse bien, además prefería su comida por encima de la comida de restaurantes lujosos, para él la comida de Hiro era mil veces mejor, y no solo eso, sino que dejaba en él un sentimiento cálido, iba a ser complicado para él despedirse de este sentimiento una vez Yuuki decidiese que Sya podía abandonar el hogar de Hiro.

— ¿Raro? — con curiosidad Alesya pestañeó inclinando su cabeza pensativo, no entendía a qué se refería ante sus ojos Hiro era adorable, un chico amable y dulce al que solo le daban ganas de abrazar una y otra vez, causaba en Sya esa reacción de ternura que provocaba en el griego — Escuchame, Hiro — pasó una de sus manos por la nuca del joven de cabellos oscuros antes de esbozar una sonrisa con amabilidad — No eres alguien raro, de hecho sabes que me pareces realmente adorable, si no quieres que otros te vean lo veo bien, pero te lo digo en serio, no me pareces raro, sino más bien lindo — por sus palabras hasta cualquiera diría que estaba acostumbrado a tontear con cualquier persona, pero lo cierto es que solo se estaba comportando así con él.

Sinceramente, podíamos ver a Sya de buen humor con una sonrisa dibujada en sus labios y dispuesto a hacer todo por Hiro, de hecho se comenzaba a emocionar por ese algo similar a una cita, lo cierto es que estaba deseando que Alesya parecía más emocionado por pasar un rato con él que por ver la película, incluso algo le decía que iba a estar más pendiente de el asiático que de la pantalla del cine.

— Perfecto — frotó su nuca con suavidad,sus brazos se apoyaron sobre el carro unos momentos, Alesya lucía con un enigmático aire pensativo, ni él mismo estaba seguro de que iba a pasar con eso — Lo cierto es que aún ni sé cuándo voy a volver a estar frente a una cámara. Pero no sería una mala idea — aunque lo que más deseaba era volver a cantar, aunque desgraciadamente Alesya no sabía si sus pies serían capaces de detenerse frente a un escenario en estos momentos. — Imagino que llegará el momento donde veamos dónde me lleva Bucarest — porque su único buen recuerdo era los momentos relacionados con Hiro.

Con cuidado tras ayudar a colocar las cosas en la cinta movió el carro hasta el final de la caja para colocar las bolsas en él antes de dejarlo en su lugar apoyó el dorso de su mano en el carro — Claro, si la pasas mal por eso sabes que estaré a tu lado Hiro, así que no te preocupes, además es solo ficción — aunque había muchas veces que la ficción superaba a la realidad, y por suerte esa saga no era basada en hecho reales, sino en una novela de terror que llevaba tiempo leyendo Alesya. — Ambos iremos sin saber mucho del tema, pero no soy miedoso así que intentaré tranquilizarte si algo sucede —¿cómo? ni él lo sabía, ¿tal vez un abrazo? No, no eso eso casi sonaba a que el chico de orejas felinas era su pareja.

Desapareció junto al carro unos momentos para finalmente oír la última parte de esa incómoda conversación entre ese par, por algún motivo la chica tenía condones y lubricante, ¿acaso supuso ella sola que Hiro y él eran pareja? ese chico era adorable, pero desde luego no se trataba de una pareja sino de unos chicos que se llevaban bien y bueno, Hiro era extremadamente adorable pero… no “Alesya, deja de pensar en eso” agitó la cabeza y tomó alguna de las bolsas colocando su diestra en el hombro de Hiro — C-Claro — pestañeó y fue prácticamente llevado con el contrario hasta fuera de la zona.

Intentó contener una carcajada mientras era arrastrado por Hiro y esbozó una sonrisa de medio lado tomando algo de aire durante unos momentos. — En serio, esa chica, la cajera ¿creía que tú y yo? — rió con suavidad, no era un tono de burla sino que se sorprendía como fluía la imaginación de la gente. Caminó durante varios minutos con una amena conversación que llevaba junto al chico, incluso mencionaba algunos sucesos divertidos y que casi moría de vergüenza en el pasado.

Cuando llegaron a la terraza de una cafetería cedió el paso al interior primero al mayor y silbó — Los ancianos primero — dijo con aquel tono bromista cerrando uno de sus ojos; Sya apenas iba unos pasos tras Hiro, pero cuando llegaron a una mesa libre Alesya dejó las bolsas a un lado de aquel sofá y se sentó junto a Hiro dejando la palma de su mano apoyada entre las orejas felinas del chico, parecía casi como si inconscientemente buscase tentar al felino — ¿que te apetece tomar? — preguntó con una suave sonrisa dibujada en sus labios.

Claramente pudo notar que Alesya había malinterpretado un poco la palabra "Raro" pero tampoco le hizo saber que se trataba de otra cosa, solo dejo pasar aquello, pues sus palabras tan amables y consideradas se hicieron hueco muy fácilmente en el ¿Podía ser tan genial? Ya lo pensaba antes de conocerle de aquella forma, que era una maravilla, pero ahora que veía otras cosas de el, que le conocía solo un poco mas, fuera de todo ese aire artístico, podía confirmar que sin duda era amable, no se arrepentía de que le gustara alguien como el.

Esbozando una sonrisa de lado había asentido a sus palabras y aceptado todo lo que dijo, le apoyo, pensando en que si hacia falta le acompañaría cuando quisiera intentarlo y acepto, que le ofreciera su ayuda a demás de tranquilidad sobre la película, pensó que no tendría nada que temer, se relajaba y dejaba todo ese asunto de el terror para el día que fueran a ver esa obra de ficción.

Pero ahora ahí estaba, avergonzado por lo que la chica dijo, apretando las bolsas que se intento llevar mas bien a la prisa y que sin remedio cortaban algo la circulación de sus dedos ¡Que vergüenza! ¿Hasta donde habría escuchado Alesya? No es que le quisiera ocultar nada, pero no sabia si seria incomodo hacerle saber que en cualquier momento podía ponerse desquiciadamente caliente o era peor que lo supiera cuando sucediera, ninguno sonaba bien. Estuvo a nada de explicarle todo, pues se dio cuenta que la chica era también una felina y por eso lo noto, pero escucharle preguntar eso entre risas le hizo reír, mientras asentía, dejando pasar aquello como lo que le pareció a el Griego, una creencia equivocada de la mujer.

Jajaja si si...se...se creía eso si hahah que... como si no se pudieran tener amigos o algo, debió equivocarse y...malinterpretar algo.

Su camino seguía siendo apresurado y su cara seguía roja, no paraba de imaginar cosas, cosas raras aunque en cierta manera era hasta emocionante, pero poco a poco se fue calmando con las diversas conversaciones que surgieron hasta que todo quedo atrás y, así, acabar frente a aquella cafeteria.

¡Oye como que anciano! Serás... eso me lo guardo, ya te enteraras alguna vez.

Contesto pasando primero, mostrándose indignado, había notado como a Alesya le gustaba eso de ir tomando el pelo y decir esa clase de cosas, no le molestaba en realidad, Hiro solo le seguía el juego hasta que al final se acababa por reír, pues era demasiado malo haciéndose el molesto, de hecho, cuando se sentí en aquel sofá lo hizo riendo tras dejar las bolsas que llevaba, girando su cabeza ante el contacto en su cabeza.

Un café hmm... café bombón concretamente, ah y un crepe con nata montada.

Si aquel día le había dado por lo dulce, aunque en realidad no era algo extraño de ver, era muy de esas cosas, solía disfrutar sin mas de todo lo que pudiera y a penas tenia limite, por eso le gustaba todo lo relacionado con la cocina, no solo la comida o la cena, era de postres elaborados, meriendas y desayunos copiosos, si decidiera hacerse chef o pastelero alguna vez, podría conseguirlo fácilmente, solo que el era mas de hacer todo para su propia casa.

Fue durante un momento, pero con la calidez de aquella mano en su cabeza movió esta durante unos segundos hacia los lados, como si quisiera que tocara sus orejas también, antes de darse cuenta y quedarse parado, pensando en que diablos estaba haciendo en ese instante.

Ah Sya... y tu ¿Qué vas a pedir? Debería tomar nota e intentar hacerlo también en casa, lo que me lleva a...

Hace una pausa antes de volver a mirarle mientras se ríe y echa su cuerpo hacia atrás, dejando que su espalda se recostase en el respaldo.

He pensado que podías escribirme algunas cosas que te gusten hm... comidas en general, algún postre, alguna cosa que te guste desayunar normalmente o incluso algo que quieras probar, pero nunca lo hayas hecho, seria divertido poder hacerte algo así.

Era una forma de poder demostrarle su aprecio y cariño por así decirlo, Hiro se solía expresar muchísimo mediante la cocina y aunque era muy alegre, considerado y abierto cuando ayudaba a la gente, cuando se trataba de expresar sentimientos se le dificultaba un poco, hasta los mas básicos.

Sya mostraba tranquilidad cuando trataba con Hiro, era la primera vez que un chico se le hacía tan tierno y suave a sus ojos, daban ganas de molestarlo con esa linda y tierna expresión que ponía ante él. Ese joven de cabello oscuro no solo era tierno, amable y considerado con él, realmente tenía la capacidad de hacer que los ataques de ansiedad de Sya se calmasen ¿qué hacía si ya no era capaz de vivir sin él? ¿Acaso se lo llevaría con él a casa? Estaba claro que Alesya no era capaz de decidir la vida de otra persona por puro egoísmo, aunque casi le daban ganas de quedarselo y prohibir que cualquier otra persona mirase al felino, pero no podía quedarselo para él, eso lo tenía claro el más alto de los dos.

Era divertido que el chico de ojos violetas fuese tan tímido con esas cosas, era un poco adorable ver esa parte de Hiro, acarició la rojiza mejilla del chico antes de apoyar ambos brazos en la mesa mientras sus ojos se enfocaban en Hiro y jugueteaba con el servilletero unos segundos apoyando su mejilla en el puño cerrado — Bueno algunas chicas adoran fantasear con esas cosas, no me extraña tanto, aunque deberían pensar primero en amigos y después en pareja — pero desde fuera se veían muy cercanos después de todo Sya tenía poca consciencia del espacio personal cuando se trataba de Hiro. Además que se veía ese algo cariñoso con él que no solía mostrar tan a menudo. Además él mismo había sufrido el ser emparejado con compañeros de trabajo por fans, ¿qué vamos a decir? casi es obligatorio que algunas fans hiciesen eso. Sin embargo, Sya no estaba ni tan solo un poco cerca de la verdad.

Lo cierto es que Sya parecía divertirse bromeando con Hiro, además ese chico era dulce y adorable, le gustaba poder consentir a ese lindo gato y bromear a parte iguales, en realidad, que fuese capaz de mostrar esa parte de él significaba mucho, podía no solo bromear o tontear de aquella forma, sino ser capaz de mostrar esa parte de él que se aferraba demasiado a las personas; de cierto modo podemos decir que a Sya le gustaba Hiro, por eso era capaz de mostrarse tan natural a su lado, de hecho incluso cuando se molestaba unos segundos con el propio Alesya a sus ojos se seguía viendo realmente lindo.

Hundió su dedo suavemente en una de las mejillas de Hiro antes de depositar un fugaz beso en ella, tras ello sus ojos pasaban rápidamente por la lista apoyando su mejilla sobre el hombro de Hiro — Un Moka y quizá un trozo del pastel de castañas, el que hacen aquí es genial, ¿quieres probarlo? — preguntó con curiosidad, el olor de Hiro de verdad conseguía volverle loco, su esencia para alguien de su raza era un auténtico caos, era hasta capaz de hacerle sentir un desastre por completo a la poca resistencia que tenía por la frecuencia de su alimentación.

Con un suave pestañeo el de ojos claros alborotó con cariño los cabellos oscuros de Hiro antes de abrazarlo apenas unos segundos antes de que el camarero apareciese ante ellos, Alesya emitió al camarero el pedido antes de volver a dirigir su mirada hacia Hiro — Me consientes demasiado, en serio, pero puedo apuntarte algunas cosas cuando volvamos,además, hay demasiada comida en el mundo como para que yo haya podido comerla toda — comentó con una carcajada antes de dar un suave toque en la mejilla del chico — Pero, — volvió a apoyar su mano en Hiro — prefiero que comamos algo que nos guste a los dos, pero definitivamente prefiero que lo cocines tú a que lo haga algún tipo de estrella de restaurante, me gustan más cosas cuando eres tú el que las cocina — era definitivo que la comida de Hiro era la que más le gustaba y no hacía falta ser un genio para notarlo.

Tuvo que darle la razón, era cierto lo que decía sobre algunas chicas que adoraban fantasear, pero si, tenían que pensar en otras cosas antes que en lo otro, claro que en este caso Hiro se había ahorrado el detalle importante "La chica había percibido que iba a empezar pronto el celo" el mismo japonés pensó que la cajera habría sumado cosas o que simplemente se había convencido por completo, de que en esa situación, el felino lo necesitaría si o si en el caso de que su acompañante viviera con el ¿Acertado? Completamente, la chica solo intento ofrecerle protección antes de que ese momento llegara, pero ni aun así Hiro se lo comento, podía ser el único secreto que le guardaba a Alesya y eso le mataba un poco por dentro.

A-Alesya por... ah... claro, no es malo probar cosas...

Murmuro después de el beso en su mejilla, pronunciando su nombre por completo aunque mas para si mismo, de veras no entendía como podía ser de esa forma, si era mas por que acostumbraba a besar a la gente en la mejilla o por broma, pero el caso es que cada vez que se acercaba, le besaba o abrazaba el Japonés se volvía loco por dentro.

Se sentía a veces demasiado desbordado, ya tenia claro que en lo que avanzaba su estancia en su casa, sus reacciones también avanzaban a mas, incluso si todo se repetía, estaba seguro que a cada beso en la mejilla se le aceleraba mas el pulso, hasta ahora, alagando su cocina por completo ¿Cómo iba a estar tranquilo si encima decía que prefería su comida antes que las de una estrella de la cocina? No tenia el ego tan subido como para que ese comentario no le afectase.

¿De veras prefieres mi comida? Decir que la prefieres antes que de un buen restaurante es demasiado... ¿No es exagerar? No soy chef profesional ni nada por el estilo...

por su parte se hizo el silencio después de eso, mirándole con atención, mas que alagado pensaba que el moreno no sabia el efecto que ejercía en el con esas cosas, cuando pensaba que no podía caer mas por Alesya, siempre conseguía que lo hiciera una pizca mas.

Si lo dices tan en serio... jeje ¿Cómo puedo negarte nada? Si te gusta tanto, le pondré incluso mas empeño para que en vez de espectacular...sea ultra espectacular.

Con una sonora risa fue el quien se apoyo en Alesya esta vez, recargado en su hombro y con su cabeza chocando de lado contra la de este, no podía evitarlo, el contrario ejercía como un imán con el, por mucho que se avergonzara sentía que era difícil no querer juntarse, estaba absolutamente perdido y egoístamente pensaba, que no quería compartirle con nadie.

Por su cabeza comenzó a aparecer una cuestión, una importante en realidad y, sinceramente quería expresarlo, quería preguntarle a el Griego de forma directa, no era malo preguntar después de todo, a demás mientras venia o no el camarero...

Oye...ah, te quería preguntar algo Sya... ¿Sabes hasta cuando estarás en mi casa? Yuuki...no me dijo nada, de hecho no me a contactado demasiado pero...hmmm bueno se que mi casa es pequeña, ya sabes, pero quiero decirte que si decides, no se...quedarte mas tiempo, esta bien, a mi no me molestaría.

Se adelantaba, claro que se adelantaba por que sinceramente no se cumplió demasiado tiempo desde que convivía con el, pero se lo quería decir, dejarle claro que por el no existía un limite con eso de quedarse, para Hiro era un gusto, aunque con aquello directamente firmara su sentencia, no era solo por que Alesya le gustara, si no por que hasta el se sentía mejor desde que convivían juntos.

Si había algo que podíamos recalcar en momentos como lo era aquel es que para Alesya Hiro era alguien que se había colado en su vida para quedarse, para no irse de su vida sino para quedarse ahí como ese apoyo que parecía necesitar desde que de la nada esa persona en su vida, ese alguien que tanto había asustado, él parecía calmar un poco el ánimo de Alesya incluso en sus momentos más lúgubres era ayudado por el gato de ojos violetas que parecía estar ahí solo para él. Nunca había sido alguien que hablaba de sí mismo, pero incluso a veces tenía el impulso de hablar de él mismo y lo que había pasado para que llegase a ese estado.

—¿Hm?— ladeó la cabeza con curiosidad apoyándose en Hiro, sinceramente, desde fuera cualquiera podría creer que Hiro y Sya eran pareja, el mayor algo avergonzado y el más joven sin poner ningún reparo en mostrarse cariñoso con el chico de ojos claros. —Ya verás, es genial, podemos compartir, después de todo es una de las cosas más divertidas ¿no crees, Hiro?— a sus ojos aquel felino era realmente adorable, era demasiado lindo y amable y le consentía todo lo que podía, aunque ni así dejaba que Sya pagase demasiadas cosas, pero le intentaba dar a veces unos pequeños lujos como era este desayuno en la cafetería.

Se apartó un poco de él, o mejor dicho dejaba de estar apoyado en Hiro antes de asentir con suavidad dirigiendo su mirada hacia Hiro con suavidad. Esbozó una sonrisa suavemente y acarició su mejilla amistosamente —No me importa que no seas un chef profesional, es agradable comer cuando eres tú quien lo prepara, aunque bueno, quizá es porque para variar no está mal comer en compañía— sonrió con suavidad antes de que sus ojos se detuviesen en Hiro. Es cierto generalmente Sya vivía solo, quizá ese cambio era por no estar solo para varias… aunque eso era poco más que un aburrido y triste intento de engañar o meterse una excusa a sí mismo.

—Hiro, todo lo que haces es fantástico tal y como lo haces, no necesitas ser un profesional ni esforzarte más de lo que ya haces, me gusta tal y como eres Hiro así que no te preocupes por algo como eso ¿de acuerdo Hiro?— le daban ganas de robarle un pequeño gesto al chico como era el de un beso, pero quizá era tan solo cosa de su naturaleza. No quería detenerse a pensar en eso, apreciaba a Hiro demasiado como para intentar alimentarse de él de ese modo, solo deseaba cuidarlo como un amigo más o si se daba el caso dejar que las cosas fuesen poco a poco, no como una carrera a contrarreloj para acostarse con él; aunque fuese un íncubo Alesya no era de ese modo.

Apoyó su zurda en los cabellos oscuros de Hiro para comenzar a acariciarlos como si fuese algo normal, una de las camareras no tardó en venir con los cafés mientras que su compañera dejaba los dulces a los chicos haciendo que Alesya besase los cabellos de Hiro dejando que aquellas chicas desarrollasen más su imaginación con ese par, tan solo detuvo su mano cuando escuchó aquella pregunta, apartó su mirada de Hiro antes de tomar aire —Pues… en un principio Yuki me dijo que estaría apto para volver en un mes, así que en dos semanas... más o menos puedes decir que estaré fuera de tu vida— apretó un poco su propia rodilla antes de que una sonrisa se pudiese dibujar en su rostro, aunque definitivamente se percibía bastante más fría que la sonrisa que solía usar con Hiro, tomó aire antes de continuar hablando, aunque lo cierto es que le asustaba volver a vivir solo, le asustaba un poco aquella situación. —Aunque la palabra definitiva la tiene Yuuki,si se te complica puedo decirle que consiga habitación en un hotel o en cualquier otro sitio, no me gustaría que te sientas forzado a eso Hiro— aseguró antes de que sus ojos se detuvieran en aquella taza de café.

A pesar de la vergüenza, a pesar de todo lo que sentía revolotear en su interior y que a veces temiera mostrar algo indebido, le encantaba estar con Alesya, era algo único e inigualable que de un momento a otro le había alegrado la vida, el era el señor positivo, el señor "yo te ayudo" pero también tenia sus altibajos, también se sentía solo de vez en cuando y no era agradable, fuera a parte de que tener al moreno con el fue total sorpresa, fue agradable y poco a poco se había estado acostumbrando al hecho de tenerlo allí con el, así, alagando su comida, diciéndole que todo lo que hacia era fantástico.

Su cara se puso roja por momentos, pero se le veía feliz por lo que le decía, sabia que decirle para hacerle sentir importante, quisiera o no, por eso asintió a aquellas palabras y contesto que no se preocuparía mas, aun así, después, cuando le contesto cuanto le quedaba de estancia con el y lo de la habitación de un hotel, sin darle importancia a si alguien miraba o no, se le sostuvo de el brazo con una reacción inesperada, preocupada, pues pensó que quizás entendió mal su buen ofrecimiento de extender el tiempo.

¡N-no me refería a eso! T...te lo estaba diciendo por que me agrada tenerte en casa y...uh.... Alesya no me molestas para nada, tampoco me siento forzado a tenerte en casa...

Apretó los labios son sutileza y sin soltarle recargo su frente en aquel hombro, se encontraba algo girado de lado y después de lo dicho repentinamente estaba mucho mas avergonzado que antes, se había sobresaltado, simplemente por que pensó que el Griego le había podido malinterpretar, había querido dejarle claro que le encantaba su presencia y nunca le desagradaba tenerle ahí, era todo al contrario, aunque no lo dijo sentía que si se iba el que se pondría mal esta vez seria el, no quizás hasta el grado de deprimirse, pero si sentir tristeza ¿Había desarrollado dependencia o simplemente le encantaba demasiado como para dejar ir lo vivido?

No te vayas....es lo que quería decir...a-aunque se cumpla el mes y ya estés bien, no quiero que te marches... aunque suena muy egoísta ¿No? debería preguntártelo, no exigírtelo...

Se escucho un suspiro por su parte, luego solo se separo y miro a la mesa, tomando lo que seria su taza de café para bebérsela, la vergüenza que sentía evitaba que pudiera verle a la cara, se le había ido la cabeza completamente ¿Qué es lo que estaba haciendo? Esperaba por los dioses que no pensara ahora que se trataba de un loco o algo, después de todo Alesya no le conocía de tanto mientras el si le conocía de mas, nunca fue un fan loco, nunca se considero así pues le admiraba tranquilamente, pero si se pensaba bien era como si ahora lo pareciese cuando no era su intención.

Lo siento... por favor no pienses que estoy loco o algo, solo, quiero que sepas que no me molesta en serio, no me molesta tu compañía y... je... disfruto bastante la verdad.

Dejo salir aun sin mirarle, cuando se sintió algo mas tranquilo tras unos pocos sorbos de café, tenia que estar así, calmado, o realmente las cosas se iban a ver muy raras, si se ponía nervioso podía liarlo mucho mas y no quería eso, con lo sencillo de decir que era un "Puedes quedarte mas, me agrada tu compañía" pero no, el se había liado a hablar, a dar explicaciones y balbucear tonterias.

Parecía una tontería desde fuera pero Alesya en cualquier otra ocasión hubiese podido llegar a enfadarse mucho con el de ojos violetas, esos ojos que le hacían sonreír y entrar en trance mil veces sin tan siquiera dudarlo, ese chico realmente había llegado a alojarse en el corazón de Alesya, sin buscarlo, eso es cierto, pero para aquellos ojos dorado Hiro era alguien que había sido importante, es cierto, quizá no se conocían desde hace mucho tiempo, pero había estado a su lado justo en los momentos que más necesitaba,es decir ahora con esa enorme ansiedad que lo golpeaba en las noches, se estaba haciendo tan dependiente a Hiro que le costaba pensar en la posibilidad de alejarse de él.

La diestra de Sya se apoyó en la mejilla de Hiro, cuidadosamente, acariciando con la yema de sus dedos su mejilla con suavidad, era casi como tentarlo si seguía de esa foma, pero alguien era muy inconsciente de que aquel ‘gato negro’ tenía su celo muy cercano, tanto que era capaz de potenciar su aroma y hacerlo en cierta manera ‘delicioso’ para el íncubo, si había algo que tenía claro es que no deseaba hacer de Hiro una especie de comida de emergencia, él era importante para Alessya, podemos decir que Hiro había conseguido salvar a Alesya. Suavemente su diestra se detuvo, aquellos orbes dorados no alejaba sus orbes de los violáceos de Hiro.

—Hiro...— suavemente aquella voz de la que era fanatico el de cabello oscuro pronunció su nombre haciendo que tomase con cuidado el rostro del mayor entre sus manos —eres realmente lindo, pero ¿estás seguro de eso? o sea, la última palabra no la tengo yo sino Yuuki, no es como si pudiese decir que ‘estoy bien’— pero, era consciente, en algún momento tendría que volver a casa, es decir separarse de Hiro, o por otro lado,llevárselo con él. Acercó al de menor altura envolviendo su cintura con uno de sus brazos, su frente suavemente se apoyó en la de Hiro con suavidad, besó su mejilla con cariño —Es curioso, realmente odio la compañía innecesaria, pero si eres tú quien está conmigo… siento que es la primera vez que me gustaría mantener a alguien a mi lado— no como esos rollos pasajeros, y quizá tampoco como un amigo, sino como una persona a la que apreciaba con cada uno de esos defectos y puntos fuertes que había visto en estas semanas, si era por Hiro, quizá podría intentar iniciar un nuevo camino a su lado.

De verdad, Hiro sabía cómo seducir al de ojos dorados lo pegó aún más a él tomando el atrevimiento de darle en público un abrazo al de ojos violetas, no tenía idea de cuán doloroso podía llegar a ser sentir que debe mantenerse lejos pero desear acercarse aún a él —Hiro… no quiero, no quiero irme de tu lado… además ni creo que esté preparado para volver a vivir como antes— negó, era como si sus palabras salieran de su voz sin intentar cuadrarlo con él mismo, como si solo deseasen tener un ataque de sinceridad con el japonés —Hiro… te necesito— ni estaba preparado, ni deseaba alejarse de él, permanecer a su lado, tener el privilegio de conocerlo aún más, no deseaba abandonar a Hiro, tampoco quería permitir que Hiro le abandonase.

Podía ser raro ya que hacía solo dos semanas pero Hiro le proporcionaba esa calidez con tal suavidad que al de ojos violetas, no era solo un simple apoyo, no era alguien que simplemente estaba ahí, era cierto que el chico parecía tener un fuerte cariño hacia Hiro pero ¿era simple dependencia o había algo más que parecía no querer ver más allá. Dejó apoyada su frente en el hueco de su hombro dejando ir un suave suspiro —Déjame estar así un momento, necesito calmarme— era un jodido íncubo y esos dolores empezaban a emerger por la falta de alimento que poseía siempre para los de su raza pero se negaba siempre a dejar que algo más sucediese con él.

Alejó su rostro de él y volvió su atención a la comida, definitivamente su olor era algo más dulce e intenso pero definitivamente nunca había oído, o bueno,olido de un suceso similar en ninguna raza. —Por cierto al cine te invito yo que para algo soy el que te ha pedido que vengas conmigo a verla, y no pienso aceptar una negativa, como mucho te permito que las palomitas las compremos a medias— comentó con ese tono bromista que pareció haber recuperado con Hiro.

La situación para Hiro era entre tensa, extraña y al mismo tiempo confusa, pero con la forma en la que Alesya le trataba no dudaba en pensar que a este no le desagrado nada, por otra parte disfrutaba de los gestos de el contrario, dejándose acariciar la mejilla, dejándose acercar, abrazar, besar en la mejilla, se sentía como un animalito siendo mimado, provisto de completa atención y cariño, tanto que sus intentos felinos solo provocaban que quisiera apegarse e incluso frotar su cabeza contra la de el, pero se aguantaba, primero por no parecer extraño, segundo por el lugar en el que estaban, pues si fuera en casa quizás se lo permitiría un poco, después de todo era un gato y a veces no podía controlar esas cosas.

Yo normalmente... siempre vivo solo, pero me agrada demasiado vivir contigo...

Murmuro, eso lo dijo antes de escuchar como le decía que no se quería ir de su lado y que le necesitaba, fue ahí donde su que le correspondió el abrazo, resultando reconfortante para el y para el moreno, no importándole que quisiera quedarse un poco mas de aquella forma con el.

Esta bien... c-cálmate tranquilo, esta bien... q-quizás yo también te necesito...al menos no puedo imaginar el dejar de vivir contigo...

Su tono indicaba que no hablaba en ningún momento desde un lado fanático o algo así, era sincero, lo sentía así sin ninguna duda, el tampoco se imaginaba separándose de Alesya, dejar de comer con el, ver la televisión con el, irse a dormir y despertar bajo el mismo techo, sin saberlo al aceptar el favor de Yuuki se comenzaba a dar cuenta de que también había necesitado de compañía, pero no de cualquiera, solo la de el mas joven.

Cuando ya se fue alejando de el, en el rostro de Hiro se notaba una mezcla de vergüenza y felicidad, no paraba de darle vueltas aquel "Te necesito" se sentía realmente importante para el, muy afortunado, algo que tras escucharlo le provoco reír y aceptar sin mas sus palabras.

Vale vale, si es lo que quieres, tu me invitas, me siento honrado de eso... pero si, podemos comprar las palomitas a medias, eso o uno puede comprar las palomitas y otro alguna otra cosa.

Menciono, en aquellas tiendas de el cine si no recordaba mal, vendían mas cosas a parte de las palomitas y las bebidas, alguna chocolatina podrían comprar ¿Verdad? y hasta en ocasiones vendían nachos con guacamole, golosinas y galletas.

Estirando su mano, tomo su café y se lo llevo a la boca con lentitud, el también tuvo que calmarse un poco de aquella forma, por que no paraba de darle vueltas y de sentirse muy extraño, hasta el pensó que aquel acercamiento junto a las palabras resultaron algo peligroso, si ya de por si tuvo el instinto de apegarse, no pidió imaginar que ocurriría si Alesya le abrazaba estando mas cercanos a su celo, era como una cuenta atrás muy rara y lo peor es que no sabia como lo pasaría.

Por cierto... de veras, me da igual lo que diga Yuuki... si quieres seguir viviendo conmigo, en realidad no es nadie para obligarte a abandonar mi casa o....hmm o incluso negarme irme... contigo.

A medida que hablaba, bajaba un poco la voz sin atreverse a mirarle mas que de reojo, incluso se iba arrepintiendo de la ultima palabra ¿Irse con el? Lo había dicho sin pensar, pero en realidad no era algo malo y si Alesya quisiera, el no tendría problemas de marchar junto a el.

Parecía como una vorágine de caos en la cabeza de Alesya, era un hecho que ahora se había sido muy claro pero era dependiente de Hiro, él le daba esa sensación de tranquilidad y de paz que necesitaba en esos momentos donde parecía que su mundo se estaba viniendo abajo a un paso caótico y destructivo, el de ojos violetas apareció en medio de su mundo  como una luz brillante y casi cegadora. Desde ese momento sus ojos se detuvieron únicamente en los ojos color violeta de Alessya lentamente, con suavidad los pasos de acercamiento de ambos eran realmente peligrosos. —¿Estás seguro  con eso? Es decir, debe ser complicado para ti haberte visto arrastrado a esta situación, aparecí de la nada, pero...— tomó aire mordiendo unos segundos su labio inferior antes de proseguir con sus palabras  dejando que sus ojos se posasen lentamente sobre Hiro —… aún así agradezco que me permitas vivir contigo Hiro, además pese a no conocernos desde hace mucho has estado a mi lado en momentos bastante claves— admitió apartando unos instantes su mirada de él, aunque le conocía desde hace muy poco tiempo había permanecido a su lado en los momentos que más lo necesitaba.

Era cierto, lo dijo impulsivamente, pero definitivamente poseía esa sensación de necesitar a Hiro, de tenerlo a su lado, de poseer esa calidez justo a su lado dispuesto a oírle cuando sea necesario y a calmar sus inseguridades y cualquier problema negativo de dentro de su cabeza. —Hiro...— su mirada parecía encontrarse algo afligida antes de que de forma hasta tímida se apartó suavemente de él —No tienes que hacerlo, no si no quieres… después de todo dudo que puedan forzarnos a hacer algo como eso, Hiro— y Yuuki les había unido haciendo que de alguna manera no se pudiesen separar el uno del otro. Era complicado de  admitir hasta para él pero tenía cariño al chico pese a haber pasado menos de un mes con él.

Hundió su índice con suavidad en la mejilla de Hiro, era suave y solía tener ese tipo de gestos invasivos con su espacio personal a menudo con él. —Claro, ¿qué te gustaría además? o bueno, es mejor que miremos cuando estemos allí siempre pueden incluir alguna oferta— lo cierto es que tenía ganas de ver la película por la simple sensación de estar con Hiro en un ambiente distinto al habitual, más similar a una cita y sin preocuparse de acosadores ni de… ‘él’ se ponía nervioso con el hecho de recordar los sucesos relacionados con esas personas que volvían su cabeza un lío.

El de piel dorada comió un poco antes de tomar un trago de su café, o así fue hasta que oyó las palabras del contrario y que un rubor apareciese en sus mejillas unos segundos, abrazó al chico besando su mejilla con cariño antes de apoyar su frente sobre la de Hiro sin apartarse de él —¿Vendrías… de verdad vendrías a vivir conmigo cuando las cosas estén mejor en casa?— era feliz de solo pensar en eso, le gustaba estar junto a Hiro, —nada me haría más feliz que el hecho de que tu permanezcas a mi lado es suficiente— aunque si había algo cierto con toda esta situación eso era  que estaba dispuesto a hacer ese intento con Hiro, arriesgarse un poco si en medio estaba Hiro no sonaba tan mal después de todo. Estaba dispuesto a permanecer a su lado y dejar que él formase parte de su vida.

Hiro estaba completamente seguro de lo que decía, no mentía, lo decía sinceramente y se lo aclaraba a Alesya sin dudar, quizás aun tenia que aclarar muchas cosas en su mente, pero siempre era sincero, tampoco se sentía arrastrado, fue su decisión ayudar y también fue su decisión dejar que el moreno se quedase, podría haberle echado en cualquier momento, pero Hiro no era de esas personas, le encantaba ayudar y eso era el verdadero motivo de todo aquello, había sido básicamente el mismo quien se envolvió con Alesya y ahora era imposible separarse de el, no deseaba separarse...

Tranquilamente dejo que un poco de el tema pasase, si seguía demasiado podría ponerse sentimental y a decir cosas tanto extrañas como vergonzosas ¿Quién sabia? Así que esbozando una suave sonrisa hablo un poco de lo de el cine, votando por que podían mirar las ofertas, tal como dijo el contrario, después de tono no sabia por el momento que podían tener por allí de interesante, le emocionaba demasiado que llegara ese día, sobre todo por el asunto "Cita" Alesya lo dejo claro al decirlo, no una salida por obligación o así, aquello era una cita.

pensando en ello recibió el beso en su mejilla y hasta se sonrojo algo mas por eso, respondiendo al abrazo que le siguió.

Lo digo...en serio, no me importaría irme a vivir contigo, como dije, siempre acostumbre a vivir solo pero, desde que estas conmigo siento que no quiero volver a lo mismo, seria feliz de seguir a tu lado Alesya.

Murmuro tranquilo y en voz baja, pues no le interesaba a nadie mas saber de aquella clase de conversaciones, le daba igual si había gente mirando mientras se abrazaban, pero las cosas dichas solo eran de ellos, nadie tenia por que estar de cotilla donde no le llamaban. Estuvo unos pocos minutos mas así, disfrutando de el calor de el abrazo, de la agradable sensación, de su olor embriagador...fue cuando le resulto demasiado agradable que se fue separando con lentitud, para que no creyera que no le gustaba el abrazo o algo así, manteniendo su sonrisa cálida.

Solo espero no dejarte pelos por todos lados

Aquel comentario fue dicho mas en forma de broma que en serio, solo hacia referencia a que los gatos dejaban mucho pelo por la casa, el siendo gato vio bueno decir algo de ese estilo, solo por el gusto de ver si hacia reír al mas alto.

Seguidamente, prosiguió bebiendo café de su taza, con una sonrisa instalada en su cara que parecía no querer irse, estaba satisfecho, solo con que a Alesya le gustase tenerle a su lado ¿Podría vivir cosas nuevas junto a el? Esperaba que si, le gustaba descubrir mas de la vida.

Suavemente Alesya dirigió sus orbes de color claro hacia el chico que se encontraba a su lado, apoyó su cabeza sobre la del contrario acariciando su mejilla unos segundos antes de agitar unos momentos más su bebida antes de dar un nuevo trago apartando un poco su cabeza de él. Con cariño el chico sonrió, ese chico de ojos violetas parecía haber entrado demasiado en su cabeza  lo suficiente como para que Sya comenzase a mirarlo solo a él, tan solo se detenían de ese modo sus impulsos que últimamente parecían algo suicidas hasta que Hiro apareció en su vida. Él parecía frenar por completo el deterioro que él mismo se estaba causando, ahora gracias al chico de ojos violetas parecía incluso mostrar ganas de vivir, o mejor dicho, ganas de pasar tiempo con él. con Hiro. Lo cierto es que las cosas habían cambiado mucho desde que Sya empezó a vivir con Hiro, él había cuidado día  tras día desde que apareció en su casa y amaneció aquella mañana en una cama desconocida totalmente confuso.

Curioso acercó su rostro al de Hiro con una sonrisa dibujada en su rostro, besó su flequillo y rió con suavidad —Hiro, ¿sabes? Eres realmente lindo no comprendo porque no tienes pareja, de verdad, igualmente sé que no es bueno correr, pero espero que sea alguien que te merezca de verdad— cosa que podíamos resumir en una frase, que debía de darle su aprobación porque no pensaba en dejar a su preciado Hiro a cualquier persona, quizá no estaba en la posición de decir quién podía acercarse a él pero su vínculo era muy cercano e intenso, sentía como si hubiera una conexión entre ellos.

Estaba tan feliz, tan emocionado que no pudo contener el volver abrazar con aún más fuerza a Hiro, lo necesitaba, lo quería con él, Hiro era su único apoyo emocional en momentos como lo era aquel, sus  palabras eran las únicas capaz de unirle al plano terrenal, y eso se dejó ver en el cambio que tuvo en su personalidad con solo aparecer en su vida. —Debo de admitir que de estar acostumbrado a estar contigo volver a vivir solo, no  sé si volvería a acostumbrarme a  estar sin ti Hiro— confesó con algo de dificultad apartando con suavidad su mirada de él.

Con una carcajada  acabó volvió a beber de su bebida con aquella normalidad y probando aquel dulce, estaba claro que le encantaba su saber, pero prefería la comida de Hiro por encima de ese dulce, quizá era por el cariño que el de ojos ámbar  procesaba a aquel gato que muchos catalogarían de salvaje, inconscientemente una de susmanos jugueteaba con aquellos cabellos de color oscuro. —Jamás me enfadaría por eso, además el servicio se encargaría de eso, no tendrás de qué preocuparte— y de hecho, sería capaz de cambiar de empleados si tenían algo en contra de aquel felino que parecía significar algo muy importante para Hiro.

Definitivamente podía darlo por imposible, era imposible que ya pudiera separarse de Alesya, tanta admiración que le tenia y ahora que le conocía, que convivía con el, definitivamente no podía hacer nada ¿Capricho?¿Egoísmo?¿Costumbre? No sabia como llamar a aquello, pero definitivamente estaba acostumbrado a el y eso que paso poco, si, también podía ser caprichoso por que lo necesitaba y Egoísta ¿Puede que lo quisiera solo para el? Las cosas que estaba pensando eran en definitiva confusas, pero en fin, de todas formas parecía que ambos iban a tener lo que querían, su compañía mutua, nada de separaciones.

Casi escupe un poco de su café cuando le escucho hablar sobre alguna pareja, hasta inflo la cara unos momentos mientras se limpiaba con una servilleta la boca, le tomo muy desprevenido.

¿Por que no tengo? Ah, no se... quizás mis gustos, mi simpleza y buena actitud son demasiado poco para los demas, pero no debes preocuparte, solo tengo ojos para...

Paro un momento, solo unos segundos en seco antes de seguir la frase entre risas.

...Mi trabajo y mis cosas, en fin ya sabes, aunque ahora podría...añadirte a la ecuación también, eres mi compañero de casa, propiamente dicho, lo prefiero a cualquier otra cosa.

Siguió riendo y siguió disfrutando de el café a parte de la conversación, girando esta en torno a el asunto de los pelos de gato y que no podían separarse, al menos ya no ¿Cómo podría? Hasta se acostumbro a los abrazos que le daba en ocasiones y por ejemplo, lo que hacia ahora, juguetear con sus cabellos, dios eso se sentía bien pero en cualquier momento se pondría tan nervioso que se le saldría el corazón, era un adulto, debía comportarse, aun cuando solo le pasaba pocos años.

Bien bien, igual intentare no dejar muchos pelos jajaja no te dejare tarea Sya~

No se daba mucha cuenta, pero tras de si estaba su larga cola meneándose de lado a lado, signo de que estaba de buen humor, feliz, emocionado quizás, o puede que fuera cosa de que se sentía demasiado a gusto con la caricia de su cabeza, después de todo seguía siendo un gato, llevaba un poco en sus genes eso de estar a gusto y feliz cuando era acariciado, quisiera o no, de hecho no tardo en entrecerrar los ojos mientras seguía tomando café, hasta que se le escapo un ligero ronroneo que le devolvió a la realidad.

V-vas a hacer que me duerma como sigas así... y eso que aun tenemos cosas que hacer como... en fin, terminar de tomar esto y llevar las compras a casa...

¿Se le podía ocurrir una manera mas absurda de  "pararle"? A demás ¿Para que quería pararle si estaba a gusto? Simple, era estúpido, con lo sincero que era y no podía decirle la verdad sobre eso "Oye que me gusta demasiado" ah, no, que el gato pensaba que esa frase sonaba rara. Por otra parte murmuro muy levemente  y hacia el lado contrario.

Pero en casa esta bien...

Podemos decir que Alesya no solo deseaba quedarse junto a Hiro, sino que le necesitaba en su vida, había sido quizá poco tiempo, pero ahora no era capaz de verse sin él, sin ver al de ojos violetas cuando el sol asomaba entre las cortinas y en forma de un regalo recibir la radiante sonrisa del japonés, era definitivo, quería que él se mantuviese a su lado, pero no que fuese una obligación sino porque él lo deseaba y quería quedarse junto a Alesya… pero quizá eso era soñar demasiado ¿no es así? después de todo debíamos tener en cuenta que Alesya le había sido impuesto a Hiro por un amigo común, y no deseaba ser visto como una carga. Fue tal alivio para el griego que sentía que podía respirar hasta mejor ahora que sus dudas se habían disipado, y no solo eso, tenía a su lado a Hiro, aquel chico que había estado a su lado en todo momento.

Los ojos del griego enfocaron al de ojos violetas nuevamente, esbozó una sonrisa suave, ese chico era demasiado adorable, el más alto se apoyó un poco sobre él y bromeó —Oh, me hieres, por un momento creí que ibas a decir que solo tienes ojos para mí, engañarme de ese modo es cruel— cerró uno de sus ojos, aunque bromease hablaba totalmente en serio pese a ese tono sobreactuado, esperaba que en algún momento esas palabras fuesen para él.

Con sutileza y suavidad una de sus manos jugaba con los mechones de Hiro, lisos suaves y con ese olor más dulce de lo habitual que hacían que el íncubo lo tuviese más difícil a la hora de controlarse.—Y… no creo que eso sea cierto, no eres simple, eres un chico adorable, en serio Hiro, jamás sería capaz de pensar algo distinto— afirmó tomando las manos de Hiro con suavidad abrazándolo con suavidad. Así que definitivamente no era capaz de decir nada como aquello, ni de dejar que el chico creyese eso, adoraba demasiado a Hiro. —Eres importante para mí Hiro.

Negó suavemente, sabía que Hiro era muy cuidadoso con ello, sus ojos se detuvieron en él apoyando su mejilla sobre la cabeza del joven antes de mover con suavidad la cucharilla del café —Si lo haces que los limpien, eres demasiado preciado para mí, no podría abandonarte, lo sabes bien— tomó con suavidad el café antes de tomar un trago, sin alejarse demasiado de Hiro, además del tiempo que llevaban viviendo juntos podíamos asegurar una cosa muy claramente —Puedo asegurarte, por todo este tiempo que llevamos viviendo juntos algo, ¿sabes el qué?— cerró uno de sus ojos con ese aire bromista que usaba únicamente con Hiro —Eres cuidadoso con esas cosas, no creo que vayas a hacer algo como eso de la nada— afirmó.

—Qué lindo— su índice acarició la punta de la cola del chico, era adorable ver así al chico de ojos violetas, y a Alesya le encantaba Hiro, y lo mostraba siendo cariñoso con Hiro día tras día apartándose apenas unos pasos de ella —¿cómo puedes ser tan lindo? Te secuestraré para mí solo— besó su mejilla entrelazando su mano con la del contrario momentos antes. Detuvo su mano antes de asentir con una pequeña sonrisa —Está bien, en casa— su voz fue leve, en un susurro con ese toque de sensualidad —Entonces terminemos cuanto antes, no solo quiero mimar a un lindo, adorable y hermoso gato, sino que sino pueden descongelarse las cosas, no debemos romper mucho la cadena del frío— comentó con ese tono bromista antes de incorporarse y seguir con su desayuno antes de acariciar la mejilla de Hiro.

¿Por que debía ser así? ¡por que era tan duro? Cada gesto y palabra de Alesya hacia que se le saltase el corazón, las caricias a su cabeza e incluso su cola ¿Sabia a caso lo que le provocaba? Estaba mas que claro para el minino que su época estaba llegando, veía esa sensibilidad algo mas graduada y se preocupaba de que, de la nada, se descontrolase hasta el punto de, dicho de una manera propia, se frotase contra el Griego ¡Dios que vergüenza!

E-eres tonto...

"No, tu eres el tonto ¡Idiota! ¿Importante tu trabajo y tus cosas? ¿Pero que respuesta es esa? Claramente tus ojos son solo para el.."

Pensaba a la misma vez, mientras el sonrojo persistía en su cara, algo que intentaba ocultar murmurando que hacia calor o pensando que quizás Alesya no se daría cuenta por la luz de el lugar ¿Cómo no ponerse así después de escuchar que el era importante para el moreno? Preciado, adorable, lindo...hermoso...

D-dices cosas muy locas Alesya...q-que soy un hermoso gato y que me vas a secuestrar, pero vayas cosas tienes en la cabeza.

Pese a todo le gustaban esa clase de palabras, esas cosas le emocionaban, le hacían mantener esa timidez, de hecho se notaba que no estaba molesto y que le gustaba, pues tanto sus orejas como su cola se movían suavemente con alegría, si no estuviera feliz aquello no estaría pasando, si no estuviera cómodo con la situación la cosa seria muy diferente a eso, en serio, Alesya acabaría por darle un ataque al corazón con tanta emoción que le daba, se ponía de los nervios.

Su mano tomo lo que quedaba y miro de reojo primeramente al moreno, para después girar la cabeza, pensando y pensando sin para si debía o no hacer algo ¿Y si se tomaba a mal algo? ¿Y si no hacer nada era peor? Lo mas preocupante para Hiro era que se tomara sus palabras de otra manera, de ninguna forma decía algo para apartarle, pararlo de verdad o así, era cosa de la personalidad que le salía con esas cosas.

Alesya...

Menciono su nombre y luego se acerco, directamente lo que hizo fue solo deslizarse hasta que sus piernas chocaron con las de este , para después inclinar la cabeza hacia abajo y colocarla bajo su mentón, tal como haría un gato para recibir mimos.

...Gracias por pensar así de mi... así de...bonito y eso, me... me gusta escuchar esas cosas

A pesar de la vergüenza que sentía, sus ganas de mostrar su afecto y cariño por el le pudieron, al menos para hacer aquello durante unos segundos, para luego apartarse, regalándole un beso ligero en la mejilla antes de volver a mirar a otro lado, solo debía esperar a que terminara sus cosas para poder levantarse, pagar e irse, pues en cierta forma, era verdad lo de las cosas congeladas, no debían quedarse fuera de un congelador demasiado tiempo, si se descongelaba, tendrían que hacerlo para aquel día obligatoriamente, fuera mucha o poca cantidad.

Estaba claro que a Alesya de verdad le hubiese gustado oír algo como aquello, algo como que él era en lo único que pensaba, pero se acababan de conocer, hacía unas semanas que convivían pero solo con la presencia de Hiro el estado emocional de Alesya había mejorado mucho. Ese joven era fuerte, sus ojos contemplaban con calidez a Hiro, y esa expresión en el rostro de Alesya solo parecía ser más dulce y honesto cuando estaba con él, además era realmente cariñoso pero solo cuando se trataba de él. Jugó unos momentos con alguno de los mechones de Hiro, incluso dibujando una sonrisa en su rostro y dejando que su risa se pronunciase de forma cariñosa cerrando sus ojos amablemente mientras apoyaba su frente contra la del contrario.

Apoyó uno de sus dedos cerca del labio inferior de Hiro, de forma sensual dejando que el rostro de Hiro se quedase a unos centímetros del suyo, incluso era capaz de sentir su aliento, podríamos decir que incluso con un ligero movimiento podría apoyar sus labios sobre los del contrario, pero abruptamente se apartó “Demonios, Alesya, no accedas a tus impulsos” ¿tanto hacía que Alesya no se alimentaba? En pocas palabras era un sí, en varias incluía un pero y que él solía intentar alimentarse solo cuando de verdad no podía más. —¿Solo por pedir tu atención? Vamos no te cuesta decir que sí solo para contentarme— comentó a modo de broma antes de acariciar una de sus mejillas.

“Adorable, eres demasiado lindo para que pueda contenerme durante demasiado tiempo, empieza a ser peligroso que permanezca tanto tiempo a tu lado, pero… no puedo dejarte” estaba en una especie de encrucijada cuando se trataba de él, era algo que no podía controlar, o al menos no del todo. Con suavidad acabó tomándose la libertad de entrelazar su mano con la de Hiro, pero la expresión del rostro del moreno simplemente le daban ganas de abrazarlo constantemente. —Pero de verdad me dan ganas de hacerlo, de que seas únicamente mío, aunque tienes suerte de que sea un buen chico, aunque a veces me pueden dar ganas de ceder ante ti— cosa que podemos resumir en que debía tener cuidado con su dulce olor y con su propio apetito, Hiro no era comida sino alguien a quien apreciaba, alguien por quien desde luego no sentía repudio.

El gesto de Hiro estaba claro que no dejaban indemne a Alesya, con dificultad apartó la mirada apoyando su cabeza lentamente antes de terminar de tomar su café, solo se tomó unos segundos antes de acercar a Hiro en una especie de abrazo, jugueteando con sus cabellos y besando su mejilla unos instantes sin apartarse de él, estaba deseando estar a solas con él para poder consentirlo, era lo único que quería de él.

Negó suavemente antes de cerrar uno de sus ojos —No tienes porque agradecerme nada Hiro, en serio, solo soy sincero— sacó su cartera para pagar antes de llamar a la persona que les atendió pagando con tranquilidad para apartarse de él apenas unos momentos. Tomó una parte de las bolsas y de nuevo volvió a usar unos momentos a Hiro de apoyo riendo, no sabía que tenía ese olor que le encantaba. Posó sus ojos en él y besó su mejilla antes de volver a ocultar su rostro un poco ya salir junto a él —La verdad, no sé porque me gusta tanto consentirte, pero pasar tiempo junto a ti siempre es agradable— admitió con sinceridad, era como si a Alesya le uniese algo más Hiro, algo más de lo que insistía con ver.

En aquellos momentos, cuando aquella clase de cosas sucedían y al pasar los minutos se sentía demasiado bien, es cuando Hiro seriamente pensaba en e tiempo que le quedaba en realidad para su celo ¿A caso quedaba menos de lo que pensaba o es que las cosas se le estaban juntando? No es que sintiera en si deseos de intimar o así, pero si que instintivamente se acercaba a Alesya, primeramente llevado por su cariño, por que quería ¿Pero se le estaba juntando un poco? No quería pensarlo demasiado, pero de todas formas en algún momento debía explicarle que iba a sucederle en cualquier momento, comentarle que estaba entrando en esa época donde indudablemente se iba a poner demasiado cariñoso o necesitado, le daba vergüenza, pero mucha mas le daría si no se lo dijera y cuando llegara repentinamente en la noche lo fuera a atacar sin remedio, con que cara podría mirarle después...

Aquel acercamiento no paso desapercibido, al igual que como se apartaba y volvía a proporcionarle una cercanía, Hiro tenia claro que Alesya le gustaba ¿De forma amorosa? Podía ser, pero principalmente era esa etapa donde uno se preguntaba si podría salir algo bonito, por que desde luego le gustaba lo cercanos que eran, puede que en su caso la cosa fuera mas fuerte por que le admiraba desde antes, seguía siendo su fan, admirador, ahora era su compañero de casa, de compras, de comidas. Mientras seguía siendo mimado y le escuchaba había estado recapacitando algunas cosas, puede que incluso fuese algo despistado, pero sus palabras parecían significar una cosa muy directa, era su impresión ¿Se equivocaba al tomar a la ligera sus palabras? Ganas de ser solo suyo, ganas de ceder ¿Se refería exactamente a lo que imaginaba o ya estaba fantaseando demasiado? Intentaba no comerse demasiado la cabeza, justo en ese momento donde este se separo tras pagar la cuenta, cierto, tenían que volver a casa, allí podrían hablar mas tranquilos, seguro que si.

Yo también pienso que es un agradable, de veras... me importa mucho este tiempo que pasamos juntos, eres importante para mis después de todo y, en fin ya sabes, es normal que sea agradable en todo momento.

Fue algo valiente, al final aunque fuera en medio de otras palabras acabo diciéndole que el era importante también y levantándose tomo las bolsas que había cargado hasta allí, juntos las llevarían a casa, guardarían todo y podrían charlar sentados cómodamente de cualquier cosa hasta la hora de hacer la comida.

Una vez que salieron de aquel lugar el camino era el mismo que tomaron antes, pero a la inversa, no había perdida alguna y claro que no fue silencioso, mantuvo una conversación agradable por el camino y lo mas curioso de todo es que su larga cola negra se mostraba animada, moviéndose de lado a lado en el camino, hasta ese momento donde trago saliva y tuvo que informarle un poco de algo.

P-por cierto, cuando...ya estemos en casa debo decirte algo importante, es, en fin... de veras es importante, podrías verte afectado y eso así que hm...claro, que por supuesto no es nada demasiado preocupante o que ponga en riesgo la vida jejeje así que, no pienses nada raro o te preocupes, en si...es algo normal.

Intento mostrarse relajado, pero estaba nervioso, nervioso por llegar y comentarle por lo que pasaría en poco tiempo, los problemas que podría llegar a darle y sobre todo, el motivo por el que aquella cajera le quería hacer comprar preservativos de forma repentina, pero lo mas importante, quería dejarle claro que no le quería incomodar, iba a darle toda la información posible para que comprendiera aquella parte de su vida.

Definitivamente era un pensamiento lógico pensar que un íncubo era caprichoso por naturaleza, pero parece que Alesya solo se comportaba así con Hiro, con el resto dentro de sus excentricidades y esa personalidad que mostraba exteriormente era bastante normal, pero estaba claro que Alesya desde que aquel amigo común lo dejó con Hiro parecía que constantemente buscaba la atención de Hiro, la del chico de cabello oscuros y aquella mirada tan intensa, y es que Hiro al propio Alesya le resultaba tan lindo que apenas parecía ser capaz de contenerse cuando se trataba de él, si ese apetito aparecía debía contenerlo como fuese, Hiro no era una maldita despensa, sino un chico puro y adorable que le había ofrecido todo de él. No pensaba hacer nada que pudiese dañarlo, o ese era su pensamiento en esos instantes, pero hay veces que aunque todo parezca ir bien… las cosas no salen como queremos, era un buen resumen de aquella situación.

Acercó su rostro al de Hiro, besó su mejilla antes de acariciar la otra del chico, entre aquella mirada intensa, el como actuaba con él  y ese comportamiento mutuo que dirigian el uno al otro parecía evidente que había más que una relación amistosa en la que ambas partes se acababan restringiendo para no dar un paso que pudiese desbaratar todo por completo. Con una pequeña risa en un ángulo discreto besó su cuello antes de apartarse y hacer como si nada sucediese. —Eres demasiado adorable Hiro— “Y parece que no eres consciente de jugar con fuego” o lo que es lo mismo, con su cercanía con Alesya —Me gusta pasar tiempo contigo, solo espero no perder el control.

Acercó al chico a su cuerpo, posicionó sus labios cerca de su oído y con suavidad rió dejando que su aliento chocase contra el cuello del mayor, de Hiro para únicamente pronunciar una sola palabra —Lindo~...— fue lo único que pronunció antes de reír.

Atento ladeó su cabeza, solo rió un poco al ver ese adorable lado de Hiro, aunque intento mantener el rostro sereno cuando fue llamado por Hiro, ese gato le parecía demasiado adorable como para contenerse, es por eso que le mostraba un Alesya un poco caprichoso cuando se trataba de  Hiro —Claro, sabes que puedes contar conmigo, todo lo que puedas decir no es como si vaya a hacerme cambiar de idea— quería contar con él en todo momento y que el contrario fuese capaz de contar con él.

Caminaron un rato antes de llegar a casa, lo primero que hizo Alesya fue colaborar un poco guardando lo más problemático con la temperatura en el congelador antes de girarse hacia el de cabello oscuro y abrazarlo durante unos segundos ¿para que iba a querer una pareja cuando tenía a Hiro? Él le apoyaba mucho más que cualquier otra persona —Uy perdona te dejo espacio, dime ¿qué es lo que ocurre?— preguntó tomando asiento en un sofá cercano, dejó su espalda apoyada en el respaldo del sofá estirando sus brazos unos momentos antes de sonreír —Hiro, sabes que puedes confiar en mí.