— Suicide Circus | Priv. Hiro

¿Qué era lo que había pasado de esa famosa voz que hasta hace poco vivía en Tokio? Esa voz que con la idea de hacerse más grande acabó en Bucarest, sin embargo en algún punto parece que  todo se torció, al llegar a Bucarest hubo algo que le hizo sentir una enorme ansiedad, mareos fatiga… vió a alguien que creyó que no volvería a ver, esa parte de su pasado que creía, o mejor dicho, deseaba haber olvidado, sin embargo, en un rincón oscuro y apartado de sus recuerdos toparse con esa persona desbloqueó esos recuerdos malditos para Alesya.

Sus recuerdos estaban borrosos un algo lo llevó al límite, el borde de casi cometer suicidio por una sobredosis cuando  como un enviado del cielo un ángel -aunque no de forma literal- apareció junto a él para ayudar a un amigo. De nombre Yuuki y mirada azul aquella voz pareció volar más a su cerebro, retumbando una y otra vez antes de que el íncubo por todos esos sucesos terminase por perder la consciencia. Por suerte, muy al contrario que Sya, Yuuki mostraba seguridad, como si supiese que hacer, ¿acaso era alguna especie de celestino o tejedor de futuros? porque era lo que parecía a simple vista.

— “Escucha Hiro, esto es importante, necesito que me hagas un favor, ¿eras fan de Sya en japón cierto? O sea, Lesya” — suspiró con una una media sonrisa, sabía que no era fácil comunicarle a un fan que su artista favorito hubiese estado a nada de perder la vida si el demonio no llega a llevarlo al hospital a hacerle un lavado de estómago de forma urgente — “Lo que te voy a decir no es fácil, pero, parece que ha intentado suicidarse, necesita a alguien encima suya, sólo he podido pensar en tí, ¿puedes cuidar de él  un tiempo? No me importa que no hables con él, que apenas le dirijas la palabra, solo asegurate de que sigue vivo… por favor” — casi con unas lágrimas rompiendole tomó aire con ansiedad sujetando entre sus brazos a Sya — “Gracias Hiro… solo podía contar contigo, te pagaré la mantención de Sya” — tras esas palabras colgó la llamada para en su coche llevar a Sya a la casa de Hiro.

Como retumbando llegó a oír el sonido de la voz de Yuuki junto a algunos golpes, un sonido molesto, frustrante — Ngh… — incapaz de sostenerse por sí mismo para Sya todo se volvió oscuro.

Su garganta estaba seca, sus ojos de forma pesada parecían entreabrirse, tosió con fuerza, su cabeza dolía tanto que una resaca y un resfriado se sentían poca cosa al lado de lo que sentía, hasta sus propios pensamientos le dolían. Pese a haber estado durmiendo había tenido un sueño inquieto, pero su mano se encontraba cálida, sorprendido miró hacia aquello que le sostenía, viéndose sorprendido por un chico de cabello oscuro.

“Desearía que al despertar todo hubiese sido cosa de un mal sueño, una simple pesadilla” despertar en su casa, siendo un día menos y que esos recuerdos no hubiesen sido desbloqueados ¿por qué se había encontrado con esa persona? ¿acaso buscaba sacarle dinero o cualquier otra cosa? Negó con fuerzas haciendo que un agudo dolor apareciese en él.

El destino se había cebado con él, pero el de cabellos oscuros que le había cedido su cama, algo en él sabía que la mejor opción no era huir quitándose la vida sino caminar con su propio pie, pero, sobre todo no podía dejar su propia muerte sobre los hombros de ese chico, no deseaba dejarle el mismo peso que le habían dejado varios años atrás a él mismo, el peso de que cuando vuelves a casa o cuando abres los ojos nuevamente solo eres capaz de ver ante ti un cuerpo inerte y sin vida. “No, no deseo hacer ese regalo a nadie; ni tan siquiera sé quien eres pero...”, por algún motivo se encontraba allí y en sus recuerdos de esa noche podíamos vislumbrar demasiadas lagunas.

Solo era consciente de que si su plan hubiera salido bien no estaría con los ojos hinchados de las lágrimas del día anterior y de las cosas que tomó, y mucho menos en un lugar que no era una calle cualquiera dentro de Bucarest. Con curiosidad se acercó al de cabello oscuro, su rostro estaba a unos centímetros del contrario antes de que apartase algunos mechones de su rostro para poder apreciar al chico ante él. Sorprendido de aquel chico que parecía varios años más joven que él emitió un suspiro, iba a tocarle colocarse una de esas máscara, de esas con las cuales parecía que nada sucedía pues no sabía si le habían contado algo o hasta que punto tenía información el ‘más joven’.

— No sé de dónde se sacan que si hay alguien en mal estado vas a tener que cuidarlo y vigilarlo toda la noche cediendo tu cama. Vas a despertar con dolor de espalda y con frío — y quizá el propio Sya tenía acentuado ese dolor de cabeza por las horas que había pasado en la calle vestido con tan solo la ropa que llevaba puesta en esos momentos.

¿Era en serio lo que acababa de escuchar? La verdad es que era algo difícil de creer, aquella llamada de su amigo le hizo correr, correr hasta asfixiarse básicamente hasta que llego a casa, verificando el panorama de lo que le esperaba allí, Yuuki ya se lo había dicho y aunque le costo creer todo eso el tono con el que se lo contaba no parecía falso, por eso había corrido lo mas que pudo, si, había aceptado igualmente antes de confirmar, ahora en serio iba a tener a Alesya con el.

...Espero que no sea muy complicado todo esto, pero hare lo posible.

Murmuro mas bien para si, antes de encargarse de aquel regalito al cual con todo respeto acomodo bien en su cama y aropo con la manta, para que el frio no hiciera de las suyas ¿Quién iba a pensar que iba a conocerle tan cerca en Bucarest? Aun parecía un sueño raro, pero se lo tomaba muy seriamente, esa noche simplemente le dejo descansar en su cama y como si fuera un vigilante nocturno velo por el bienestar de su invitado, tomando su mano incluso hasta quedarse dormido en aquella posición incomoda ¿Por que? Eso del suicidio se encontraba demasiado clavado en su cabeza como para no hacer eso, así se aseguraba que si intentaba moverse, lo notaria.

En la mañana, sinceramente ni si quiera noto cuando el otro se despertó, ni cuando aparto mechones para visualizarle bien, nada en realidad hasta que aquella voz comenzó a sonar, puede que hablando para si mismo o puede que hablándole para despertarle, el caso es que abrió sus ojos con lentitud levantando su cabeza, comenzando a ser consciente nuevamente de lo que en la noche se vino a su casa.

Ah...

No pudo articular mucha palabra en ese momento, verle frente a si aun era una sorpresa muy grande para el, pero mantenía la calma, llegando a soltar aquella mano con lentitud, lo menos que quería era incomodar a Alesya ¿O quizás era el mismo Alesya el que le ponía nervioso? No, no tenia que pensar en cosas de esas, tenia que atender bien a su invitado.

Lo primero que hizo fue estirazarse y sobarse el cuello sutilmente, notando ese ligero dolor de haber dormido en esa posicion extraña, para despues volver a observarlo y hablarle con toda la normalidad que pudo.

¿Tienes hambre? Debes tener el estomago vacío ahora mismo... si quieres puedes tomar una ducha tranquilamente, no creo que mi ropa te quede bien, pero puede que alguno de mis pijamas mas grandes si.

Hiro le intentaba hablar de forma natural, calmada y de forma simpática, por supuesto que se preocupaba por el contrario, estaba visto que intentaba hacer lo que pudiera por el, fuera a parte de ser su ídolo ahora estaba actuando como ¿Un compañero quizás? ¿Un cuidador? Solo eran personas, personas normales. Se le quedo viendo un momento, justo antes de inclinarse y estirar su mano para tocarle la frente, cualquiera podría sentirse afortunado de tocar a su ídolo, como fan debería estar saltando de la emoción, pero sinceramente estaba mas preocupado por que quizás se pusiera enfermo o algo por el estilo.

Hmm... vale, por ahora no parece que tengas fiebre o algo.

Tras apartar su mano solo esbozo una sonrisa cálida y se alejo con tranquilidad de el, volviendo a estirarse mientras miraba en dirección a la cocina, soltándole que sentía que su casa fuera así de pequeña, pero que dentro de todo era acogedora y tenia su encanto, si se ponía a pensar, ya llevaba bastante en aquella casa, siempre fue suficiente solo para el y ahorraba mucho, pero nunca pensó tener un inquilino ¿Debería encargar un futón? No sabia cuantos días se iría a quedar con el.

¿Cuál era la prueba más clara que tenía Sya de lo que intentó hacer el día anterior? Un sabor casi vomitivo en su garganta, era algo químico y desagradable, ¿hasta qué punto el shock fue efectivo como para que intentase quitarse del medio? Y más de ese modo, alguien que detestaba el tema de drogas intentó despedirse de ese modo… no era lo mejor, la única fortuna en este caso era que el tema de Alesya solo era conocido por Yuuki y a muy ligeros rasgos por el chico frente a él, pero sin evitarlo una pregunta disparada apareció en esa cabeza que tanto retumbaba, lo sabía, sabía que la opción de querer quitarse la vida era como si quisiese huir de ese lugar, corriendo, sin pararse en mirar atrás. “No sólo no sé quién eres, sino que me ayudas de la nada, sin saber nada, y sin hacer ni una sola pregunta, ¿Qué es exactamente lo que buscas de mí?”

Nada, esa era la respuesta que más odiaba, y más en momentos como ése, en un momento que estaba pasando por un fuerte shock con una depresión tan fuerte como para hacer que se quisiese apartar de todo y todos, aunque lo cierto era que ni aunque lo intentaba era capaz de recordar el rumbo que tomaron sus pies, en qué momento tomó la primera consumición ni cuando fue incapaz de parar. Quiso tomar la decisión más cobarde, huir, y falló. Ahora tenía varias opciones, entre las que estaban un nuevo intento y avanzar.

Pestañeó antes de frotar la mano que sostenía al chico mientras dormía, aguantando esas molestas pesadillas que iban hacia él. Una vez la apartó cubrió sus ojos aún algo hinchados — Realmente debo tener un aspecto desastroso… — una sonrisa incapaz de aparentar ser real, todo era demasiado reciente. Desorientado intentó incorporarse con torpeza antes de negar suavemente — No, lo cierto es que siento que si como algo voy a acabar vomitando otra vez — y aún así sintió como si el propio Yuuki gritase dentro de su cerebro con ese arrogante tono que usaba siempre que Sya no deseaba probar bocado, aclaró la garganta con suavidad — eh… si quieres que intente tomar algo que sea ligero, por favor — rebuscó en sus bolsillos para toparse con su móvil acercándose el estado crítico de batería.

Sus ojos color dorado se dirigieron a los ojos de aquel de momento desconocido chico de dulce olor — ¿Quién eres? Mi cerebro no está en las mejores condiciones para recordar lo que sucedió ayer, pero, definitivamente sé que no te conozco, ni sé porque te tomas tantas molestias conmigo — desbloqueó su móvil usando la huella dactilar para poder ver por encima algunos mensajes de Yuuki por lo que con su aún escasa batería llamó al demonio — Si tu idea es retenerme por lo menos podrías empacar mis cosas y enviarlas aquí ¿o pretendes que me quede meses con esta ropa? — desde el punto de vista de Yuuki, si tenía energías para quejarse no estaba tan mal, pero por lo menos pudo prometer a Sya traer ropa y cosas que el maniático Sya considerase vitales siempre y cuando no exagerase con el equipaje.

Sorprendido negó antes de que se quedase casi inmóvil mirando a aquel lindo desconocido ante sus ojos de color violeta llamaban su atención. — Estoy sobreviviendo a una sobredosis no a un resfriado, solo siento como si a mi cabeza le molestasen hasta mis pensamientos, bueno eso junto a un mareo horrible y demás cosas secundarias, cortate la cabeza o contrata a un sicario si alguna vez quieres quitarte de en medio, es más rápido y no deja secuelas si sale mal — frotó su nuca durante unos segundos antes de enfocar nuevamente al más bajo con cierta curiosidad, ni él mismo podía tomar a broma algo como eso, era totalmente imposible para él.

Suspiró antes de que sus ojos lentamente se cerrasen, apretó sus puños y tomó aire antes de ponerse en pie — Siento haberte ocupado toda la cama, soy Alesya, normalmente usan Sya o Ales para dirigirse a mí, siéntete libre de ello — casi como costumbre apoyó una de sus manos sobre la cabeza del más pequeño — Creo que aceptaré esa ducha finalmente, me ayudará a aclarar un poco las ideas finalmente, creo que huir no va a ser mi mejor opción finalmente. — y eso era un punto a favor

Con toda la tranquilidad se cruzo de brazos lentamente y quieto frente al otro se quedo bien atento, pensando en que cosa ligera podría hacerle de desayunar, ni si quiera le presto atención al hecho de que Alesya dijera que se estaría viendo desastroso, para Hiro en realidad hasta esa cara que no conocía de su ídolo era perfecta, solo que para que no lo tomase a mal no se atrevió a alagar que se veía bien en realidad, solo pensó, incluso mirando el techo un momento, los gestos que hacia con su cara a veces resultaban curiosamente graciosos.

Justo cuando le iba a decir que podría hacerle, la pregunta le llego directamente ¿Quién era? Bueno, eso era sencillo y por supuesto que no le conocía, quizás Yuuki tendría que haberle explicado aunque sea en algún mensaje con quien le había dejado, el pobre Alesya a los ojos de Hiro había sido entregado a un desconocido por que si, aun así espero que terminase de hablar con el mismísimo Yuuki antes de decirle nada.

Soy un amigo de Yuuki, mi nombre es Hiro Mitsutani... aunque Yuu-chan me llama según le apetece, en cualquier caso, Yuuki me contacto, supongo por que sabe como soy de sobra... el por que me tomo molestias, sinceramente, me gusta ayudar a quien lo necesita.

De nuevo esbozo una sonrisa y esta vez dejo de cruzar los brazos para colocarlos en su cintura, en jarra, apoyándose mas en una de sus piernas mas que en otra, ni si quiera le importo el hecho de que casi replicara que no estaba resfriado, claro que ya sabia que estaba ahí por una sobredosis, pero el quería tomar cualquier precaución con el otro por si a caso. Su expresión, cambio un poco al escuchar esa "Broma" que dijo y trago saliva, antes de suspirar casi con dolor, aunque se recompuso de inmediato.

...Si... ya se quien eres, bueno... Yuuki me informo bastante de ti, se que eres famoso y eso...ah, de veras, ciertamente es una fortuna que no se te ocurriera hacer nada de lo que has mencionado, ese camino nunca es una opción...

Sabia que no debía andar dándole lecciones a nadie, pero no pudo evitarlo, se sentía mal con ese tema y pensar en el moreno desapareciendo, no, realmente no quería pensarlo, no era solo por ser famoso, no le gustaba para nada el tema aquel de andar quitándose la vida, hasta bajo la cabeza cuando fue tocado con esas manos ahí, tuvo el instinto de volver a tomar su mano pero eso seria muy extraño.

Recobrando su mas que notable animo volvió a alzar la cabeza y dejando salir una risilla suave le indico la puerta de el baño con la mano, tampoco era una gran perdida, era una casa pequeña y todo quedaba relativamente cerca de la cama en realidad, hasta la mesa donde solía comer estaba cerca de la cama.

Hay toallas en la estantería de dentro, puedes coger la que quieras y tomate el tiempo que necesites para la ducha, dejare uno de mis pijamas en un momento y cuando salgas tendrás tu desayuno listo, ligero, como dijiste.

Le dejo espacio suficiente e incluso le ayudo a levantarse si lo llego a necesitar, solo yéndose a buscar lo que le dijo poco después de que este llegase a desaparecer por la puerta del baño, el cual tampoco es que fuera demasiado especial, era bonito y limpio por que se esforzó en que se viera bien, la ducha era grande en realidad con el suelo de azulejo color aguamarina, a parte de eso estaba la estantería donde estaban las toallas, un vaso con el cepillo de dientes y la pasta dental, el lavabo con un espejo redondo y varios tipos de cepillos encima de el mueble del lavabo.

Tal como prometió, esperando un poco a escuchar el agua y tras haber elegido lo que pensaba que le quedaría bien, abrió la puerta para dejarle en el mismo mueble la ropa, sin mirar en ningún momento hacia la ducha y, tras salir de ahí fue a hacerle el desayuno, que consistió en una tacita pequeña de café con leche y dos tostadas con ingredientes naturales, se tomo muy a la ligera lo de "Ser ligero" hasta el café llevaba mas leche que café, el también se hizo lo mismo y se quedo sentado en la mesita, esperando, pues no iba a comenzar sin el, era de mala educación.

Alesya, o al menos lo que quedaba sano de él, o bueno, más bien de su cerebro, tenía claro que su aspecto en esos momentos no era el mejor del mundo, tampoco el más apropiado para alguien como él. Una estrella que podemos considerar que ha tenido fama en varios lugares más, es cierto que en Bucarest apenas había tenido tiempo de comenzar algo, todo había sucedido demasiado rápido y aún terminaba de asimilar todo, y con todo no hablamos solo de ese intento de suicidio, sino de la presencia de esa ‘persona’ con la cual Alesya compartía sangre, definitivamente no quería volver a toparse con ese alguien, estar encerrado no era lo suyo, Alesya odiaba estar entre cuatro paredes, pero sabía que esa retención era un intento desesperado para que no cometiese de nuevo esa locura.

Yuuki dejó escritas palabras en su móvil, había varios mensajes que aún Alesya no atinó a leer, solo fue capaz de mirar el último pero tan solo porque era el que salía a la vista en la pantalla de desbloqueo que amenazaba con bajar a menos de un 30 % su nivel de carga. “Te quedarás ahí por un tiempo, por favor no hagas ninguna locura ni le causes problemas al chico.” Sí definitivamente ahí no le venía demasiada información, aunque solo se dignaría a leer aquellas palabras tras la ducha, seamos sinceros, a Sya le iba a venir bien enfriar la cabeza y tomar unos minutos para reflexionar.

Ladeó la cabeza su mirada podía encontrarse apagada mientras que sus ojos se clavaban en Hiro, aunque pese a esa ‘ausencia’ parecía prestar mínimamente algo de atención — Hiro… — repitió su nombre ¿había leído o escrito su nombre en alguna parte? Bueno, teniendo en cuenta que Sya fue bastante popular en Japón podía haber leído algún Hiro entre todas las cartas de fans.

— ¿Seguro que no te contactó solo porque le conviene mantenerme con vida? — “No demonios, no tienes porque pagar con él algo como esto, ¿acaso tan siquiera sabe por qué estás así?” pero había algo cierto, pensaba que de alguna forma Yuuki usaba ‘un poco’ la buena voluntad de Hiro para hacer lo que más le convenía a él. Su voz balbuceó algo que parecía haber sido pronunciado en griego — Lo que quiero decir es… deberías dejar de fiarte tanto de la gente, cuando te traicionen a ese ritmo te costará levantar cabeza, tienes suerte de ser joven — aunque irónicamente era mayor que él, aunque a sus ojos Hiro se veía de veintipocos años, iba a ser un shock descubrir que era mayor que él.

Apartó su mirada, aquellos ojos eran puros, intensos y brillantes, definitivamente eran capaz de cegar hasta al íncubo, tanto que alguien acostumbrado a eso se quedaba sin palabras o sin saber del todo como reaccionar, no era ese particular olor lo único que le gustaba de ese joven chico, — A veces las cosas son difíciles de afrontar haciendo que solo tenga ganas de huir dejándolo todo atrás, sin volver la vista de nuevo hacia atrás… — y quitarse la vida no era la mejor solución incluso una estrella no tan famosa en Bucarest sería trending topic por quitarse la vida de ese modo, sus ojos se dirigieron hacia el suelo, mientras que con un ligero temblor sus manos sostenían su rostro, esas palabras, simplemente escaparon de sus labios — ¿Acaso de verdad es posible para mí seguir caminando? — era apenas un susurro, ni tan siquiera era consciente de que esas palabras no solo fueron dichas en sus pensamientos, sino que podían ser oídas con la cercanía y suficiente.

— O-Okay — un cambio de ánimo realmente repentino para Alesya, dejando atrás al chico entró, era mucho más ordenado de lo que esperaba en un inicio, sorprendido dejó sus ropas a un lado lentamente, cuando su rostro se detuvo en el espejo apenas aguantó la risa — Realmente lamentable — los ojos algo hinchados, ojeras bajo sus párpados, una inusual palidez en su tono habitual de piel, era definitivo que no se encontraba bien física ni anímicamente, esa ducha iba a venir bien para que enfriase la cabeza.

Tardó varios minutos, realmente varias veces vino a su cabeza de decir adiós, pero por suerte no deseaba dejarle ese peso a nadie, el tuvo la mala fortuna de vivir en casa el suicidio de uno de sus progenitores, no era algo que le desease a nadie, y cuando decía nadie era justo eso; nadie. Quizá valía la pena intentarlo una vez más pero con esas vivencias era de imaginar que el de piel tostada iba a necesitar un ’ancla’, una especie de nexo o unión que le ayudase a no perder ni los papeles ni ca compostura, alguien que se convirtiese en su mayor apoyo moral.

Era definitivo eso de que necesitaba su ropa, se secó, se puso los pantalones, pero de la parte superior tuvo que aprovechar la camisa blanca que traía puesta. Al menos con la ducha su rostro no se veía tan cansado.

Tardó unos momento en percibir aquel olor y tomar asiento junto al chico de ojos violetas — Siento importunarte de este modo — desbloqueó su móvil y leyó la información que dejó su contacto común, su brillante plan era que se tomase una vacaciones de un mes y mientras se recuperase de su estado mental junto a Hiro. El joven Hiro no parecía tener reparos en decir lo que pensaba — … por lo de antes, y bueno haber estado ayer pendiente de mí; gracias, no tenías porque hacerlo — y sin embargo se vió envuelto hasta el punto de que quien durmió en la cama fue él, hubiese propuesto eso de ‘compartirla’ pero maldición, había el problema de que Sya era un íncubo, no un demonio, sino un íncubo, es como si le decías a un humano de dormir con un vampiro, algo que acabaría en un desastre.

Tenia que ser sincero, esa forma que tenia de hablar era preocupante, Hiro notaba hasta que grado estaba mal y aunque no sabia los motivos era preocupante, en su cabeza la idea de que acabase consiguiendo acabar con su vida era un horror, el simple hecho de que mencionara algo de eso hacia que el positivo Hiro se estremeciese de terror, Alesya debía estar mal y aunque nunca llegase a saber que ocurrió para que quisiera terminar con todo, el iba a hacer todo lo posible para ayudar, se lo había propuesto como algo que necesitaba, de una forma u otra lo conseguiría aunque le costase horrores, no solo por que Yuuki se lo encargo, si no por que le salía del alma, por eso le llego a contestar que "Cuando le llamo se vio demasiado afectado y que el sabia bien por que se lo pidió, pero que fuera de aquel tema, acepto por que también se preocupo por su parte" dejando en claro que aunque comenzó así, nunca llego a hacer ningún tipo de pacto, en realidad Hiro no sacaba beneficios de aquello y mas bien podría sufrir perdidas en algún momento, algo que no le importaba.

Con tranquilidad y paciencia, solo dejo que terminara su ducha, algo que el de ojos violetas aprovecho sentado, esperando, para mirar si tenia algo en su móvil o ver alguna que otra noticia que saliera, tenia algunos agradecimientos de Yuuki, avisos ¿De alimentación? No parecía aclarar mucho la verdad, solo le decía que tuviese cuidado, por el y por Alesya.

Pero que dice este...

Murmuro y justo al verle salir de el baño por el rabillo del ojo dejo el teléfono por completo, siguiendo su andar hasta que se reunió con el en aquella mesa, por supuesto como antes no dudo en sonreírle, aunque esta vez negó con la cabeza a que el le hubiera importunado.

No hay de que, puede que no tuviera por que hacerlo, pero sinceramente no tengo problema alguno... por supuesto que eso de que te quedes aquí tampoco lo es, solo tengo esa cama ya que vivo solo, pero puedes tomarla como invitado que eres ahora en mi hogar, no tardare mucho en pedir algún futón por internet, debí haber traído alguno desde Japón pero en fin...

Ya que estaban los dos en la mesa, el mayor no dudo mas en tomar su propia taza de café y pegar un pequeño sorbo, aun estaba bastante caliente, por consiguiente estaría perfecto también para Alesya, aunque ni si quiera le pregunto si lo que le hizo estaba bien o por casualidad había hecho algo que no le agradaba, en realidad, debía haberle preguntado si le gustaba el café con leche o incluso aquellas tostadas que se veían sanas, muy ligeras.

Cómo su cometido iba a ser echarle el ojo para que estuviera bien y cuidarle, a demás de dejarle su techo no era intenciones de Hiro el preguntar cosas que no debía, ni recordarle por que quiso hacer aquella locura, al contrario de aquello, quería mantener conversaciones de lo mas normales con el, dejar que le conociera algo mas para que no fuera tan desconocido, comenzando por reír de repente y decirle.

...Por cierto, soy mayor que tu, por dos años pero soy mayor jaja tengo 27 ¿Tan joven me veo? La verdad es que me consideraras así es un gran alago, te doy las gracias.

El japonés se veía feliz, tranquilo y hablaba de forma amena, irradiaba paz incluso cuando se ponía a reír quizás algo escandaloso. Como era lógico, Hiro no parecía querer callar demasiado tiempo y si bien dejaba algo de silencio entre cada cosa que decía, le fue explicando un poco de si, ya le dijo su edad y su nombre, por lo que le explico mas o menos su sencillo trabajo, los horarios que solía tener, sus días libres y luego como si nada, le dijo que si algún día quería comer algo en especial solo se lo pidiera, pues le encantaba hacer de todo, pues le dejaría comer "Lo que le gustase"

Bueno, entonces... ¿Puedo llamarte Sya? Se siente mas cercano.

Tomo una de las tostadas y se la llevo con sutileza a la boca, antes de pegarle un bocado pequeño, era sencillo pero sinceramente estaba bueno ¿Y cuando no lo estaba? El Japonés sabia hacer mezclas perfectas de sabores.

Parecía casi como que a Alesya le costaba hablar, pero ¿era esto por los efectos secundarios de anoche, por sus recuerdos? Bueno, otra posibilidad era que simplemente se sintiera vulnerable ante un chico que había visto su peor versión de sí mismo, no es como si simplemente hubiese visto cualquier parte del artista, sino cuando es más vulnerable y lo cierto es que nunca le ha gustado esa parte de él, frágil vulnerable y fácil de acabar de romper. Fuera de intentar aprovecharse de él y de su estatus en cualquiera de los otros países que había pisado Alesya, Hiro parecía haber tomado la opción más humana, cuidarlo, hacer que se sienta bien y procurar que esa cobarde idea del suicidio desapareciese para siempre. Esa parecía ser la única idea que estaba en la cabeza de Hiro, ¿sería ese chico el apoyo moral que Sya necesitaba?

Podemos asegurar que Alesya no se encontraba en su mejor estado, decir que algo con su estómago se sentía aún extraño, estaba algo revuelto todo para él, pero ¿de verdad conseguiría salir de ese oscuro pozo? Lo único seguro de eso es que sólo no iba a hacer nada, Hiro iba a ser vital para él en este escenario. Además el pánico se apoderó de él con una idea ¿que haría cuando el hambre de su cuerpo fuese tan grande como para que esos fuertes dolores se apoderasen de él de una forma que apenas pudiese aguantar estar en sus cabales, ese dolor que él sentía era algo no deseaba para nadie, pero a cada uno le afectaba de un modo distinto, y a él le aparecían esos dolores.

Apoyó su mejilla en el dorso de su mano mientras jugueteaba con aquella cucharilla casi mareando el café, sus ojos estaban en esa bebida al inicio hasta que se pareció decidir hacerle frente al contrario con una amarga sonrisa dibujada en sus labios abrió la boca, en un inicio iba a proponer traer una cama de su casa, pero iban a estar apretados por el pequeño tamaño de las habitaciones — Puedo encargarme de eso, aunque no traer una cama desde casa, pero no sería problemas conseguirte un futón — tomó un trago de aquel café antes de que esos ojos no se pudiesen apartar de esos ojos violetas, ese color era intonso, hipnótico, era complicado alejar de él sus ojos.

Tenía que intentar avanzar eso lo sabía, pero lo que a Sya le sorprendió fue el sabor de aquella tostada, no sabía el qué pero tenía algo, algo que hizo que el de ojos ámbar se sorprendiese, quizá era la primera vez en mucho tiempo que tomaba algo de comida que estaba hecho directamente con cariño puesto en él.

No podemos decir que Sya fuese un experto cocinero, de hecho era capaz de sobrevivir, pero tampoco hacía milagros, aunque llevaba unos años que vivía de de restaurantes y platos preparados de las tiendas de conveniencia. sorprendido esbozó una sonrisa con algo que incluso en momentos como estos podríamos designar como calidez — Esta bueno — y cumplió sus exigencias de ‘algo ligero’ pero lo que más le gustaba era ese algo que hacía que incluso sintiese una gran calidez con probar un solo bocado “Es raro…” o quizá nunca comió algo hecho realmente con amor.

Nuestro chico no tardó en comenzar a toser al oír a ese pequeño chico, su rostro, su cuerpo era tan pequeño y lindo que simplemente no tenía un rostro que fueses a esperar en alguien de veintisiete años, no estábamos diciendo que tuviese la edad de Sya, sino que se acercaba a la treintena.

Limpió esas pequeñas lágrimas que aparecieron en Alesya por la tos y parpadeó realmente sorprendido — ¿Ve-Veintisiete? Definitivamente no lo parece — y casi como si la esencia de Hiro calmase a Alesya pareció durante unos momentos que era el chico de esa radiante sonrisa y aspecto amistoso — O sea, tu rostro, tu cuerpo, eres tan pequeño y lindo que como mucho te podría haber imaginado con veintidós años, habría apostado por ello — aunque no era difícil para él ver que Hiro de verdad intentaba acercarse a él y no precisamente en el mal sentido.

Con ligereza y un pequeño movimiento asintió — Para ser todo un adulto eres realmente adorable ¿sabes? — Hiro despertó algo de curiosidad en él, Sya era bastante distinto a lo que solían esperar de él, no era el tipo de estrella snob aunque si se tenía su aspecto un tanto creído — Pero claro, llamame Sya si quieres, con un ‘Lesya’ estaría pensando que estoy en el trabajo — concluyó dando un nuevo mordisco a la tostada, Hiro… parecía que iba a ser más que un simple compañero de piso para Sya.

Aun tenia que acostumbrarse, al hecho de tener a Alesya como invitado, uno que dormía, comía, se duchaba y hablaba con el, uno por el que irremediablemente sentía esa admiración y atracción, no quería ser ese típico fan obseso, ni que no se quería separar de el, el típico que hacia todo lo posible por tener contacto, el no era así y lo único que se había atrevido a tocar a el moreno fue para acomodarlo en la cama, para tomarle la mano mientras se aseguraba que estaba bien y aquel gesto para ver si tenia fiebre, la verdad, aquello ultimo sobro un poco ahora que lo pensaba ¿Pero que se le había pasado por la cabeza? Hasta el mismo Sya se lo había dicho, había sufrido una sobredosis no un resfriado. Por unos momentos se perdió unos segundos en sus pensamientos, solo para comenzar a mover sus manos ante la oferta ¿Qué el le iba a conseguir un futón? No se negó, pero tampoco cedió de inmediato.

¿En serio? Ah de veras no hace falta, no es problema comprarlo.

Pero tras decir eso trago saliva, le miraba tan fijamente que se sentía nervioso, casi intimidado, mas pequeño de lo que aparentaba su apariencia, si seguía mirándole así iba a ocurrir algo espectacular que normalmente le daba vergüenza mostrar. Por instinto miro hacia un lado algo rojo y se aseguro que ninguna cola se estaba mostrando, después se paso disimuladamente la mano por el cabello como si se rascara, notando que tampoco parecía haber rastros de orejas felinas, que aquello se mostrara y tener que dar alguna explicación le resultaba vergonzoso, al menos aquel día se la podía ahorrar, por ahora.

Como le veía disfrutar, el también siguió tomándose el desayuno, era algo que tampoco se tardaba demasiado en terminar, habia hecho dos tostadas para cada uno a parte de el café, así que Hiro no tardo en terminarse la primera en unos pocos bocados mas, tomando con su mano izquierda una segunda.

Justo en el momento que vio su sorpresa reflejada, hasta esa expresión de Alesya mas calmada, el Japonés no pudo evitar sentirse contento de que al menos su edad poco aparente le sorprendiera, le animara y al menos por esos momentos le devolviera un poquito de vitalidad al cantante, claro que sus halagos no hacían mas que provocar un creciente sonrojo en Hiro que intento disimular, entre rascarse con el dedo y una falsa tos.

G-gracias hm... bien te llamare Sya, es fácil de decir, no es por nada malo pero preferiría ahorrarme lo de Lesya, no estamos...en tu trabajo jeje si no en un ambiente privado, tranquilo, no diré que espacioso, pero, bueno...

Ya no sabia que decía, se comenzaba a sentir verdaderamente tonto y solo por callarse la boca se termino su café algo mas deprisa de lo usual, notando ese calor recorrerle todo el camino hasta su estomago, tenia que pensar mas cosas, que su ídolo pensara que era lindo, pequeño y adorable no era muy bueno para su corazón, por mucho que lo evitara, seguía siendo un fan.

Y... ah iba a decirte.... por ahora parece que no es bueno salir, espero que este bien, aun así puedo traerte lo que quieras y admitámoslo, quizás si vas "encubierto" puedas salir en paz....aunque poco a poco ¿De acuerdo? Bueno ¿Entonces te gustan las tostadas? Suelo hacerlas las mañanas que debo ir a trabajar temprano, cuando tengo poco tiempo para desayunar.

Con la ultima suya, aun sostenida en su mano izquierda, esbozo una sonrisa mientras miraba lo que seria su creación, si le gustaba podía hacérselo mas a menudo cuando no tuviera demasiado estomago para comer, aunque claro que el Japonés iba a esforzarse por darle a Alesya una buena alimentación, desde luego morirse de hambre no se le iba a morir.

Aquella ultima tostada la comenzó como la primera, con un bocadito, aunque el siguiente se llevo la mitad, en realidad no eran tostadas demasiado grandes y sinceramente, se estaba dejando llevar por la costumbre, se comía las cosas demasiado rápido.

Por cierto... ¿Yuuki traerá tus cosas aquí? Debería hacerte espacio para que no se vea todo muy sobrecargado...me sirve de excusa para ordenar mejor la casa.

Fue comentando, pero sinceramente su alrededor ya se veía mas que ordenado ¿Era posible ordenarlo mas de lo que ya estaba? Quizás la mejor palabra era "Reorganizar" cambiar cosas de sitio para que milagrosamente aparecieran mas huecos donde colocar cosas, después de todo no sabia que cosas iban a llegar por parte de Sya.

Alesya mordió con satisfacción aquella tostada, sus ojos estaban centrados en el chico de mirada hipnotizante, incluso parecía algo más sereno al ver al contrario, tomó un trago con tranquilidad del café, a su paladar lo cierto es que sorprendía que no tuviese ese tono amargo habiéndole dado tan poco tiempo al chico para preparar todo, incluso era fácil para él que tenía el estómago algo revuelto por ese fatídico día anterior, sin embargo, Hiro fuera de intentar forzarle a cosas como recordar y repetir esas vivencias en su cabeza ni tan siquiera intentó entrar en el tema. “Parece que Yuuki me ha dejado en un buen lugar esta vez… pero no es bueno que me quede demasiado, por él también” no deseaba crearle problemas, sobretodo con posibles fans o acosadores que pudiesen meterse en medio de su vida. Por su parte ponerle en peligro a la larga era un poco estúpido.

Apoyó su mejilla en su zurda un instante mientras apartaba un poco su mirada de él, era realmente lo mínimo que podía hacer por él después de todo estaba invadiendo su espacio personal y eso no era algo que desease hacer — Realmente es lo mínimo que puedo hacer, y más sabiendo que me vas a acoger hasta que Yuuki de el visto bueno — o, lo que era lo mismo hasta que considerase que podía volver a su casa, y para eso iba a tardar un poco, lo cierto es que Sya cuando tenía mayores ataques de ansiedad era cuando se encontraba solo, por lo tanto también cuando hacía mayores locuras como la de intentar quitarse la vida.

Aquella mirada calmada y apagada no parecía apartarse de Hiro, era como si lo examinase, su movimiento ese pequeño sonrojo, estaba claro que a sus ojos más que un adulto respetable se veía un joven lindo y adorable, al cual de encontrarse de mejor humor se divertiría avergonzando y molestando a Hiro. Pudo llegar a sonreír un instante al apreciar esa vista ¿quizá le gustaba al mayor? La verdad, aún no era capaz de llegar a una conclusión como esa lo era. — Veo que tenías hambre ¿acaso Yuuki no te dejó ni cenar? — no, no era eso, cuando fue encontrado por Yuuki era casi de  madrugada, ya pasada la media noche, es por eso que no sabía dónde llevar a Alesya — Siento eso, Hiro.

Se sentía raro tener que mostrar cierto ‘respeto’ al de origen japonés, y  definitivamente, no quedaba hacer eso con Alesya. Sus ojos miraron directamente a los ojos del contrario mientras jugueteaba con uno de sus mechones antes de  terminar la primera de esas tostadas, aunque sinceramente, dudaba poder acabar la segunda, al menos en ese momento, Sya era alguien que de por sí desayunaba solo si era en compañía y siempre algo ligero, realmente no era lo más común.

— Lesya solo lo usan de forma profesional, generalmente fuera del mundo del espectáculo lo más común es que me llamen Sya, o Ales — siempre siendo el más común el primero de los dos, después de unos momentos se aclaró la voz, — aunque eso no quite que alguna vez, algunos fans, los más ‘vivaces’ se tomen el privilegio de llamarme Sya de la nada, y solo por haber oído que he respondido a ese nombre alguna vez — siempre evitaba que en entrevistas usasen ese apodo por el que le llamaba la gente, solo se lo permitía a contada personas, y Hiro había demostrado que podía ser de ellos.

Tomó la segunda tostada danto un bocado sin evitar ver esa curiosa mirada de Hiro, era demasiado lindo para evitarlo, y se veía alguien realmente sincero con ese tipo de sentimientos, no era como esa gente que mentía más que habla  — ¿Quieres decir que debo quedarme aquí el mes entero? Definitivamente me agobia eso de no poder salir — y eso hacía que sus ataques de ansiedad se repitiesen con más intensidad, pero ¿acaso era bueno avisarle de ello? “No lo sé” pero, simplemente calló.

Lentamente suspiró, definitivamente eso de no salir no iba a venir para él nada bien, es por eso que necesitaba su ropa y algunos extras como gafas con cristales falsos o bien gafas de sol para poder tomar el aire cuando le apeteciese — Por suerte Yuuki me traerá algo de ropa cuanto antes no creo que pueda estar mucho tiempo encerrado, con salir unos momentos a dar una vuelta es suficiente, sino será más problemático para ti que para mí — ante la simple idea ya sentía como si su corazón se presionase contra él, era una sensación de agobio, algo que le costaba aguantar solo, incluso su pulso parecía temblar y vacilar ante la simple idea, en estos momentos era demasiado frágil.

— S-Sí, las empezará a traer poco a poco, sobre todo será ropa, intentaré que no deba quedarme demasiado tiempo — aunque eso lo decidía Yuuki, los ‘estoy bien’ de Sya rara vez eran fiables, y menos si estaba en un lugar al cual no estaba habituado. Lo único es que Sya era casi incapaz de cuidarse solo, solo cocinaba si era por alguien importante o cuando no había remedio y lo cierto es que pese a que su casa estaba limpia contaba con servicio ya que alguien cuando su cabeza estaba en otro lado podía ser muy desorganizado. — Siento tener que molestar con esto Hiro — desde su punto de vista, solo se estaba metiendo en su vida.

Se comenzaba a cuestionar si estaba haciendo bien las cosas, la verdad es que todo era tan repentino que por una vez en su vida no sabia reaccionar muy bien, si, estaba actuando como siempre pero dentro de todo aquello seguía siendo diferente, Alesya quizás no podría ser capaz de percibirlo por que no le conocía, pero seguramente de estar allí su amigo en común estaría notándolo bastante bien, pocas veces se quedaba sin habla o algo así, en esa ocasión solo tenia dudas, dudas sobre si lo que decía estaba bien o estaba mal, quería tener tacto, pero por lo que veía solo se ganaba palabras de disculpas de el moreno, algo que por supuesto respondía con que no pasaba nada y no había nada que disculpar.

Supongo que jeje me siento afortunado de poder llamarte así, debo admitir, soy fan... pero no me vas a ver gritando como loco o algo así, soy...bueno... soy bien tranquilo, así que no debes preocuparte Sya.

Hiro le volvió a sonreír, aunque esta vez su sonrisa era mas suave que amplia, poco exagerada y parecía expresar mas dulzura que otra cosa, solo para a continuación sentir bastante que tuviera que quedarse tanto, bueno, suponía, Yuuki tampoco le informo de cuanto tiempo tenia que encargarse de Alesya, la cosa, es que a el le daba igual por que daría lo posible por su bienestar, pero ¿Y cuando a el no le gustaba eso? No quería que se agobiara.

Poco a poco fue notando que el cantante de alguna forma u otra estaba exteriorizando una incomodidad ¿Quizás no quería ser una molestia o solo no le gustaba la compañía? Puede que su casa fuera demasiado pequeña para el, seguro que estaba mas cómodo en su propia casa ¿No? Sinceramente no puedo evitarlo y estiro la mano, pero pareció dudar frente a el, no quería incomodarle mas o que pensara que estaba aprovechando para tener contacto directo con el, no, no quería que pensara eso y aun así acabo tomándole la mano lo mas amable y cálido posible.

Sya...no me molestas, de verdad, lo prometo de verdad y si no, que se incendie mi hogar ahora mismo, puedes quedarte todo el tiempo que sea, pero si es incomodo para ti el entorno o....algo de eso, dímelo, quiero hacer lo posible por remediarlo.

¿Y que iba a hacer tirar la pared para "ampliar" la casa? Acababa de decir una idiotez, pero aquella idiotez le llevo a recordar que vivía en un edificio de todas formas, que tenia una azotea, no era lo mas bonito del mundo y a penas solía subir nadie ¿Pero no era eso algo bueno en aquel momento? Una sonrisa algo mas grande se mostro mientras le apretó la mano suavemente.

¿Quieres tomar el aire? Podemos subir a la azotea si quieres...no quiero que estas cuatro paredes te agobien, así que podemos subir de vez en cuando, dudo que corras el riesgo de ser visto o algo, de nuevo te doy mi palabra y cuando Yuuki traiga tu ropa, podemos salir a dar un paseo.

Hiro se incluía en todo plan, tanto para ir a la azotea como para cuando fuera a pasear, tomo muy en serio su papel de cuidador, pero sobre todo daba esa impresión de que mas que nada, quería ser su compañía y un apoyo fijo en el que pudiera confiar, por su parte no sabia si el contrario confiaría del todo en el, pero si tenia que hacer alguna cosa para demostrarle que podía hacerlo, lo haría, sin dudar.

Tu... puedes estar tranquilo conmigo ¿Esta bien? Hare lo posible, lo que menos quiero es que te agobies y aunque tenga que hm.... llevarle la contraria al Yuu-chan por que absurdamente diga que te quedes encerrado o algo jeje puedes confiar en que no le hare caso, aunque se que esta preocupado, dudo que las decisiones que tome a veces sean acertadas.

Con lentitud fue aflojando su agarre y deslizo su mano hasta soltársela del todo, solo había dejado que las palabras salieran desde lo mas profundo, sinceras, que las creyera o no, tanto estas como sus acciones, era cosa de Alesya, pero el hablaba sin tapujos, de cualquier forma decidió levantarse para recoger la mesa un poco, al ver que ya acababan a penas de desayunar.

Hiro desde sus ojos era bastante contrario a él, y no hablamos de fama o de dinero, hablamos de honestidad, a Sya se le atragantaban las palabras, se le agolpaban, era como si no pudiese admitir que tenía miedo por el simple qué dirán, cuando deseaba hacerlo todas parecían bloquear esa voz que le había hecho ganar fama en otros países, torpemente, y de forma descuidada hacían que finalmente fuese incapaz de soltar palabras y sentimientos que mostraban que tenía humanidad real; ‘miedo, tristeza’ esos que le hacían sentir vulnerable y que podía romperse de un momento a otro.

Quizá no con armas o poderes ancestrales, pero claramente podía ver como Hiro intentaba esforzarse por él y superar cada una de las hostiles pruebas o mejor dicho ‘barreras’ que colocaba a su alrededor Alesya era como si en ningún momento las hubiese visto y en vez de superarlas simplemente las hubiese ignorado. Otra persona hubiese ignorado lo que pasaba o solo hubiese intentado curiosear qué le ocurrió para que intentase tomar una decisión sin vuelta a atrás.

— Bueno, hasta el momento no me has perseguido en busca de un autógrafo gritando ‘Sya’ en medio de un centro comercial o mientras como en cualquier restaurante a voces — y aunque Alesya fuese presumido y quizá un poco narcisista no le gustaba ser llamado de ese modo tan ruidoso, al igual que era consciente que muchas veces la gente de su alrededor podía llegar a sentirse incómoda si era el centro de atención. — Aunque, debo decir, que con lo tranquilo que te mostrabas no sabía que era mi fan. Te ves muy tranquilo y apenas te sobresaltaste al ver mi rostro tan cerca esta mañana — fue una expresión bastante normal realmente, lo agradecía, no estaba para lidiar con fans esa mañana. — Hiro, si quieres como forma de darte las gracias puedo firmarte algún cd, o lo que desees, siempre y cuando no sea para vender — aún recordaba las veces que intentaron vender cosas que él mismo había firmado casi en sus narices.

Una buena expresión, desde el momento que la vió la sonrisa de Hiro era real, era pura y amable, algo que emitía gran calidez y era capaz de tocar ese corazón que había permanecido frío desde la tarde del día anterior. Hiro y su mirada eran demasiado amables, era como si estuviese invitando constantemente a Sya a intentar mostrarle su yo más interno, ¿podía confiar en él lo suficiente? Quizá ya tenía su propia respuesta, pero el íncubo no parecía desear verla por sí mismo, parecía querer tomar su propio tiempo antes de tomar una decisión.

Demasiado dulce, de estar en esos días de un dolor inaguantable no podría soportar ni el olor de Hiro, ese olor que era capaz de dejar embelesado al íncubo, su día a día era casi una lucha continua con sus instintos, no deseaba jugar con los sentimientos de nadie, por mucho que le agradase su olor, parece casi como que Sya estaba chafado a la antigua y un único compañero, no ir jugando con las distintas personas que pudiesen sentir algo por él, no era un mal chico, solo que a veces tenía demasiado genio, más del que era recomendable.

Negó, es cierto que le sorprendieron más las dudas del chico que otra cosa — No, no es eso, no tiene nada que ver con el tamaño de tu casa. — es decir, estaba claro que no habían las comodidades a las que Sya estaba acostumbrado, eso era más que evidente, pero se haría a ello, no tenía inconvenientes con eso — Más bien... de hecho el problema en esto soy yo — admitió casi con un todo despreocupado — No sabes lo que es vivir conmigo, cuando tengo demasiadas cosas en la cabeza puedo ser la persona más desordenada del planeta ¿sabes? — quizá no llegaba hasta tanto pero sí que podía a llegar a darle dolores de cabeza a sus empleados de hogar cuando por lo que sea su cabeza estaba en otro lugar. Y teniendo un intento de suicidio reciente no estaba demasiado en sus cabales, aunque sí, los mayores problemas aparecían cuando estaba solo.

— Por cierto, no me molesta el contacto físico — el más alto se tomó la libertad de ponerse en pie y besar la mejilla del mayor, como si dijera que cosas como esas podrían suceder a menudo, al menos si llegaba a sentirse lo suficientemente cómodo con Hiro.

Asintió, aunque él era el primero que no se sentía bien con grandes cantidades de gente ahora mismo sabía bien que no era cosa de cinco o de diez minutos dedicarse a avanzar y poder volver a estar en grandes grupo de gente como si nada más estuviera pasando — Un poco de aire me vendría bien la verdad, tampoco es como si fuese bueno que tu te veas forzado a estar atrapado conmigo sin poder hacer nada más. — aunque con eso le había dejado claro lo que más deseaba, eso no sería su prisión, sino una estancia temporal en la que iba a residir con Hiro — Eso para mí es suficiente, creo que si es así puedo intentar darle una especie de segunda oportunidad a esto — intentar vivir de nuevo.

No era un interesado, no era un aprovechado, hiro no era nada de eso, así que no dudo un segundo en decirle que si le firmaba algún cd el no seria como esos fans, por muchas dificultades que tuviera con el dinero de vez en cuando, no seria capaz de vender algo tan preciado como un cd firmado, de una persona como Alesya para colmo, le admiraba demasiado y aunque no lo dijera, atesoraba cada cosa que obtenía, tanto cd de música como merchandising, aunque claro, tenia poquito y claramente no era tan fanático como para exhibirlo de forma espectacular, seguía siendo alguien muy normal, los cd estaban en el mueble con otros varios y las posibles camisetas pues en su armario.

Escuchando sus explicaciones, comenzó a entender poco a poco de que se trataba su incomodidad, mas o menos por que lo que podía entender de lo que dijo, es que ¿Era desordenado y difícil por lo tanto vivir con el? Oh eso era como un reto para Hiro, no por otra cosa se trataba de un ser que no parecía rendirse fácilmente, eso incluía ese asunto de la convivencia, sin tiempo exacto a calcular, simplemente se le metió en la cabeza que le haría ver a Sya que para nada era un problema. Estaba con algunas cosas en las manos, pensando cuando aquel beso en la mejilla le descoloco.

a-ah...vaya....claro si, no te....no te molesta el contacto físico ya veo...en ese caso supongo que jaja, no debo tener problema de...ser cercano, tiendo mucho a hacer contacto..

Vale, si, eso le había descolocado, le había alterado ¿Se podía estar mas rojo? Dios, era normal, no se esperaba que Alesya le diera un beso en la mejilla, le había sentido tan cerca que por momentos pensó que había tenido un ataque cardiaco y se iba a morir ahi mismo, aunque por supuesto que intento mantener la compostura por que comportarse así frente a el era vergonzoso, muy vergonzoso ¿Y eso significaba...?

Con un poco de rapidez le dejo un momento, alejándose solo para ir a llevar aquellas cosas a su lavavajillas y de la misma forma apresurada volvió con el moreno, esta vez tomando su mano para poder tirar de el a la entrada, ahora realmente inconsciente de lo que mostraba, si bien antes había revisado que nada de lo suyo se mostrara, esta vez se había olvidado y sinceramente, debía haberse acordado, por que en esos momentos se mostraban esas orejas peluditas y su cola larga moviéndose de lado a lado mientras se lo llevaba.

Te...te llevo a la azotea, para que tomes el aire un poco, quizás yo también lo necesite.

Dijo, y es que la verdad, no importaba si no estaban vestidos para salir, no es como si fueran a ir a la calle, la azotea como explico antes solía estar desierta, no importaba si iban en pijama o algo, de hecho, Hiro llevaba el suyo y solo se aseguro de llevarse dos de sus chaquetas por si hacia frio, por lo demás, tampoco hacia falta colocarse correctamente los zapatos, iban a tomar el aire arriba, no a mostrarse ante otros, desde luego la convivencia entre el y Alesya iba a ser de lo mas interesante a partir de ahora, sobre todo por que pillo completamente que si el otro le tomaba confianza, le iba a importar bien poco su espacio personal y era algo que le sorprendía, que le ponía nervioso, pero no algo que le hiciera rendirse con el apoyo que le quería dar, si... desde luego iba a tener que tomar el aire muchísimas veces le parecía a el, sobre todo si sus rasgos felinos salían tan fácilmente solo por un beso en la mejilla.