El inicio de una nueva vida ( Priv: Minacay )

Todo esto de la ciudad era demasiado grande para ella, edificios ¡Enormes! Y además las personas caminan como cardumen de peces cruzando por los pasos de cebra, aun no se aprendía del todo bien las calles, por ende andaba con un mapa en las manos, muchos se volteaban al verla pasar, debido a su figura, era muy llamativa, le habían pedido comprar algo en la tienda, pero, no entendía el mapa que le habían pasado, al final y se dio cuenta que lo estaba viendo al revés.

¿Dónde estará Minacay? Esta ciudad la encandila, no podía ver hacia donde estaba el mar, y donde estaban las montañas, la situación para ella, era algo, como una cárcel entre tanto cemento, por lo menos nadie se daba cuenta que era un semielfo, y tampoco debía decírselo a nadie, ella era muy celosa con su cultura, a pesar de ser hibrido, ella se sentía muy conectada con sus raíces. A pesar que se veía muy guapa no era cualquiera debilucha, ella era muy fuerte, dentro de lo que sabía, ya cansada de recibir saludos de desconocidos o palabras de alabanza un tanto burdas, ¿Quién se sentiría atraída con semejante insulto?.

Algo enojada entra a la primera tienda que encuentra, uno de los acosadores la había estado siguiendo desde ya dos cuadras, por eso entró a la tienda para verificarlo, el hombre de hecho se quedó afuera como observando las joyas, el hombre de la tienda se le acercó. - ¿Vienen juntos? Tengo un lindo anillo para los novios.–. Le dijo metiendo la mano dentro de la vitrina y así sacar un anillo, Minacay miró a este con algo de desconfianza, y luego mira al vendedor crédulo que encima pensó que venían juntos.

Después entra otro sujeto, con una cabellera larga, que hacer en estos casos, ¿Sería bueno decirle al vendedor directamente que alguien a estado siguiéndote? No se veía peligroso, sin embargo, le habían dicho que en la ciudad existía la corrupción, personas tóxicas que contaminan a los demás con su mala conducta.
Jamás lo pensaría pero, el sujeto empezó a decir que era su novio. - ¿Te gusta ese anillo amorcito? No hay algo mejor? – Esto estaba avergonzándola, será mejor salir de aquí, ese vendedor es un completo bobo, pero este sujeto estaba hablando en serio? No le impresionaba, cualquiera puede fingir que puede comprar una joya.

– ¿Sólo eso valgo para ti? Olvídalo.- Tal vez así se aburría. – Quiero algo muchó más especial, oyó a mi amorcito? – Le dice el sujeto, Ok esto se estaba volviendo incómodo, el vendedor puso un rostro algo misterioso.

–Bien, conozco una gema que le parteneció a una joven en los años 947, se dice que era la hija de un emperador Chino, su belleza era tan grande que muchos deseaban tener su mano, sin embargo ella decía que un angel ya se comprometió con ella, ella siguió fiel a la espera de su angel, el anillo se volvió rojo debido al amor, la lealtad de la muchacha, y terminó muriendo sola y joven, de lepra, una lastima, su belleza se marchitó. – Les dijo el vendedor.

Qué compleja historia, pensó Cay y de hecho también muy triste… el hombre trajo la joya, tenia algo extraño, como si se lamentara.

– Bueno, definitivamente no me quiero enamorar… hasta luego… – Dice muy apenada, el hombre le miró muy decidido.

– La gema del ángel debe tenerla una belleza como tu, a que si la pongo en tu dedo te enamorarás de mí perdidamente.–


Cay se sobresaltó.– ¡Oye! Con eso no se juega…! – Se le erizaban los pelos de solo pensarlo y se froto los brazos. El hombre estaba empecinado en querer comprarla, sacaba todas sus tarjetas, Cay pensó que ese sujeto estaba desesperado, a que esa gema solo es una baratija, le quiere sacar dinero a desesperados como él, a caído redondito, definitivamente esa joya está corrupta.

– Detente ya, no sabes que esa cosa está corrupta? La destruiré.–
Dice mirando la gema con aquella aura oscura, tanto vendedor como el extraño hombre se quedaron muy exaltados, el hombre por que le estaba costando muy caro y el vendedor por que era una joya de un alto valor, pero nada la iba a detener, ella era la justiciera del equilibrio, su rem aumentó hacia su mano y entonces dio un fuerte corte con su propia mano de forma vertical, le hizo una frisadura, y ahora… iba a darle el golpe final, si es que nadie la detenía, iba ser el final para esa gema.