We're going for a walk [Priv.Sookyun Park]

De tarde, el horario que le tocaba en la cafetería se había acabado y su hermano había entrado a trabajar, para la gente no existían dos iguales y no muchos acababan enterándose de los cambios de turnos entre los gemelos, la cosa era que aquel día quería aprovechar las horas que quedaban de tarde para comprar algunas cosas, no quería ir solo y tampoco avisar a su hermano, pues seguramente buscaría una excusa para faltar a su deber laboral y acompañarle, la cosa era, que sus intenciones eran comprarle algo a su hermano, le había molestado demasiado la ultima vez haciéndose pasar por el, si bien lo hizo con sus mejores intenciones esto no le gusto a su hermanito, así que buscaba compensarle.

Fue así como aprovecho para hacer varias cosas a la vez y llamo a Sookyun por teléfono, citándole en una hora y media, sin decirle mucho mas que necesitaba ayuda con un regalo y le dijo que le esperaría frente a la plaza mas al sur, tenia en cuenta que no disfrutaba de las aglomeraciones, así que decidió que iría de compras por las rutas mas tranquilas si hacia falta, claro que, su intercambio de palabras con el Coreano fue ameno, tranquilo y le expreso gratitud. Sus intenciones de la tarde eran buscar el regalo para su hermano, pasear un poco y ya que estaba pasar un rato agradable con el otro chico, al cual también tenia intenciones de agradecer, por su paciencia y por simplemente ser amigo de su hermano.

Ir a comprar no era una excusa para ir de cualquier manera, así que tomándose la cosa de la forma mas animada posible se vistió para verse bien, decidiéndose a vestir unos pantalones vaqueros de color negro, de el cual colgaba alguna decoración dorada con cadenitas finas, por otra parte se puso una sudadera blanca con dos franjas negras repartidas solo en las mangas, después decidió que su cabello iría trenzado, pero hacia delante, al lado contrario de donde llevaba su pendiente, bien visible y brillante. Tras haberse preparado marcho hasta la zona comercial, justo a aquella plaza al sur donde si bien había gente, no se podía considerar aglomeración, eran mas que alguna que otra familia de paseo, alguna que otra pareja y gente solitaria que estaba mas parada en los escaparates de los alrededores que andando, así que busco el lugar central de la plaza, donde fácilmente se le podía ver y se recargo en la primera cosa solida que vio, una estatua decorativa.

...Hm si no recuerdo mal Ilya me dijo que...

Murmuro en un susurro para si mismo en un momento donde se puso a perderse en sus pensamientos, de forma distraída, sabia las cosas que le podrían gustar a su hermano, pero si necesitaba ayuda después de todo era por que quería que notara que era una compensación, una forma de pedirle perdón por ser tan estúpido a veces, hacia las cosas sin pensar, a veces no se daba cuenta que podía molestar pero el era así.

Aquellos orbes color dorado lentamente se abrieron ante las palabras que una y otra vez parecían resonar en sus oídos, en aquellos momentos no era capaz de reconocer esa voz, no fue hasta que su rostro se dirigió hacia el adulto que fue consciente de que le estaba llamando por su nombre ‘Sookyun’ el hombre era de origen coreano, era ese hombre que había adoptado de alguna forma al dragón se aclaró la voz antes de estirar sus brazos. Con una mirada casi perdida se incorporó dejando que aquellos ojos se encontrasen con él antes de que el joven Sookyun recibiese una noticia que tenía casi olvidada, había quedado con el gemelo de Ilya, Yerik siempre conseguía despertar una cálida sensación en Sookyun, tenía algo muy distinto a Ilya, era una especie de versión agradable de su amigo, así que no tenía problemas en acompañar a Yerik aquel día, sin embargo, cuando el coreano meditaba se olvidaba de todo a su alrededor.

— Sookyun… ¿no habías quedado con el hermano de Ilya?

Con un rápido pestañeo miró al hombre frente a él tomando con rapidez su móvil para ver la hora junto a varios mensajes y llamadas perdidas, aunque prácticamente no había detalles de Yerik, si que llegaba tarde aunque saliese justo ahora no iba a darle tiempo a llegar — Esto… sí, definitivamente había quedado con él ¡me voy volando! — apenas alzó una mano para despedirse de su padre mientras con su otra mano tomaba una mochila de color oscuro dónde guardaba sus cosas.

— Genial Sookyun, simplemente genial, parece que no tenía suficiente con quedarme en otro plano astral meditando, tengo que llegar tarde y parece que no solo me busca Yerik — suspiró mandando deprisa un mensaje al rubio, o bueno, sería mejor decir que Yerik recibió un audio del coreano mientras con rapidez corría a reunirse con él — Yerik, voy de camino, me había olvidado de todo, lo siento — iba a tener que agradecer como era debido al hombre que se hacía cargo de él una vez volviese a casa tras acompañar a Yerik en su sesión de compras, aunque realmente no recordaba ni haber escuchado su móvil, ni su vibración.

“Debería empezar a plantearme eso de dejar algo de sonido en el móvil a veces” contábamos con algo de suerte en momentos como aquel, su ¿padrastro? o lo que fuese ese hombre solía avisar a Sookyun, no era raro que acabase siendo advertido por él de que se había quedado en babia y nuevamente iba a llegar tarde en días como aquel, al menos no le tenía esperando fuera ni con lluvia.

Le tomó unos minutos extra llegar a la zona en la cual quedó con el chico de la trenza, de aquel modo casual colocó su diestra en el hombro izquierdo de Yerik — Prometo que no quería ignorarte Yerik, tenía pensado solo concentrarme un rato, no venir como media hora tarde, creo que incluso sería más rápido que te de el número fijo del hogar de Hyeon, lo siento, no quería fallarte Yerik — había llegado y él continuaba esperando en lugar acordado en vez de estar maldiciendo al propio Sookyun o algo, Yerik ¿tenía una paciencia infinita o qué?

Colocó ambas manos en su cintura — Yerik, siento haberte hecho esperar, pero como te prometí voy a acompañarte, ¿hay algún lugar al que desees ir en primer lugar? — no, definitivamente Sookyun no era bueno con los sitios muy aglomerados, es por eso que dudó en aceptar esa tarde de compras, pero confiaba lo suficiente en Yerik como para esperar que la zona no estuviese demasiado llena.

— ¿Qué tenías pensado comprar para Ilya? — ese chico que era tan poco sincero con sus sentimientos era tan peculiar que había que saber leerlo para saber si algo le había gustado o no.

Esperando y esperando, Yerik no parecía en si desesperarse, si que miraba varias veces a los lados por si veía aparecer a Sookyun, pero no suspiraba, ni se quejaba, al contrario, sonriente y de lo mas positivo pensaba en las posibilidades de su tardanza, recibiendo ese audio tarde o temprano por el que se comenzó a reír mirando el móvil.

Jejeje cualquiera que se olvidara y llegara tarde no habría venido, pero bueno que chico este jaja

Se reía solo, pensando en lo divertido que era tratar con el amigo de su hermano, aunque ¿Podía considerarlo también amigo suyo ahora? Pensar eso le hacia sentir bien, no es que se jactara de tener gran cantidad de amigos, si, era popular, llamaba mas la atención que su hermano, y eso que eran exactamente iguales, pero aun así todo eran típicas personas caprichosas que querían quedarse con el "Deseo de oro" menos molesto.

En su espera, decidió entretenerse jugando uno de esos juegos de móvil tipo piezas, puzzles y rompecabezas, una pantalla tras otra hasta que sintió el contacto de aquella mano en su hombro, fue algo inmediato, solo cerro el juego, se guardo el móvil y sonriente le quito importancia a eso de llegar tarde, comenzando solo con el plan que había, solo que con menos tiempo que usar.

Bueno, la verdad es que no soy bueno con los regalos... pensé en buscarle alguna camiseta de su gusto, para decirte la verdad hm, pero dudo que eso suene como un "Me perdonas" ¿Tu que eres su amigo nunca te a comentado alguna cosa que amaría tener?

Al tiempo que lo miraba, no pareció importarle el hecho de simplemente engancharse al brazo de Sookyun, sonriéndole amable y lindamente, no era un secreto que Yerik era muy abierto respecto al contacto físico, deseaba y hacia, quería mostrarse cercano con el Coreano, así que solo se tomo de su brazo con esa suavidad, intentando que no fuera muy fuerte, para así no hacerle sentir incomodo.

Sin mucho tardar y con lentitud comenzó a andar, sin provocar tirones, siempre manteniéndose a la misma par para que no resultara extraño andar así, fijándose en las tiendas y teniendo especial cuidado si por alguna zona había demasiada gente, pues cuando veía eso cambiaba el rumbo a calles mas despejadas, se notaba que tenia consideración con el poco gusto de el coreano con las aglomeraciones, ni en toda su vida le haría sufrir o estar incomodo, quería divertirse y quería que el también se lo pasara bien, no crearle un mal momento.

Hmm... ¿Crees que si le compro un aparato de esos de Karaoke le guste? Podría incluso personalizarlo, así como a su gusto, creo que suena mas a "perdóname" que una prenda de ropa...jejeje así que ¿Qué te parece?

Iba diciendo, podía ser su hermano, pero hasta a el le era complicado encontrar un regalo idóneo, su gemelo definitivamente tenia bastantes diferencias con el, aun cuando no se notaran a simple vista, su hermano menor era difícil.

Definitivamente Sookyun tenía cariño a ambos gemelos, aunque es cierto que conocía más a Ilya su relación con Yerik avanzaba rápidamente a pasos agigantados, incluso a alguien como él que muchos podrían considerar algo huraño le resultaba fácil entablar conversación con Yerik, es por ello que estaba claro que hablar con el rubio se hacía demasiado fácil para él. Con cuidado y lentitud se acercó a Sookyun algo dudoso y casi pidiendo permiso apoyó una de sus manos en la cabeza del más joven antes de dirigir su mirada directamente hacia el rubio, es cierto lo pensó bastante antes de que esos actos se volvieran naturales para él, pero ahora la calidez habitual de Yerik le ganaba a él haciendo que se comportase de este modo con él.

Que hasta Sookyun se sintiese cómodo con él era todo un milagro, acarició la mejilla del chico con amabilidad, Yerik era adorable, cálido, nadie en su sano juicio odiaría a ese chico de ojos ámbar estando en plenas facultades mentales. El de ojos dorados quedó pensativo unos momentos antes de tomar una decisión para el regalo, lo primero que pasó por la cabeza del coreano fue ese videojuego del que Ilya le había hablado tan emocionado recientemente, quizás podían usarlo de base, Ilya, al igual que Sookyun y varios chicos de su edad tenía un videojuego preferido o del cual deseaba tener ciertas cosas que generalmente les costaba sacar el dinero para tener, definitivamente el merchandaising de esas cosas era caro para ellos.

— Pues creo que tengo una idea, cerca hay una tienda de merchandaising de videojuegos y esas cosas, y hace poco Ilya se enganchó a uno nuevo podemos mirar si hay algo que podría gustarle a Ilya — pero eso no era todo, a veces hacían en aquella tienda peluches personalizados, aunque de eso Sookyun no estaba enterado por lo poco que solía ir a esos lugares, apenas iba para comprar algo en navidades y cumpleaños para Ilya, así que no lo podemos definir como un cliente habitual. — Tomemos esa tienda como primera parada y después, si no vemos nada que encaje con los gustos de Ilya allí podemos mirar otras cosas — además con ese tipo de cosas siempre se acertaba con Yerik y hasta con el propio Sookyun.

El coreano siguió al inicio torpemente el paso de Yerik para acabar siendo llevado por él, era definitivo, no estaba acostumbrado a esas cosas, aún le costaba un poco hacerse a ser arrastrado, aunque lo cierto es que no le resultaba incómodo sí que era algo nuevo para él, Yerik parecía acostumbrado a ir por esas zonas concurridas, e incluso tenía en cuenta el poco afecto del coreano por las aglomeraciones de personas para guiarle — Yerik… eres muy considerado, gracias — apartó su mirada algo confuso antes de volver a separar sus labios nuevamente — Gira a la derecha en cuanto puedas, está por la zona este.

Rió ante la idea del rubio antes de negar con suavidad — Él no lo sé pero seguro que el chico que le gusta estaría más que encantado de ver ese regalo en acción, ver a Ilya nervioso con el karaoke siempre es algo divertido de ver, moriría por ver esas escena — ese duo era tan distinto que era realmente un ataque de risa para Sookyun verlos juntos. — La tienda que te dije está dos calles más arriba, entre semana no suele haber mucha gente así que creo que podré con ello, sino siempre te tengo a tí para echarme una mano ¿cierto? — ladeó la cabeza con curiosidad, no sabía que era pero tenía algo que le hacía vincularse a Yerik de ese modo, era la primera vez que estaba tan cómodo con otra persona que no fuese Ilya, pero sobretodo, con el que el sucesos de las cosas fue más rápido.

Tenia que admitir que la idea de Sookyun fue buena, no había pensado en el asunto de el videojuego y claro esta por consiguiente en el merchandising, seguro que a su hermano le hacia ilusión y claro, puede que funcionase como disculpa también, cuanto mas le gustase, mas olvidaría la molestia que sentía por el, para Yerik era mas importante que su hermano no le odiase demasiado mas que el dinero que se pudiese gastar, era ahorrativo, pero con su hermano se esforzaba hasta ese punto.

Con una gran sonrisa acepto así la idea y también el hecho de poder dejar caer algún segundo o incluso tercer regalo, fue buena idea haberle pedido al Coreano que le acompañase, planear eso fue bueno y aunque solo se trataba de el principio de aquel paseo, ya disfrutaba de estar en su compañía, no por otra cosa se mostraba tan alegre por minutos.

Oh si, ese chico ¿Dashiell creo que se llamaba? No para de hablar de el... no es por faltarle el respeto a mi hermano, pero si le gusta tanto no se por que se hace el remolón, creo que si te gusta alguien de esa forma solo debes ser claro jajaja...de todas formas si que es cierto que a ese chico disfrutaría de ver a Ilya cantar, yo lo veo a menudo, puedo asegurar que su voz es hermosa.

Hasta Yerik se reía, visualizando lo mismo que a Sookyun le hacia reír, fue algo que le dio otra idea mas que clara, una idea que no tardo en expresar, aunque antes de eso le respondió a aquella ultima pregunta, con una gran sonrisa de lo mas encantadora.

Muy cierto, por supuesto, no dejaría que te agobiases con las multitudes, así que déjamelo a mi, yo me encargo de evitar irme demasiado a donde la gente se concentra, quiero que sea una buena tarde, no una tarde agobiante jajaja...por cierto.. se me ocurrió algo muy loco ¿Y si a parte le compro algún peluche personalizado? Puede sonar mal, pero tengo una foto de Ilya y Dashiell en mi móvil que podría servir muy bien para... darle a mi hermano su mini Dashiell.

Su risa sonó adorable y divertida, claro que aquello lo dijo sin saber que la tienda hacia esa clase de peluches, ni si quiera sabia si algo así era posible a partir de una foto de alguien, pero aun así dejo la idea de forma libre en el aire, expresando con aquello que seria capaz de buscar y buscar sin parar un lugar que los hiciera.

Su mano libre se poso en el brazo que tomaba con el suyo y su mirada se alzo hasta Sookyun felizmente, pensando en que podría comprarle sin embargo a el, eso era algo que no le comento, claro, era una sorpresa, así que debía darle vueltas en la cabeza para saber que podría gustarle ¿Quizás algún disco de un grupo de Rock? Recordaba que le gustaba el rock, aunque también podía probar con el merchandising de ese juego, el mismo que le gustaba a su hermano jeje de todas formas, no se lo esperaba.

Tras otro poco caminar, tal como le dijo su acompañante, puedo ver aquella tienda y sus pasos se detuvieron allí, admirando primero toda la fachada, moviendo su cabeza en esa dirección en una clara señal de "Vamos"

Para Sookyun su amistad con Ilya era especial en cierto modo, era algo como su mejor amigo, no solo sabía que Sookyun era adoptado y su orientación sexual, sino que era ese típico amigo con el que se contaba prácticamente todo. Además tampoco es como si Sookyun gritase a los cuatro vientos sobre su orientación sexual, pero ese par de gemelos hacía que le fuese fácil confiar en ellos, eran cariñosos, pero sobre todo eso eran fáciles de tratar. Sí, es raro que a alguien con la personalidad de de Sookyun una persona como Ilya le resulte fácil. Aunque quizá tenemos que ponernos en la tesitura de que Sookyun no era la persona por la cual Ilya tenía aquellos sentimientos, así que no se ponía en la tesitura de tener que soportar el modo tsundere de ese gemelo, pero lo que tenía claro es que juntos a veces era incapaz de reconocerlos.

Asintió, el movimiento de coreano fue rápido, Ilya hablaba tanto de Dashiell que lo complicado era no notar esos sentimientos además si una persona por la que no sintiese nada le hubiese molestado algo… intuía que como mínimo se habría ganado un golpe de Ilya. — Sip — el de cabello oscuro tomó aire — habla tanto de él que ni aunque lo quisiese olvidaría su nombre — no era capaz de ponerse en el lugar de Ilya, de pensar en golpear a alguien que le gusta por timidez, es decir, las cosas se contradecían un poco. Suavemente el coreano dirigió aquella mirada dorada hacia Yerik — Sé que cada uno lleva los temas sentimentales como puede, pero en lugar de con insultos o golpes debería mostrar sus sentimientos de otro modo, aunque sé sincero, ver su rostro rojo cuando el tema de conversación es Dashiell hace que merezca la pena — desde que conocía a los gemelos es la primera vez que veía un Ilya tan avergonzado.

Por su parte, tenía seguro que los dos gemelos tenían una voz agradable, aunque sólo oyó que cantasen estando borrachos así que su opinión con lo que vocalizaban esos dos no podía ser la mejor. Sookyun empezó a hacer una posible lista de videojuegos de los que pillar merchandaising para su amigo, estaba cuál era el primer objetivo pero siempre está bien tener otras opciones. — Eres realmente amable Yerik, a veces dudo que seáis hermanos, por lo general parecéis polos opuestos, pero la peor parte de esa timidez la tiene que soportar Dashiell — y a ese ángel nunca pareció importarle si era un demonio o cualquier otra raza.

— Oí que había algún lugar donde los hacían, siempre podemos preguntar tras decidir el regalo para tu hermano, o si hay demasiada gente lo ponemos como que puedes preguntarlo — había dos opciones, o adoraba el peluche, o se moría de verguenza antes de activar el modo tsundere, desde luego eso iba a ser un regalo original. Sonrió con amabilidad hacia el mayor de los gemelos, sin lugar a dudas era demasiado considerado con Sookyun.

Al entrar junto a Yerik tal y como eran sus expectativas no había mucha gente, un par de chicos jugando a algún juego de cartas y un par de personas dispersas por el lugar, además la hora les acompañaba.

Desde la primera vista podían ver algo de merchandaising de algunos anime populares y replicas de algunas armas de series cosas de las que Sookyun pasó mientras indicaba a Yerik para que le acompañase — Vamos por aquí, estoy seguro de que lo encontraremos, es un videojuego bastante popular últimamente ¿sabes? — los ojos de Sookyun no se detenían demasiado porque sabía exactamente a la sección que acompañaba a Yerik. — Mira es ese de allí — un videojuego de rol con una historia envolvente donde la magia había casi desaparecido, y los villanos parecen saber usarla, eso sí, con la única idea de tener aterrorizada a la humanidad hasta la llegada del protagonista. Con una sutil sonrisa en sus labios se acercó a mirar los objetos; lámparas, tazas, figuras, réplicas de algunos objetos, hasta mochilas y camisetas — Uhm… — señaló el póster promocional — Aquel junto al protagonista es el ersonaje preferido de tu hermano, el que posee una gema en el rostro.

Al parecer a ambos les hacia la misma gracia la forma en la que su hermano se comportaba con Dashiell, y es que no era para menos, digamos que se volvia algo tonto y revolucionado, frente a el era molesto y casi a punto de morir de rojez, luego en casa no paraba de hablar de el, de lo que le dice o deja de decir, de como disfrutaba y todas esas cosas ¿Horas? Horas se podía pasar hablando de el chico Frances que le quitaba el sueño, estaba tan pillado y le costaba tanto aclararle las cosas de cara, si, ese fue el motivo por el que quiso intervenir y se hizo pasar por el por teléfono, pero le pillo y se enfado, ahora era mas precavido con su móvil, donde lo dejaba y la información que daba para que no fuera capaz de saber lo que hacia o dejaba de hacer.

Una sonrisa agradable se mostro en su rostro cuando Sookyun le alago, así lo sentía, era algo que le hizo dejar de pensar unos instantes en su hermano, pues después de todo el tema principal de aquellas compras era encontrar el regalo perfecto, el regalo del perdón. Convencido de las cosas que podía llegar a pillarle a su hermano y con menos preocupación sobre el tema, avanzo tras el Coreano por la tienda, sin entretenerse demasiado en las cosas que no venían a cuento hasta que llegaron a la sección interesante, la de aquel juego que les interesaba.

Vaya, pensé que quizás le gustaría el protagonista ¿Así que su preferido es el de al lado de la gema en el rostro? Es guapo, también me gustaría a mi jajaja

Se acerco un poco mas al poster para ver con mas detenimiento, hasta se puso un poco pensativo antes de comenzar a mirar mejor las cosas, dejando escapar a su vez disimuladas preguntas, para saber también que personaje o personajes eran los preferidos de el Coreano, por eso mientras revisaba las camisetas, tazas y demás, soltaba preguntas.

¿Y a ti cual te gusta? ¿O quizás no tienes un personaje preferido?

Tomo un muñeco articulable en sus manos, observándolo con detenimiento, a pesar de estar interesado en la respuesta de Sookyun, no perdía tampoco el interés en encontrar algo que le llamase para su hermano, a demás de revisar bien las cosas, era muy meticuloso cuando se trataba de objetos de merchandising, ya que nunca se sabia cuando te vendían algo de invitación entre tantas cosas de calidad, si algo sabia Yerik, era de eso, ver si reflejaban los típicos cambios, los defectos de color, la continuidad de las líneas y la limpieza.

Lentamente se fue moviendo, mirando de vez en cuando a su acompañante con absoluta tranquilidad, señalando cosas que parecian interesantes para pedirle su opinión, hasta que entonces, encontró lo que el consideraba una figura magnifica, de el personaje preferido de su hermano y parecía que tenia el típico botoncito de voz, hasta lo tomo mirándolo minucioso, asegurándose de que era una buena figura, no había defectos, no había señales de ser falsa.

Seguro que le gustaría jaja no hay nada mejor como poder escuchar la voz de tu personaje preferido ¿verdad? Aunque supongo que el también amaría poder escuchar la de su querido Dashiell jajaja hmm... quizás es otra idea, pero para otra ocasión.

¿Se le acababa de pasar por la cabeza pedirle a aquel Frances que le grabase un audio de voz? Si, se le acababa de pasar, y sinceramente aunque sospechoso, no era mala idea, seguro que su hermanito de tener un peluche así con su voz o un despertador se levantaba todas las mañanas con el 100% de energia mas un 1% mas.

Si había algo que siempre le había dejado claro Yerik eso era el tema de su amabilidad, se mostraba como alguien cálido, alguien en quien podía confiar fácilmente, con detenimiento aquellos ojos de color dorado observaban al chico de la trenza, era raro que confiase en alguien tanto como para encontrarse con esa comodidad que le transmitía Yerik. Además compartían el dolor de cabeza que le transmitía Ilya a ambos con un solo tema de conversación; ese era lo que había hecho o dejado de hacer Dashiell, y por supuesto, eso sin olvidarnos de las veces que había sido abrazado o se había avergonzado, Hasta casi resultaba adorable ver como cambiaba de opinión Ilya cuando Dashiell se encontraba en la ecuación.

Sookyun podía verse emocionado viendo aquellas cosas, pequeñas réplicas de objetos como pociones, algunos guantes, medallas de los distintos gremios, maletas, pósters, figuras de acción juegos de mesa, todo aquello con lo que pudiese soñar se encontraba en ese lugar. Sus ojos se encontraban casi clavados en un collar -que venía junto a un anillo- que era el objeto característico de su personaje preferido, por suerte la voz de Yerik le ayudó a salir de ese extraño trance. Mirando a su amigo pareció atreverse a esbozar una sonrisa antes de que sus ojos dorados acabasen detenidos en ella negando suavemente cerrando su ojo izquierdo a modo de guiño.

— Lo cierto es que en este tipo de juegos, el protagonista debe esta muy bien hecho para que tu hermano o yo nos fijemos en él. En concreto el chico de la gema tiene una vida un poco complicada, la evolución de su personaje es de las mejores del juego — con el puño cerrado tapó sus labio con una pequeña risa, era lindo, no iba a negarlo, pero no era su tipo de hombre ideal, a él le gustaban más ‘adorables’ pero su personaje preferido se alejaba de su tipo de chico.

El coreano señaló hacia uno de los personajes que se encontraban en la parte de los villanos. — Ése de ahí, el de cabello largo, tengo la impresión de que va a acabar poniéndose del lado de los buenos, — comenzó a decir antes de mirar a Yerik — No tienen una mala relación con el protagonista y se ayudaron mutuamente en varias ocasiones, así que no veo tan difícil que se acaben uniendo a él para echarle una mano a los protagonistas — y sin darse cuenta debido a la emoción se enredó contando a Yerik gran parte de la historia del juego y de pequeños tesoros ocultos difíciles de conseguir, ni se dio cuenta de cuando empezó a irse tanto del tema — Realmente ese boss no merecería la pena si no fuese por el tesoro que resguarda — asintió antes de frotar su nuca con su zurda y juntar ambas manos a modo de disculpa con el contrario — Perdona, me he ido del tema, se supone que solo iba a decirte un par de detalles de mi personaje favorito — pero eso se amplió mucho más de lo que él mismo esperaba.

Pensando en el tema de Dashiell, él no lo había conocido directamente o tenía su número así que no podía ayudar con ese tema. Dudoso sus ojos se dirigieron hacia Yerik — No tengo su número de móvil para decirle algo como “Oye mandame un audio, que Yerik quiere hacerle un regala algo personal a Ilya”, además tu hermano me mataría — estaba demasiado seguro de algo como eso para tan siquiera correr el riesgo, además a Dashiell solo le vio de lejos nunca llegaron a contactar de forma tan directa como para hacer que Dashiell le pasase un audio de la nada.

Extendió su brazo hasta una réplica de la gema del que era el personaje preferido de Ilya antes de que se quebrase y estuviese como ahora, en mil trozos distintos. — Oye, Yerik, ¿y esto? — mostró aquel objeto dando unas vueltas para ver qué demonios era eso, pensativo releía aquella información algo pensativo — Me parece que es una lámpara, mira, es una pasada — señaló la parte trasera de la caja mostrandoselo a Yerik inclinándose un poco sobre él.

Prestaba mucha atención a lo que hacia Sookyun igualmente, a pesar de estar buscando en su mayoría algo para su hermano, era un chico muy concentrado, hasta pudo adivinar un poco mas o menos que es lo que le interesaba, por supuesto todo lo que le llegaba a decir el Coreano se lo iba guardando en la memoria, sonriéndole mientras iba comprendiendo de que iba el juego, algo de la historia, los tipos de personaje y los tesoros aquellos que hablaba, si era tan bueno el también debería probar algún día, aunque no fuera pronto si que le dieron ganas con esas explicaciones.

No te preocupes Sookyun, esta bien... me gusta que cuentes lo que quieras, es interesante hmm digamos que se nota lo mucho que te gusta el juego y eso, si es emocionante para ti, tu no te cortes en hablar de ello todo lo que quieras.

Yerik era popular por eso, por ser alguien atento, alguien que demostraba que los demás le importaban por que no cortaba las historias, si algo detestaba era la gente que le quitaba importancia a esas cosas o que incluso comentaban a los demás que parasen de hablar de ese tema, para el rubio mayor era interesante e igual de emocionante ver como a las personas le brillaban los ojos o se le iluminaba la cara contando algo, por supuesto, era un rasgo que le trasmitía a el rubio que a esa persona le dabas la suficiente confianza.

De aquella forma, pudo saber mejor de su personaje preferido y así, señalizar en su cabeza algo que le pudiera gustar a Sookyun de esa tienda, se decidió por el colgante y el anillo, pero lo tomaría después de confirmar lo que se llevaría para Ilya. Aun mantenía la figura en sus manos, riendo por el tema de el audio y todo eso, era cierto, ellos dos nunca se habían hablado o acercado demasiado como para tener sus números de teléfono, por eso si al final decidía hacer algo como el peluche con voz, se encargaría el mismo de pedirle a Dashiell.

Oh ¿A ver?... vaya pues si que se ve interesante, creo que a Ilya puede gustarle bastante..

No tuvo reparos en acercarse también a el y que así ambos quedaran bastante cerca, era una imagen digna de apreciar, parecía tierna aunque el mismo Yerik no caía en ello, quizás por que estaba muy relajado y a gusto.

Podría llevarme esto hmm... no me importaría llevarme las dos cosas, podría asegurarme un perdón bastante seguro en realidad y por una vez en la vida, no seria malo gastar en mi hermanito lo que sea necesario, si...definitivamente voy a llevarme ambas cosas.

Su cabeza se movió, se giro en dirección a Sookyun y tuvo que admitir, que verle mas de cerca le hizo sentir unos latidos anormales, vaya, que cosa mas curiosa acababa de pasarle en realidad, pero ni si quiera eso le llego a perturbar, solo se escucho como se reía, esbozaba una sonrisa y le guiñaba el ojo.

Bueno... ¿Qué te parece si tomas aquello de allí también? Ya sabes, ese collar con el anillo, considéralo como las gracias por ayudarme en esto y... por el día de hoy ¿Bien?

Su tono no parecía estar preguntándole "¿Quieres que te lo compre?" no, al contrario, parecía estar asegurándole o incluso obligándole a que lo tomara, por que si o si lo iba a comprar, de hecho, si se le negaba Yerik no dudaría en tomarlo por si mismo y correr a pagar, lo que tenia su hermano de tsundere, el lo tenia de cabezón agradecido.

Colocándose la caja de la figura bajo el brazo, tomo de las manos de Sookyun aquella curiosa lampara y se le quedo observando, esperando que el tomara lo que por supuesto iba a ser su regalo, esbozando una sonrisa amplia y feliz mientras tanto, pues no habían tenido que quebrarse demasiado la cabeza al final con las compras, es mas, estaba pensando en que podían usar el tiempo libre tras eso ¿Quizás podían tomar un helado o merendar alguna cosa?

Yerik era demasiado amable, incluso apostaría el cuello a que era capaz de decir que le interesaba oírle hablar aunque fuese un tema aburrido, era como si fuese demasiado educado, sin embargo debido a la poca hostilidad que era capaz de percibir de parte de Yerik muchas veces no sabía si solo sabía ocultar como se sentía o era así de amable de por sí.

Se frotó la nuca con algo de complicidad, le había contado hasta algunas de sus estrategias a Yerik, se le hacía fácil hablar con él, era cómodo y no tenía nada que ver con su hermano, aunque sus olores se parecían no eran iguales, evidentemente no solo hablaba de que Ilya contase con la esencia del demonio. — Tampoco me gustaría aburrirte Yerik, ya sabes… — se encontraban ahí para pasarlo bien no para que recibiese la chapa de qué personaje es mejor y porque o estrategia para ciertos bosses o encontrar tesoros ocultos. Incluso llegó a darle consejos como si el contrario fuese a empezar a jugar de un momento a otro.

Con amabilidad Sookyun sonrió, en su momento no esperaba llevarse bien don Yerik, en su cabeza eran demasiado distintos, pero fuera de lo que Sookyun pensaba Yerik se acercó a él lo suficiente como para que hoy se encontrase ayudandole a escoger un regalo para su amigo. Demonios quería ver la cara de Ilya con el peluche en sus manos y la voz de Dashiell reproduciendose en su cabeza una y otra vez.

— Hey Yerik, ¿y si le hacemos una tarta de feliz no cumpleaños para invitar a Dashiell y que vea su cara en persona cuando lo abra? — él jamás conversó con el de ojos azules, pero si no tomaba a Ilya como un juego estaba dispuesto a conocerlo.

Con suavidad el corano con confianza apoyó su diestra en la cabeza de Yerik, sus mejillas llegaron a ruborizarse levemente y su respiración se complicó, pero como solía poseer ese comportamiento tímido intentó no darle más importancia de la que el asunto merecía. — Estoy seguro que le encantará, podemos preguntar a la chica del mostrador sobre el tema de una tienda con peluches personalizados, ella debe estar al día con eso, además la tienda no debe estar muy lejos — y estaban tan cerca que se encontraban en uno de los lugares que los hacían.

Tres, dos uno… fueron diez los segundos que necesitó para ser capaz de procesar esa información, estaba recibiendo una especie de regalo obligatorio, acelerado negó poniendo las manos en algo — No, no, sabes que no es necesario, no es como si hubiese hecho esto en búsqueda de una recompensa. — Suspiró y apartó un poco su mirada de él. esa mirada intensa que podía cortar hasta su propia respiración ¿era necesario que Yerik fuese tan lindo y adorable con él? o lo que era más, que siempre le tuviese en cuenta y le tratase de ese modo tan amable que solía hacerlo. — Por favor, Yerik no te preocupes por eso, me es suficiente con el rato que hemos pasado juntos — y el que les quedaba aún por pasar.

Tragó saliva incapaz de apartar la vista del color ámbar que poseían sus ojos era como si gritase en su cabeza un ‘o lo coges o lo compro igual’ definitivamente se estaba sintiendo un poco presionado por la situación — E-En serio Yerik, no es necesario, sabes que no hago esto por un regalo — inclinó un poco su rostro hasta el del contrario, ahora debía conservar la calma, eso es como si no sucediese nada — prefiero que ese dinero lo emplees en algo que desees para ti, ¿ok? — se apartó del contrario mientras sentía retumbar los latidos en su oído unos segundos tomando la libertad de alejarse un poco — Bueno, le voy preguntando a la chica para adelantarte trabajo — claro, no tenía nada que ver con esos nervios que le habían dado, para nada tenían que ver una cosa con la otra.

Con rapidez se acercó a ella dejando a Yerik a solas con los regalos — ¿Sabe de un lugar donde hagan peluches personalizados? — fuera de hablar señaló un cartel dandole una solicitud para hacer el peluche en la tienda — ¿Y cuanto tardan?

— Generalmente tres días, una semana si es con mecanismo de voz, voy a por unos ejemplos, espere.

Cuando Sookyun se volvió pudo ver a Yerk al que le dio aquella solicitud — Al parecer... e-era aquí.

El ángel no dudo ni un segundo en aclararle que no era molesto ni le aburría, de por si era alguien que le gustaba escuchar y claro que le interesaba cualquier tema que a otro le emocionase, el ejemplo era Sookyun con aquel juego y no prestaba atención a su hermano respecto a este de la misma forma, por que sinceramente Ilya se negaba a hablar de los videojuegos con el, como si le fuese a juzgar o algo ¿A caso no compartían sangre y todo eso? A veces no entendía por que era reservado con el, bueno, si podía comprenderlo, era reservado para que no pudiera suplantarle la identidad y ponerle en situaciones que no quería, después de todo, por eso estaba ahí.

La idea de el dragón le pareció una muy buena, tanto que comenzó a comentar que seria capaz hasta de hacer una tarta con sus manos si podía hacer un "Feliz no cumpleaños" y la sorpresa que se llevaría su hermano seguro que seria espectacular, aunque a saber si eso no hacia que se avergonzase demasiado ¿A caso quería que le perdonara y le volviera a odiar? Por instinto se puso a reír un poco, pero en su cabeza solo pensaba "Seguro que Sookyun se divertiría con eso" y es que desde ese latido extraño, por algún motivo se le clavo su imagen en la cabeza, incluso cuando lo tenia básicamente enfrente, hablando y ¿Quejándose? Vaya, así que se negaba al regalo.

Sookyun, es por que me gusta el rato y todo eso que quiero hacerte un regalo, a demás, ya venia con una idea en mente de regalarte algo, incluso si al final negabas poder acompañarme hoy lo iba a hacer de todos modos.

Sincero, fue absolutamente sincero y no tuvo problemas en admitir que ya venia con la idea de comprarle algo, no por que pensase que se lo debía, que si, al principio la idea era por las molestias con su hermano, por agradecerle ser su amigo, pero sinceramente es que le nacía, solo quería y punto, así que de alguna forma u otra iba a darle algo sea como sea, excusándose en que seria algo que quería para si mismo.

Bueno, si si, ve preguntando, yo aun me quedo mirando un poco esto.

Aquello lo vio como una especie de huida, pero también como una oportunidad para mirarlo todo con detenimiento ¿Qué podía tomar de allí que le sirviese? Sus ojos buscaron y buscaron, sobre todo en cosas que uno podía llevar de normal ¿Una prenda especial de el juego? ¿Un accesorio metálico? Oh, si eso es, ya había encontrado algo y en su cabeza no sonaba mal, para nada, era como aquel colgante y anillo que el otro había visto, pero como diferente, sonaba... especial en realidad ¿La mitad para dos personas?

Tomo aquella cajita con lo que parecía algo bonito y al escuchar su voz por instinto la escondió, esbozando una sonrisa amable hacia Sookyun.

¿Ah si? Bueno mejor que mejor, vamos a ver... hmm... una semana, creo que será estupendo, puedo darle los de disculpa hoy y en una semana hacer el no cumpleaños, le pediré esta noche a Dashiell que me mande un audio diciendo "Lindo angelito" y que no se arrepentirá del resultado...

Miro al contrario con cara de absoluta felicidad antes de guiñarle el ojo y caminar al mostrador, esta vez para poder pagar los artículos que se iba a llevar, a demás de comentarle a la chica que se pasaría mañana para dejarle el audio para el muñeco, a demás de la imagen a representar por este. Solo fue en ese instante donde puso también la otra cajita y mirando a el dragón le dijo antes de nada.

Este lo compre por que me gustaba...y al mismo tiempo es lo mismo que mirabas, pero distinto, será un regalo compartido y esta vez si que no puedes negarte por que va a mitad...que sea un símbolo de nuestra amistad ¿Vale?

Fue después de pagarlo que directamente abrió la caja y saco el colgante "roto" en dos, pasándole primero eso antes de aquel anillo que parecía ser uno, pero en realidad se desmontaba para quedar en dos, con dos diseños distintos, uno mas gordo y con un hueco en medio, el otro mas fino, simbolizando que juntos eran uno.

¿Por qué era tan amable? Yerik le causaba una sensación cálida, suave, era un chico con el cual pese a que no solía agradarle la gente era capaz de sentirse cómodo. Para Sookyun Yerik era una potente luz a la que poco a poco parecía volverse adicto dejandose guiar por él, este chico era demasiado agradable como para que le hiciese poner mala cara o algo de de esas cosas, Sookyun se dejaba guiar por esa brillante luz que era capaz de hipnotizarle por completo, su propia esencia era algo capaz de poner su propio mundo patas arriba ¿como ambos gemelos podían causar sensaciones tan distintas en él?

Con suavidad Sookyun rió con energía llevando su diestra hasta cubrir su boca y llevar una de sus manos hasta el hombro del chico de ojos claros, ver la cara de de Ilya cuando escuchase la voz de su querido Dashiell frente al propio chico que hacía detenerse y acelerar su corazón era algo que hacía que constantemente le diese un ataque al más joven, le había visto muchas veces nervioso y nunca había perdido la gracia cuando había visto gestos como esos en el rubio, eso era demasiado divertido como para hacer como si no sucediese nada a su alrededor.

— En serio, no son necesarias tantas molestias Yerik, sabes que no lo hago por ningún tipo de atribución — le gustaba la compañía de de los gemelos, de eso no había ningún tipo de duda, el coreano se llevaba bien con con ambos pero, ¿por qué se daban las cosas así cuando se trataba de del gemelo mayor las cosas se volvían un poco distintas. — Me conformo con que mañana me invites a comer, no es necesario más que eso, ¿está bien? — con amabilidad rascó un poco su propia mejilla con cierta vergüenza antes de sonreír nuevamente.

Casi como si hubiese sido embrujado por ese dulce ángel, así era cómo podía llegar a sentirse Sookyun en momentos como ese, si bien no hizo más que ladear la cabeza con curiosidad ante la precipitada acción de su amigo alguien no parecía que había pensado en que el contrario estaba en sus trece de hacerle un regalo sí o sí, sino que lo dejaría estar, pero ¿de la ilusión también se vive? De aquella forma curiosa que tenía de mirar al contrario acabó mirando a la chica frente a ellos, al menos no parecía ser que fuesen informales con las entrega pues aquella joven parecía estar encargándose de empaquetar los peluches que tenían por entregar.

La joven sacó uno de los muñecos para que viesen el resultado e incluso apretó con suavidad su barriga que reprodujo el fragmento de una conocida canción antes de ponerlo de forma ordenada en una caja que incluía una nota para felicitar el cumpleaños de alguien.

— Bien entonces necesito un foto o imagen de la persona, personaje, animal pokémon o lo que queráis el peluche, tendremos todo preparado para cuando nos mandéis el audio, te dejo apuntada tanto la dirección de correo como el número móvil por si preferis mandar un whatsapp — le dio al rubio un papel con el número de teléfono y la dirección para cuando consiguiera el audio de Dashiell.

Y ahí fue donde Sookyun aprendería que llevarle la contraria a Yerik era absurdo, emocionado por el regalo,avergonzado y sintiéndose mal por hacer que se gaste dinero, no sabía si pesaba más lo bueno o lo malo. Con ese rubor en su rostro miró hacia su amigo, ocultando ligeramente aquel rubor apartando el rostro de él — E-Eres demasiado… a ti es imposible llevarte la contraria — evidentemente, lo de la cabezonería venía de familia, es cierto, a Sookyun le costó pero finalmente, con un suspiro asintió — Está bien hazlo que quieras yo no insisto más que es imposible ganar — y menos recibiendo la mirada de Yerik, se le hacía complicado negarle cualquier cosa.

Curiosamente a Yerik le sirvió demasiado bien que el otro le hubiera negado, por que en su cabeza a parte de comprarle si o si un regalo, ahora se instalaba la idea de invitarlo a comer al siguiente día, Yerik solo avanzaba, tomaba toda posibilidad y lo hacia, aunque por supuesto parecía disfrutar de el hecho de tomar un poco por sorpresa a Sookyun, daba por hecho que el otro en su cabeza cancelo posibilidad alguna de que le invitara, pero si pensaba bien, llegaría a la conclusión de que Yerik iba a gastarse dinero al día siguiente nuevamente en invitarle.

Con una expresión de completa satisfacción y una gran sonrisa en la cara, el rubio paso a extenderle lo que seria su parte de el regalo, mientras la otra mitad se la colocaba a si mismo, lo primero que se coloco fue el colgante y luego hizo lo mismo con el anillo, el cual puso en su dedo anular de la mano derecha, ahí quedaba perfectamente seguro, sin bailar en el dedo, sin apretar demasiado, lo justo.

Exacto, es imposible ganar a mi cabezonería, así que solo acepta lo que ofrezco jajajaja

Su risa sonó divertida, luego miro a la chica para tomar el papel con el numero y la dirección, para de seguida mirarlo, memorizarlo y trastear e su móvil con algo de rapidez, no tardo a penas nada y hasta le termino mandando a la chica una foto de Dashiel, si su hermano viera que tenia varias en su móvil se podría seguramente celoso y se preguntaría que hacia con fotos del chico que le gustaba y ¿Explicarse? No sabría realmente explicar aquello, pero el caso es que igual que le tomaba fotos a su hermano para mandárselo a Dashiell, hacia lo mismo con el otro, adelantándose a los acontecimientos con la excusa de "Ya me servirá para algo"

Espero que le sirva y...hm si se puede asegurar que aunque sea un muñeco es alto, ah eso me lleva a...

Piensa un poco antes de mandarle otra foto, una de su hermano, se había decidido, iba a encargar otro muñeco con la imagen de su hermano, aunque bien para la chica podría parecer que era el mismo, Yerik se lo aclaro.

Es mi hermano, se pone siempre muy rojo, a el le puede poner esos sonrojos adorables y tal cosa, también le mandare algún audio para ese muñeco y ese si asegúrese que sea mas pequeñito que el primero, hay que reflejar realidad.

Con otra gran sonrisa miro a la chica de lo mas feliz y dándole las gracias de antemano, prometió no tardar en enviarle los audios, solo para acabar dándose la vuelta, tomar el brazo de Sookyun y decidir salir de allí con el, aun estaba pensando en que podían hacer, por que claro, ese día no pensaba que se terminara así, terminando unas compras, ahora podían ir quizás a algún lugar mas tranquilo ¿Un parque para tomar algo? Ni lo dudo, solo expreso abiertamente sus ideas al Coreano, preguntándole mientras iban ya saliendo, tranquilamente, si le apetecía ir a por alguna bebida caliente y sentarse en algún parque, aun pensaba en la comodidad de el otro, no iba a llevarle a lugares abarrotados, ir a una cafetería a esa hora seria un horror para el.

Con cierta incomodidad Sookyun se llevó la diestra a la nuca alborotando sus cabellos de forma algo desordenada con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios, Yerik era aún más cabezota que Ilya, de eso no había ninguna duda, su mirada era decidida, y su sonrisa era tan cálida que conseguía hacer que le fuese difícil respirar, cerró sus ojos tomando algo de aire, ese brillante chico de ojos ámbar, definitivamente, podía con él, abrió sus ojos para acabar asintiendo a las palabras del menor, después de todo no había vuelta atrás, demasiado cabezota para su bien, y si lo juntamos con el hecho de que Sookyun era más bien tímido todo era una catástrofe total.

— Oído cocina, gana el señorito de la trenza porque sino es capaz de secuestrarme en contra de mi voluntad hasta que acepte lo que él mismo desea — cerró uno de sus ojos antes de cruzarse de brazos jugando con uno de sus propios mechones para acabar posando su otra mano sobre la cabeza del chico — Pero que quede claro que acepto en contra de mi voluntad porque el gemelo mayor es aún más cabezota que el menor, en serio hasta en eso os parecéis pese a que vuestras personalidades sean tan opuestas — comentó con una carcajada antes de que el el más joven terminase de acordar los datos con la chica encargada de eso.

La joven anotó el pedido formalmente dejando una señal de que iban con caja de sonido y le dio el ticket de los muñecos al rubio antes de sonreír, Sookyun por su parte tomó la mano del chico de cabellos dorados junto a una de las bolsas de las con las compras que hizo el rubio, su paso era tranquilo hasta salir que dirigió su mirada hacia el chico nuevamente con cierto aire pensativo — Si quieres te acompaño a recogerlo cuando tengas que venir a por ello… — pero rápido se interrumpió aclarando su voz para girarse por completo mirando al chico mientras lo señalaba con su índice con sus ojos fijos en él — siempre y cuando que a cambio de acompañarte no haya un regalo nuevo, te lo advierto — cerró su ojo izquierdo a modo de guiño antes de seguir al rubio con curiosidad ni tan siquiera sabía de dónde salió el regalo, ¿acaso lo miraba tanto como para que el chico se fijase?

Aunque Yerik siempre había sido bastante observador, o al menos si lo comparamos con Ilya, eran bastante distintos el uno con el otro, aunque lo de ser cabezota tenía dos opciones, o venía con la raza, o con su familia.

Suavemente Sookyun seguía a Yerik, ni sabía si volvían ya o qué, es por ello que quizá se aventuró a hacer esa curiosa pregunta el chico de ojos claros — Oye Yerik, ¿dónde vamos ahora? ¿a por las cosas para la tarta?, sería mejor preparar las cosas un día antes como mucho que esperando una semana en el frigorífico parecerá una piedra — comentó con un tono bromista, aunque bueno, quizá se precipitaba y solo les quedaba pasar un rato juntos antes de despedirse el uno del otro.

Tenia que planear bien las cosas, pensaba que conseguir el audio de Dashiell era fácil, pero ¿Cómo haría para conseguir el de su hermano? Se había metido en algo que no sabia si iba a conseguir, pero como ya la gente sabia, era cabezota y no se rendia hasta conseguir lo que quería, así, sin mas.

Fue quizás aquello lo que le distrajo y no le hizo reaccionar a tiempo como para "Aprovechar" que parecía querer acompañarle otra vez, para recoger los muñecos, si, Sookyun se le había adelantado y añadió ese extra, vaya, así que nada de regalos nuevos..

Vale esta bien, nada de regalos nuevos, prometido, con que vengas a acompañarme es suficiente jajaja eso te lo agradezco Sookyun~

Con diversión y un tono mas bien cantarín solo proseguía el camino, buscando y buscando sin parar quizás algún hueco alejado y tranquilo, sin mucha gente o con nada de gente, al final pensó que lo mejor era solo caminar hasta el parque mas cercano y conformarse, estaba mas que convencido de que la gente se encontraría paseando o sentado en unos bancos, pero nadie iba a pensar en sentarse bajo un árbol.

¿Eh? Claro, no digo...perdón, me refiero a que me parece bien hacer la tarta un día antes, pero no, no vamos a por las cosas de la tarta ahora mismo, estaba pensando en que podíamos ir al parque, sentarnos bajo un árbol a descansar las piernas y no se ¿Charlar un poco? Por el camino podemos comprar bebidas o cosas para comer de las maquinas expendedoras.

Ese era el plan, lo había decidido y en su mente no lo iba a cambiar, comenzaba a cuadrar bien en su mente, estarían tranquilos y podían hablar de cosas varias sin problema, no tenia por que ser un tema en especial, por el, como si hablaban de cosas absurdas, solo quería divertirse y pasar un buen rato con el Coreano.

A penas dio un par de pasos mas cuando en su mente apareció una pregunta repentina ¿A caso le había preguntado a Sookyun sobre eso? ¿Tan egoísta era que solo pensaba en si mismo? Tuvo que disculparse con el, hasta apoyo su cabeza en su hombro mientras lo decía.

Perdón en serio perdón...claro iremos al parque solo si no tienes nada mas que hacer y si quieres, soy un estúpido, ni si quiera te pregunte si parecía bien así que, lo dejo en tus manos ¿Si? Lo hare bien hm... ¿Quieres ir al parque a charlar un poco y comer o beber algo? Jejeje

Se sintió tan tonto, que por un momento se sonrojo de forma absurda, quizás por que sintió un poco de vergüenza

Sookyun pudo respirar aliviado, es decir, algo le decía que de no haberlo aclarado la próxima vez volvía con una taza dos o tres funkos algo de merchandaising y una figura de su personaje favorito, sonrió con suavidad, lo cierto es que aún así apreciaba a Yerik, aunque definitivamente tenía que tener cuidado con los regalos sorpresa viendo eso. Sookyun con suavidad apoyó su diestra en el hombro de Yerik, asintió con lentitud antes de aclararse la voz, no es que tuviese algo en contra de los regalos pero… no entendía la razón, además el propio Sookyun rara vez entendía del todo la razón de hacer un regalo.

— Me doy por agradecido si no hay nada nuevo a cambio, en serio, viendo esto estoy empezando a temer en navidades — una suave carcajada salió de los labios del coreano antes de acariciar su cabeza con amabilidad, ese chico era realmente dulce, e irónicamente aunque daban ganas de protegerlo casi era él más el protegido. — Entonces la semana que viene ¿verdad? avisaré a mi padre para que me lo recuerde, soy capaz de volver a ignorar el tema de la hora — admitió con una suave risa, realmente ese hombre con el cual convivía era como su alarma cuando algo se le llegaba a olvidar, cosa que sinceramente, agradecía debido a que llegaba a ser un tanto despistado.

Sookyun caminaba apenas unos pasos por detrás de Yerik, él le hacía sentirse comodo de cierta forma, era agradable pasar tiempo con alguien como Yerik, la verdad, tanto él como Ilya eran personas muy importantes en la vida del coreano, no podía evitar preocuparse por ellos después de todo. — Ah, claro — simplemente aunque hubiese querido ni hubiese podido decir mucho más, a Yerik se le veía tan emocionado con la idea, que sinceramente, si hubiese tenido planes en aquellos momentos los hubiese ignorado por completo debido a la energía y ganas que Yerik parecía tener de pasar con él, incluso… “Admito que Yerik puede llegar a ser muy tierno” le daba una cálida sensación, la suficiente como para desear protegerlo.

Rió cubriendo ligeramente sus labios, ese joven chico era una bomba de energía y ni Sookyun ni nadie iba a cambiar esa dinámica personalidad que tenía, ni esa brillante sonrisa que paralizó los sentimientos del dragón hace unos minutos — Está bien no te preocupes — cuando Yerik o Ilya se encontraban a su lado no era tan extraño ver la sonrisa del coreano, ni tampoco por supuesto oír esas suaves carcajadas que rara vez eran pronunciadas — Me parece bien, hoy además tengo el resto del día libre, no tengo que ayudar con el trabajo a mi padre en esta ocasión — también porque había sido avisado pero generalmente ayudaba un poco a su padre adoptivo el cual tras retirarse del ejército hizo una especie de Dojô para la defensa personal, y aunque ahí solo enseñaba una mínima parte Sookyun si tuvo la suerte o mala suerte de aprender todo de él, realmente había días que acababa destrozado.

— Ya te lo dije, confío en ti, no necesitas ser tan formal, me gusta cuando eres tu mismo Yerik — tal y como acabó la frase se arrepentía de sus palabras y su rostro cambiaba a rojo con una rapidez estremecedora — quiero decir… bueno, n-no se sie-siente natural si no eres t-tú mismo — y al coreano iba a darle un ataque de nervios solo por una una frase que había dicho, a veces era demasiado tímido hasta con sus amigos, y esto lo demostraba.

Se planteaba seriamente su impulsividad y cabezonería, el era de los que agradecía bastante con gestos y regalos sin importar mucho el precio, pero ¿Seria una molestia? Recién lo pensaba con detenimiento, puede que la gente se sintiese cansada de esa parte suya... ¿Era aquello su talón de Aquiles? Pudo entender en esos momentos como podía sentirse Ilya con el tema de ser molesto para los demás, solo por su personalidad descrita como extraña, debía ser mas considerado con el.

Jaja si eso es la semana que viene, y no te preocupes... ya sabes que esperare aunque llegues tarde muy tarde jajaja

Yerik no tardo en comenzar a reírse un poco, caminando tranquilo a su lado, escuchando como acababa por darle el visto bueno a su propuesta, era una alegría que quisiese pasar el día con el, después de todo no quería que aquellos momentos solo se hubieran limitado a hacer compras, sonaba a que le llamaba solo para no verse solitario por las calles de esa forma y no, claro que no le invito a que le ayudara por eso, si no por que le encantaba estar con el.

Su risa volvió a escucharse ¿Qué había dicho? Así que le gustaba que fuera el mismo, no sabia donde se metía al decir eso, pero en cierta forma era un alago bastante grande de su parte, ser el mismo, libremente, no tenia que cambiar nada ¿Cuánto le gustaba su forma de ser? No sabia, pero haciendo justicia a su propia forma de ser ni dudo en apegarse a el, agarrarse fuerte e incluso darle libremente un beso en la mejilla.

Seré yo mismo entonces Sookyun, solo espero que no acabe siendo una molestia o algo jejeje aunque si fuera asi...me lo dirías, eso es seguro.

¿Podía decir que le encantaba ver a Sookyun de esa manera? Si, se lo pasaba bien y cuando se reía no era a su costa, solo acababa pensando siempre que el Coreano era adorable y genial, una muy buena persona, por si fuera poco no se trataba de aquellos típicos interesados de su clase, esos a los que tachaba de inmediato si escuchaba cualquier cosa extraña y es que el rubio podía llegar a ser bastante frívolo con ellos, a pesar de su personalidad, no aguantaba que fueran a por el con segundas intenciones y sinceramente, el moreno a su lado era una persona de su interés, una persona que le demostraba que podía confiar en el.

Sonriente y bastante animado, iba avanzando en dirección al parque, bastante feliz mientras pensaba en lo interesante que le resultaba el Coreano, fijándose bien en donde había alguna maquina de esas de comida y bebida, aunque con alguna tiendecita de comestibles le valía también, no se iba a poner quisquilloso, cualquier cosa donde pudiera comprar algo que disfrutar con el era bienvenido.

¡Oh! Ahí Sookyun...compremos ahí y luego entramos al parque ¿Te parece?

No dijo nada de comprar el solo, dejo la cosa como algo que hacer en conjunto, como si al Coreano le apetecía comprar algo para los dos o dejar que cada uno se comprase lo suyo, dentro de lo que cabe estaba siendo precavido para no incomodar a el contrario, después de todo, no quería andar presumiendo de que se podía permitir gastar de mas en el día.

Sus ojos claros eran brillantes, fugaces, resplandecían y emitían una fuerte luz para el de cabellos oscuros, rascó con algo de dificultad su nuca apenas conteniendo una carcajada antes de negar con aquella sonrisa dibujada en sus labios, ladeó la cabeza con curiosidad mirando hacia Yerik, al contrario que Ilya a Yerik parecía afectarle una gran hiperactividad que podíamos considerar hasta contagiosa, cosa que sinceramente, más que molestar a Sookyun le daba una sensación agradable y amena al coreano.

—Te diría llamame si llego muy tarde, pero...— se aclaró la voz antes de estirar uno de sus brazos con aquel aire despreocupado interrumpiendo unos instantes —ambos sabemos que no presto atención al móvil así que te diré solo que intentaré no tardar demasiado tiempo, prometido. Eso sí, creo que es casi mejor que te pase el teléfono de allí— al menos a ese no podía quitarle el sonido para que no le molestase, lo que resumimos en que estaba obligado a escuchar el sonido del teléfono y contestar. Pensativo se aproximó al rubio con cuidado al chico de ojos claros con suavidad, caminó junto a Yerik unos minutos, las calles parecían algo más vacías que de costumbre, y eso era algo que ayudaba bastante a Sookyun con su poco agrado a los lugares de gente.

Fervientemente negó con la cabeza para terminar esbozando una sonrisa, pestañeó con suavidad sin alejarse del chico —Yerik, nunca me has molestado, eres un chico agradable y siempre es fácil hablar contigo, después de todo es bueno ver que siempre es divertido pasar tiempo contigo Yerik, te agradezco siempre que te molestes en acompañarme con estas cosas, ya sabes que no suele gustarme la gente— eso no era ningún misterio averiguar que Sookyun era un poco especial en ese sentido, no era de esos típicos chicos que se pasaba el dia fuera de casa, tampoco de los que estaban todo el día con videojuegos, de hecho su idea era llegar a ser capaz de proteger a aquellos que le importan.

Tras llegar a aquella máquina miró al de ojos ámbar apoyando su mano sobre aquella cabellera dorada —Invito yo y no tienes derecho a replicar, ya que me has obligado a aceptar el regalo— recordó mirando a Yerik antes de acercarse a la máquina expendedora e introducir un billete —¿Que quieres?—al oír su orden paso los códigos dandoselo antes de sacar una coca cola y unos snacks para él, siendo sinceros, Sookyun no es que no le gustasen los dulces, sino que solía preferir las cosas saladas, y la verdad dudaba que eso fuese un misterio para el chico de cabello dorado —Pues listo, rumbo al parque— cerró uno de sus ojos, lo cierto es que Sookyun solo era capaz de mostrar ese grado de simpatía cuando se trataba de alguno de los gemelos pues por lo general podía llegar a ser bastante retraído.

El paso de Sookyun iba apenas unos pasos por detrás de Yerik, pero ¿sabes? Había gente., mucha gente en la zona pavimentada y cerca de la fuente tomandose fotos, muchos hablaban sin saber de que a Sookyun no le gustaba la gente o era más bien borde, pero esa idea estaba un poco lejos. Casi como si fuese un acto-reflejo sujetó la mano de Yerik, casi pareció desesperado por tomar su mano en esos momentos —Lo-Lo siento Yerik… yo— definitivamente no podía con esas aglomeracioness, le hacían sentir incómodo.

No dudo en aceptarle lo de que le pasara el teléfono de allí, aunque tal como le había dicho al Coreano no tenia problemas en esperarle, Yerik tenia sus recursos para no aburrirse en una espera larga, pero aun así acepto por que quizás alguna vez si que requiriera de su presencia rápido, nunca se sabia cuando podía pasar algo urgente o bastante importante, como por ejemplo, que quedasen para planear algún cumpleaños o así.

Alagado por sus palabras, por una vez sintió un cosquilleo en el vientre, a parte de aquel irregular latido que sintió cuando se encontró demasiado cerca de el contrario, eran pistas importantes que el Ángel se apuntaba, para confirmar o desmentir que es lo que era exactamente esa sensación, de cualquier manera bien sonriente y sin parecer diferente asintió, dándole las gracias por las palabras tan conmovedoras para luego comenzar a reir, debido a que con las cosas de la maquina Sookyun estaba devolviéndole aquella jugada de la tienda.

vale vale jaja, esta bien... una coca cola y algunas galletitas de esas están bien.

Pidió tras observar las cosas que había en la maquina, esperando a que le diera lo suyo y sacase lo propio antes de comenzar a avanzar de nuevo hasta el parque.

Lo que no se esperaba Yerik fue la gran afluencia de gente tan repentinamente, el, que había elegido el parque pensando que estaría todo muy tranquilo, se equivoco, ahora teniendo que admirar como su acompañante se ponía mal por la multitud, claro que asumió algo de la culpa por pensar mal el lugar y apretando su mano comenzó a mirar de un lado a otro buscando por donde estaba la cosa mas despejada.

Tranquilo Sookyun yo me encargo...tu hmm..¡Ah! Céntrate en mi ¿De acuerdo? Mírame y no pienses en nada, vacía tu mente y respira.

Le indicaba, tirando mientras tanto de su brazo, iba con cuidado y dirigiendo un poco los pasos de Sookyun en un plan improvisado, tenían que alejarse de la zona pavimentada y sobre todo de la fuente, dirigirse a un sitio donde la gente no se quisiera meter , así que se atrevió a pisar el césped y avanzar tras una de las típicas vallas hasta un árbol, ahí le hizo sentarse mientras dejaba por su parte sus bolsas a su lado, con lo que con su otra mano ya libre coloco esta en la mejilla de el Coreano.

Sookyun... ¿Estas bien? ¿Necesitas que volvamos a tu casa o algo? Parece que no, pero podría llevarte volando si quieres, no me resulta un problema.

Se comportaba bien atento con el contrario y sobre todo no dejaba que mirase a otro lado que no fuera al frente, a su cara, hasta le sonreía calmadamente como queriendo contagiarle la calma, a demás hablaba en serio, si quería que se fueran solo debía pedírselo, le daba igual no poder estar en el parque o en otro sitio, disfrutar de el exterior con el, para Yerik lo importante era disfrutar su presencia, aunque fuera sentados en un escalón frente a su casa, en el interior de la casa o cualquier cosa así.

Sookyun por prevención tomó su propio móvil y le envió al rubio tanto el número que su padre tenía en el Dojö que poseía como el que había en su hogar por prevención, después de todo parecía que el coreano entraba en un auténtico trance cuando sus ojos se cerraban y comenzar a meditar por consejo de su padre, según el mayo le ayudaría a mantener una mente fría y estable al de ojos dorados, dándole así una especie de facilidad extra para ejecutar la mejor opción en el momento adecuado, normalmente el chico se negaría, se pondría cabezota diciendo que no, pero hasta él era consciente de eso, y su mente en esos momentos era capaz de quedarse tan en blanco que a no ser que fuese tocado ni llegaba a escuchar las voces o sonidos de su alrededor más allá que el que poseía la naturaleza.

Esbozó una sonrisa antes de cederle sus cosas al rubio, Yerik realmente siempre mantenía esa sonrisa en su rostro, era suave, cálida, tanto que era capaz de llegar a Sookyun. Dudoso se acercó nuevamente a Yerik, casi como tuviese algo que decir en esos momentos, su mirada se suavizó unos instantes, a sus ojos el rubio era demasiado amable, y no hablamos de solo con él sino con cualquiera que necesitase ayuda, en eso no se parecían demasiado. Mientras que el ángel no se paraba a pensar si ayudar a alguien Sookyun siempre pensaba en si era algo conveniente, si sacaba algo ‘factible’ de ese instante, e incluso cuánto tiempo perdería, pero, cuando Ilya o Yerik le pedían ayuda o que echase una mano a alguien era casi como si no se pudiese negar.

“Yerik…” al ver el rostro del ángel tan cerca del suyo el dragón se ruborizó unos instantes, apartó sus ojos de él y simplemente acabó asintiendo —Está… está bien— apretó con suavidad su puño dejándose llevar, definitivamente Sookyun no era muy bueno con la gente, pese a que le gustaba pasar tiempo con su amigo siempre se le complicaba bastante actuar normal con tanta gente, sabía que habría algo por lo que se abrumaba así con los gentíos, pero nunca tuvo interés en indagar en ese pasado que recordaba a fragmentos. “¿Por qué, por qué se toma siempre tantas molestias conmigo?” Sólo eran amigos y sin embargo parecía casi como si hubiese algo más entre ellos.

Una vez ‘a salvo’ exhaló una bocanada de aire hasta ver aquellos ojos tan cerca de él, sintió una mini parada cardiaca y además, ese ligero rubor, por la palidez de Sookyun volvió a hacerse presente —Estoy… estaré bien, antes de nada me gustaría comer esto contigo, aunque no nos vaya a llevar más de unos minutos, después iré a casa, o si te sientes más seguro acompáñame— pero antes que nada para él ese momento aunque breve tenía una gran importancia, deseaba acompañar a Yerik, y no solo por ser el gemelo de su amigo, hacía tiempo que había dejado de ser solo ‘el gemelo de Ilya’.

Era cuidadoso, considerado y amable, a Yerik no le era demasiado difícil comportarse así con el otro o en general, la verdad es que de los dos hermanos era el que hacia las cosas directamente al mismo tiempo que con calma, no lo meditaba ni pensaba, para el cada segundo contaba y en el caso de asegurarse de que Sookyun estuviera bien mucho mas, pensaba menos, accionaba antes.

Con mucha tranquilidad y solo al escuchar a el Coreano el rubio esbozo una cálida sonrisa, apartando poco a poco su mano de su rostro para asentir, el lo tenia muy claro, después de eso no iba a dejarle volver solo, era así de preocupado, a demás no tardaba demasiado en volver a casa con Ilya, claro, si es que su hermano no estaba en otro lugar en compañía de aquel Frances que le gustaba.

Bien, pues quedémonos aquí sentados y disfrutemos de comer las cosas que se compraron, luego vamos a tu casa jeje... que parece que la gente quiere salir en masa hoy, no lo tuve en cuenta, que a veces pasa.

Es lo que pasaba, a veces por mucho que pensaras y calcularas, cosas inesperadas acababan pasando, nunca había algo 100% seguro, en absolutamente nada.

Ligeramente se deslizo y se sentó  a su lado, agarrando bien su coca cola para abrirla, comenzando a beber un poquito antes de decidirse a abrir el paquete de galletitas, incluso saco una y le ofreció a Sookyun por si quería, con una de esas grandes y amables sonrisas en la cara.

Están ricas, si quieres puedes tomar ya que hay muchas.

Tomara o no, igual Yerik podía llevarse de vuelta a casa aquel paquete, tanto para tomárselas el como para dejárselas a su gemelo, pues la verdad no pasaba nada si este la tomaba, sea como sea, se mostraba con una actitud radiante, como intentando volver ese ambiente desagradable para el contrario un poco mas ameno, mas agradable, y es que recién se comenzaba a dar el mismo cuenta de lo que le pasaba con Sookyun, no había que pensar demasiado para eso, era amable, pero lo era mas con el contrario, todo era igual que con los demás, con el ligero detalle de que siempre hacia una pizca mas por el Coreano y que cuando estaba con el, se sentía mucho mas cálido.

Como le apeteció, junto su hombro con el de el  y mientras mantenía la sonrisa dejo que su cabeza se inclinara, quedando junto a la de Sookyun sin hacer ningún tipo de presión, era un momento bueno para el, lo disfrutaba y esperaba que el otro se contagiara de aquel animo suyo.

Aunque Ilya y Yerik fuesen gemelos y a simple vista llegasen a parecer totalmente idénticos no era así, y eso era algo que el propio Sookyun había llegado a ver, a vivir y experimentar en su propia piel, hay que decir que al coreano parecía agradarle ese par, de hecho podríamos decir que Ilya era su mejor amigo sin ningún tipo de temor, y a través de él conoció a Yerik. En aquel entonces pensaba que su relación iba a ser algo fría, inconstante, y lo iba a dejar únicamente como ‘el hermano de Ilya, pero en contra de todo pronóstico Yerik no solo se esforzó por conocer a Sookyun sino que el chico llegó a ser alguien importante para el dragón, era extraño, único e incluso a veces dudaba hasta de que alguien como Yerik pudiese mostrar tanto interés en una persona que como él tiene cero interés en las relaciones sociales, aunque antes de darse cuenta había sido trazada una fuerte amistad entre ellos.

Respiró hondo tomando aire, no era bueno con las aglomeraciones de gente, de hecho era el tipo de chico que solo permitía que se le acercase cierto número y tipo de personas; por ejemplo las chicas que solo iban con intenciones de conseguir novio estaban más que vetadas, ¿hemos dicho ya que este joven es homosexual? Inclinó hacia atrás su cabeza cerrando ambos ojos unos instantes, su espalda se apoyó en el árbol antes de tomar aire y que sus ojos se abrieran antes de que él mismo abriese su refresco.

Asintió antes de dar un trago a su refresco, de algún modo parecía necesitarlo no era solo por la cantidad de gente, aunque estaba claro que no se llevaba bien con los cúmulos de personas ¿habría algo especial para que hubiese tanta gente? ¿algún pequeño espectáculo o la inauguración de alguna tienda o kiosco?

—Yerik, tranquilo, estoy bien, solo es que pasó tan repentinamente que no estaba seguro de cómo debía actuar y acabé bloqueandome— si su cerebro se preparaba era capaz de estar, justo como en la universidad, pero como no esperaba aquel ambiente pareció caer ante la presión —Me repondré pronto, no quiero decir con eso que te vayas o algo así, sino que no tienes que preocupar de más ¿entendido?— quería pasarlo bien junto a él, no preocuparlo.

Sonrió yo tomó aquella galleta, aunque no solía comerlas a menudo de verdad le gustaban esas cosas al joven de origen coreano, estaba realmente satisfecho por aquello, además le gustaba permanecer tiempo junto a Yerik, y él le había enseñado cosas de él que le encantaba ver, de verdad era demasiado amable —Gracias Yerik, a veces de verdad creo que te tomas demasiadas molestias por mí— admitió sin apartar sus ojos de él antes de beber de su propio refresco.

Al menos sus emociones parecían haberse calmado un poco apoyó uno de sus brazos en su pierna apoyando su mejilla en el puño de su brazo sin dejar de mirar a Yerik con suavidad y su mano casualmente se apoyó en la cabeza de Yerik acariciando su cabello con suavidad —Es curioso, pero no llego a entender porque a la gente le cuesta tanto distinguirlos, es decir Ilya es bastante más salvaje, y descuidado con su aspecto, en ese sentido tú pareces más suave y amable, de hecho recuerdo que creían al inicio que con el joven de cabello dorado que hablaba yo eras tu y no Ilya, a pesar de que a ti te conocí más tarde— y de verás se sorprendió la primera vez que los vió juntos por primera vez.

Si bien se preocupaba por el, intentaba que no fuera demasiado por si le molestaba y menos mal, sus palabras le hicieron entender que preocuparse demasiado no iba al caso ¿Pero como no hacerlo? Hasta el se había puesto un poco nervioso al ver toda esa gente de repente, pues de seguida recordó lo poco que le gustaban las multitudes, no había sido el único al que le había sobrepasado la repentina situación. Afortunadamente, ahora estaban allí, algo mas tranquilos y desde luego Yerik no iba a moverse de ahí por ahora, tampoco es como si estar bajo aquel árbol fuera molesto, al revés, le agradaba compartir un momento tranquilo, tomando cosas con Sookyun.

Dejando que tomara la galleta, esbozo una sonrisa cálida y siguió tomando de su refresco, a demás de tomar de el paquete de galletas muy tranquilamente, se preguntaba ¿De veras Sookyun pensaba que se tomaba muchas molestias? Oh, el tenia ahora muy claro por que hacia tantas cosas por el, le apreciaba, le quería a su lado, buscaba agradecerle ser amigo de su hermano y por supuesto, las cosas que le hacia sentir al estar a su lado eran muy especiales, tesoros, así consideraba a esos sentimientos.

Ah... hmmm te entiendo, pero la verdad la cosa es simple aunque en su momento también no lo comprendía.

Tomo aire y suspiro, pensando un poco antes de seguir, tomando algo de el refresco nuevamente hasta decidir seguir contando, ahora las cosas eran muy claras por mucho que le costo, sabia muy bien por que todos pensaron que Ilya era el al verle con Sookyun.

Interés...desagrado, bueno, digamos que uno de nosotros produce una cosa y el otro otra, por supuesto sabrás de sobra escuchando esto, pero igual, Ilya siempre.... hmm Ilya siempre ha producido en los demás un sentimiento de molestia, para ellos es alguien "Imperfecto" siendo lo que es y en su mayoría tienden a ignorar que somos dos, anulan su existencia, al verte hablar con el todos seguramente pensaron llevado por eso que era yo..

Visiblemente a Yerik siempre le había molestado ese tipo de trato hacia su hermano, era bueno, amable y atento, pero no soportaba aquella discriminación hacia su igual, su sangre, solo por tener una personalidad distinta ¿Qué mas daba si era un ángel molesto? En realidad era lindo, solo era vergonzoso, tímido en ocasiones, reservado y no podía evitar reaccionar como lo hacia, aun todos lo consideraban "Digno de devorar" pero solo si se le ponía una mordaza.

La expresión de el rubio era dolida al hablar y tuvo que tomar mas aire para estar tranquilo, si no lo estaba no podía seguir hablando.

Para los demás... yo soy de los dos, supuestamente, el único con el que se puede mantener una conversación normal, son un poco... hmm en fin, como ya habrás visto al ser su amigo, lo que dicen no es cierto, se puede mantener una conversación con Ilya sin llegar a molestarle, el también puede reírse, disfrutar... pero es normal que cuando se le acerquen con intenciones sucias reaccione mal y que se avergüence tanto también.

Al final saco un poco de esa espinita que tenia, como podía confiar en Sookyun sin duda no pudo evitar hablar algo mas de la cuenta, incluso especificar cosas que no iban mucho con esa confusión de el Coreano. Como termino de hablar de el tema, tomo un gran trago de cola y volvió a sonreírle al contrario, apoyando su cabeza en el hombro de este.

... Y no me malentiendas, si bien te estoy agradecido por ser su amigo, no salgo contigo, te hablo o te regalo cosas exactamente por eso, me agradas de verdad, creo que se puede conversar bien contigo, simplemente me encantas.

Una risa se escucho de su parte, ni si quiera se movió de como estaba, ni le miro, pero fue sincero con lo que pensaba de el, sincero de el todo, hasta le dijo que le encantaba sin pelos en la lengua ¿Tendría que dejarlo mas claro?

Puede que a ojos de tantas otras personas pareciera que Sookyun era bastante huraño, pero lo cierto era que sus ojos de color ámbar parecían observar lentamente a Yerik, su expresión apaciguaba al coreano, cosa que hizo que el mayor dejase caer su mano suavemente sobre aquellas hebras doradas observando casi hipnotizado a Yerik, esbozó una media sonrisa antes de dar un trago a su bebida antes de dirigir sus ojos al contrarario. El ángel ante sus ojos era puro, suave y con una personalidad demasiado amable para cualquiera, nuestro Sookyun era demasiado precavido y cauteloso siempre a la hora de avanzar, además el hecho de no ser juzgado por él, por Yerik o por su ‘padre’ era un auténtico respiro, aunque igualmente no es como si esa otra gente le importase, pero odiaba los cúmulos de personas, eran simple seres egoístas que se anteponían a cualquiera.

Definitivamente no estaba acostumbrado a compartir comida de ningún modo, sonrió tras terminar de devorar aquella galleta sin apartarse del contrario. El suave cabello de Yerik era casi capaz de embriagarle acariciando aquello cabellos dorados antes de que sus ojos se dirigieran hasta él —No me gusta cuando la gente intenta ponerse en medio de todo lo que no tiene que ver con ello, no por ti, tanto tu como Ilya tenéis que ver en mi vida, lo sabes— cerró uno de sus ojos con cierta complicidad riendo con suavidad, hablaba por esa gente que intentaba meterse en problemas. —Odio a todos esos cotilla de la universidad, de verdad.

Al dragón nunca le había gustado ver esa parte de sí mismo pero admitía que inconscientemente en momentos como aquel dependía demasiado de Yerik y de Ilya, eran demasiado preciado para él —Creo que ambos sois geniales y perfectos, cada uno en lo suyo, es cierto que Ilya es más salvaje, pero es genial como es, sino fuese como es realmente, no se sentiría como si fuese nuestro Ilya— comentó con ese tono sarcástico, parecía que Sookyun solo se mostraba así con él. Definitivamente muchos se equivocaron al juzgar a los gemelos, y él mismo puede que tuviese algún fallo al inicio.

Él nunca había sentido ese tipo de sentimientos complicados que habían llegado a sentir lo gemelos, pero, que te comparen con otra persona ya sea un hermano, padre o lo que sea no debe de ser precisamente agradable. —Suponer que una persona debe de seguir todos los estándares es una molestia— como el dragón tan único que rea Sookyun, él no era ningún estereotipo de violencia como otros tantos eran —Les parece costar comprender que a una persona no la forma una raza, sino que la forma su maldita personalidad— comentó con un suspiro, le cansaba esa gente.

Acarició su mejilla con suavidad inclinando su rostro suavemente para observar al rubio —Te lo he dicho— hizo una pequeña pausa sin apartarse de él ni un solo centímetro —Nunca os juzgaría a ninguno, además sabes que os aprecio demasiado a los dos aunque no me agraden demasiado las muestras de afecto— se resumía todo brevemente en una cosa, solo permitía contacto físico con los gemelos, hasta parecía tener fobia al contacto físico cuando se trataba de otra gente.

—Resumamos, son idiotas— rió con suavidad acercando al chico hacia él. —Siempre estaré a vuestro lado, confío en vosotros por completo— y era algo que había demostrado día tras día desde que se conocieron hasta aquel momento. Cerró uno de sus ojos y rió antes de seguir hablando con el rubio —Nunca os cambiaría por nadie— era de la poca gente a la cual podía considerar realmente cercano a sí mismo.

—Nunca había pensado que lo hicieses por eso, Yerik, creo que eres demasiado puro como para jugar a con los sentimientos de la gente— admitió, con sentimientos honestos y puros, no parecía el tipo de persona con la capacidad de jugar con los sentimientos de una persona, sino alguien que protegía los sentimientos de los suyos día tras día.

¿Se podía estar mejor que en aquel momento? La verdad es que no lo sabia, pero justo en aquellos instantes Yerik sentía que era genial, fantástico, escuchar como Sookyun respondía con aquellas palabras, aclarando que ambos eran geniales cada uno de una forma, para el era importante por que quería demasiado a su hermano quitando el hecho de que se metía demasiado en sus asuntos, por mucho que Ilya se enfadase con el por eso no dudaba que este le quería y apreciaba, al igual que claramente Yerik desbordaba devoción completa por su hermano gemelo, habiendo nacido unos minutos antes, tenia ese instinto sobreprotector de hermano mayor, aunque no lo pareciera eran inseparables, poseían ese vinculo especial.

Estaba tan conmovido por el Coreano, que esta llego a sonrojarse un poco por unos momentos, obviamente no tenia dudas de lo que le ocurría, pero como al parecer su ataque directo había pasado desapercibido, decidió solo disfrutar el momento y no arriesgar nada de lo que pasaba ahora, solo por que su sinceridad quisiera atacar como siempre.

Si, como dices, nunca jugaría con los sentimientos de nadie y... sabes que siempre he sido muy sincero, no van conmigo las mentiras, aunque me haya hecho pasar hace poco por Ilya ya sabes, eso se considera mentir, solo... fue por que pensé que le podría ayudar un poco, pero fue un error.

Admitió y suspiro, su cabeza reposo en el hombro de Sookyun y sus ojos se cerraron, si lo pensaba el también podría molestarse si hubiese sido al contrario, claramente a nadie le podía agradar eso de que tu hermano gemelo te suplante la identidad aunque sea para ayudar un poco, poco imaginaba a Ilya intentando ayudar con Sookyun y dando todo de si para parecer menos tímido, en su cabeza fue tan gracioso que se le escapo una risa repentina.

Tras unos minutos así apoyado en su hombro y con la risa ya calmada, levanto la cabeza para observar al coreano con una linda y sincera sonrisa, definitivamente este había sido algo bueno para los dos, tanto para el como para su hermano, Ilya podía presumir de que tenia un amigo que no le juzgaba, mientras Yerik podía sentir algo nuevo por primera vez, pero que igualmente le daba miedo.

Oye, aun no te pusiste ni el colgante ni el anillo, anda, déjame ver que tal queda contigo jeje y luego podemos hacernos una foto, para el recuerdo de este día.

Apoyo la mano en su hombro, el llevaba las dos cosas puestas desde el principio en la tienda y, por otra parte quizás la foto podría parecer extraña, por que salieron principalmente a comprar un regalo para Ilya y ahora estaban allí bajo ese árbol, comiendo, pero para el ángel seguía siendo algo que capturar para el recuerdo, había que admitirlo, era de esa clase de personas que hacían un álbum de recortes bonitos con fotos y quería hacer uno nuevo incluyendo a Sookyun.